miércoles, 1 de enero de 2014

1 de enero de 2014

El año nuevo es como un árbol de hoja caduca en pleno invierno, un Ginkgo biloba, por ejemplo. Así, a simple vista, es una cosa seca, esmirriada, sosa, pero en su interior guarda toda su sabia, toda su energía, que irá mostrando tal vez poco a poco, a lo largo del año, tal vez de golpe, en algún momento en concreto.

Un año nuevo es como un árbol de hoja caduca en pleno invierno, sabes que lo que traerá, lo que vendrá es más o menos similar al año anterior… o no. Porque puede sorprenderte, para bien o para mal: nuevas hojas, nuevas ramas, nuevas sorpresas, nuevos problemas. Cosas agradables o desagradables.

Un año nuevo es como un árbol de hoja caduca en pleno invierno, aparentemente muerto y vacío por fuera, absolutamente vivo por dentro, preparado para estallar en toda su vitalidad a partir de ahora, en cualquier momento.

En la foto, mis ginkgos (casi) sin hojas, hoy, primer día de 2014.

Feliz día. Feliz año.

6 comentarios:

  1. Yo creo que un año es mucho tiempo. Suficiente como para traer de todo.

    En todo caso. Te deseo un feliz año.

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    1. Totalmente de acuerdo. Aunque esperemos que el equilibrio sea positivo. Feliz año.

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  2. Eres súper productiva, little. Y yo mirando el concierto de Año Nuevo jajajaja.

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    1. Ya sabes que yo no es que pueda hacer más de una cosa a la vez es que NECESITO hacer más de una cosa a la vez.

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  3. Y además es 2014 y el 4 tiene un poco de forma de árbol. Así que doblo la metáfora.
    ¡Feliz año!

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    1. ¡Toma! El 4 tiene forma de árbol y 2014 suma 7, así que según mi madre, eso es bueno. Y ya se sabe que las madres siempre tienen razón. ¡Feliz año!

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