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jueves, 4 de septiembre de 2014

En croata

Estoy un poco out estos días del entorno blogueril. Estoy por el mundo de reunión y, aunque tengo una conexión buenísima en el hotel, entre las largas horas de reunión y mi tendencia a hibernar cuando llega el mal tiempo (aquí llueve y está fresco), no estoy actualizando nada. Tampoco tengo mucho que contar o lo que quiero contar me llevaría demasiado tiempo. Así que, ya que estoy en Croacia, he pensado que era un momento ideal para una nueva entrega de frikismo harrypotteriano. Porque sí, tengo Harry Potter en croata y es justamente del que me tocaba hablar ahora.

Lo compré hace casi dos años, cuando Croacia aún no era parte de la Unión Europea, en una librería del centro de Split donde estaba, oh sorpresa, también en una reunión. Fue una tarde de paseo y compras con una colega francesa. La portada del libro es la misma que la de otras ediciones (como la búlgara, la turca y la eslovena -cuyo título comparte-).

Harry Potter i kramen modraca.



Split, Croacia. Noviembre 2012.


lunes, 11 de agosto de 2014

Harry Potter belga

Llevo bastante retraso en mi idea de colgar por aquí todos los ejemplares de mi colección de Harry Potter internacionales. Así que, no nos durmamos en los laureles y vamos a lo que vamos.

Compré la edición en neerlandés del libro en mi primer viaje a Bruselas y, concretamente, en mi primera visita a Brujas. Es otra de esas ediciones de las que no recuerdo nada de la librería en la que lo compré. Sí que recuerdo que, en aquel primer viaje a Bruselas, me quedé un par de días más para conocer la ciudad y alrededores y, en uno de esos días, fui a Brujas (allí volvería tres años después, pero en compañía). Y allí compré el libro cuya portada no he visto, de momento, en ninguna otra edición.


 Harry Potter en de Steen der Wijzen.
 

Brugge (Brujas), Bélgica. Octubre 2011.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Harry Potter esloveno

Nueva entrega de frikismo harrypotteriano con la versión eslovena del libro.

Lo compré en Ljubljana, en una reunión de trabajo. Tengo recuerdos muy buenos de aquel viaje. No recuerdo demasiado de la reunión, creo que fue bastante correcta, ni estupenda, ni horrible. Pero recuerdo una ciudad maravillosa, un hotel delicioso, un Aperol Spritz en una terraza con mi jefa, hablando de amoríos y de esperanzas (ah, esas ilusiones absurdas y sin sentido), unas clasificaciones para Eurovisión seguidas con entusiasmo por las colegas chipriotas, una copa en otra terraza, tratando de sonsacarle (infructuosamente) información confidencial al participante de la Comisión Europea y una cena muy amena con una pareja de colegas italiano-chipriota.

Fue un buen viaje.

No recuerdo exactamente dónde compré el libro, no recuerdo ni la librería ni el momento. Pero recuerdo el centro de la ciudad peatonal, con tiendas maravillosas en las que nos perdíamos algunas tardes, de vuelta al hotel. En una de ellas compré un bol morado, en otra una taza maravillosa de puntos de colores. Supongo que por allí encontré una librería en la que compré este libro. Por cierto, la portada es la misma que las ediciones búlgara y turca.


Harry Potter Kamen modrosti.



Ljubljana, Eslovenia. Mayo 2011.

domingo, 20 de octubre de 2013

Harry Potter inglés


La mayoría de libros de mi colección friki de Harry Potter los he comprado en alguno de mis viajes. Sin embargo, de vez en cuando a mi hermana la gafapasta se le ocurre regalarme uno. La versión en inglés es uno de ellos. Me lo regaló en las Navidades de 2010-2011 y lo compró aquí en nuestra ciudad. Curiosamente, años después me regalaría un libro electrónico con un vale que me permitía descargar gratuitamente este libro, así que es el único HP que tengo en formato papel y electrónico. Y también es uno de los pocos de mi colección que realmente podría leer. Je, je.

(Y sí, la segunda foto está borrosa, pero me da pereza repetirla).

Harry Potter and the Philosopher’s Stone.


Palma. Diciembre 2010-Enero 2011.


domingo, 15 de septiembre de 2013

Harry Potter italiano

Tengo que ponerme al día con mi colección friki de Harry Potter, así que hoy toca la versión italiana del primer libro.

Lo compré en el aeropuerto de Roma, haciendo escala de vuelta de una reunión en Mazara del Vallo, en Sicilia. Recuerdo haber recorrido Mazara con un compañero en busca de una librería infantil, él para comprar un regalo a sus hijos, yo buscando este libro. No encontramos ninguna. Después, cuando se lo comentamos a un colega italiano nos dijo “¿Una librería en Mazara? ¡JAJAJAJAJAJA!”. La portada no la he visto repetida, de momento, en ningún otro idioma.

Harry Potter e la pietra filosofale.


Aeropuerto de Roma, Italia. Diciembre 2010.


domingo, 8 de septiembre de 2013

Frikismo


Creo que mi nivel de frikismo harrypotteriano ha quedado claro con mi colección de Harry Potters internacionales. Es una cosa que siempre he aceptado, sí, me parecía un poco friki, pero me di cuenta de su alto nivel cuando unas amigas me dijeron una vez que no fuera por ahí enseñando esa colección, que ellas me entendían y que eran mis amigas, pero que era muy, muy friki.
Alguna vez me ha dado un poco de vergüenza visitar en un país cuyo idioma no conozco una librería y preguntar por el primer libro de la serie Potter. Siempre he pensado que algún día, algún dependiente me miraría raro y me interrogaría sobre qué diablos hago comprando un libro en un idioma que no entiendo. Previsora ante algo así, tenía incluso una respuesta estudiada “Es para un regalo”.

Tengo casi una decena de HP, la mayoría comprados por mí y sí, a veces me he avergonzado un poco al comprarlo, pero en general me ha parecido que no era algo tan raro. Hasta ayer.

Ayer, en Bucarest, me sentí tan, tan, tan friki que me entraron ganas de salir corriendo. Pasé la mañana paseando con el bus turístico por la ciudad, comí en el centro y por la tarde, antes de volver al hotel para dirigirme ya al aeropuerto, pasé por una librería que había visto por la mañana. No tenía muchas esperanzas de encontrarla abierta, pero sí, estaba abierta. Era una librería preciosa, un edificio antiguo, con suelos y escaleras de madera, con varios pisos. Vi una sección, en la planta baja, dedicada a libros infantiles y rápidamente encontré alguno de Harry Potter, pero no el primero. Así que me dirigí a la caja y le pregunté (en inglés) al empleado. Me preguntó varias veces si lo quería en rumano o en inglés y le insistí que en rumano. Fue al piso inferior a buscarlo y subió ojeándolo.

- Aquí lo tienes. Pero es en rumano. ¿No lo quieres en inglés? (supongo que pensaba que tenía un nivel de inglés Ana Botella y por eso insistía para comprobar que nos entendíamos).
- No, lo quiero en rumano.
- ¿Seguro?
- ¡Sí!
- Es que no lo entiendo.
- Hmmmm.
- ¿Por qué lo quieres en rumano?

Le conté que los coleccionaba en varios idiomas y siguió insistiendo en que no lo entendía. El pobre muchacho no daba crédito. Casi ni quería darme el libro. Se lo pensó mucho, me volvió a mirar y a insistir en que no lo entendía. Yo quería salir corriendo. Tierra trágame. Pero al final se lo pasó al chico de la caja, me cobró y me lo llevé, despidiéndome amablemente de ambos. El chico seguía mirándome con cara de asombro.

Al salir de la librería, quise salir corriendo. Otra vez. Creo que el muchacho aún debe estar flipando y les debe contar a sus amigos la historia de una friki extranjera que compró Harry Potter en rumano.

En mi vida me había sentido tan friki. Pero ya se me ha pasado. Y tengo un HP más para mi colección, ¡¡yujuuuu!!

La foto, de las (maravillosas) escaleras de la librería en cuestión. La cámara de mi móvil está cada vez peor, qué churro de fotos que hace…

domingo, 25 de agosto de 2013

Harry Potter turco

Hoy toca una nueva entrega de frikismo Harry Potter: la versión turca del primer libro de la serie.

Lo compré en un viaje de trabajo en Estambul, ciudad alucinante a la que me fui dos días antes para descubrirla. Tengo buenos recuerdos de aquellos días, aunque no recuerdo cómo encontré el libro ni en qué librería lo compré. Pero me encanta la edición, flexible y agradable, y las extrañas palabras que lo llenan. Como curiosidad, la imagen de portada es la misma que el HP búlgaro.

Harry Potter ve Felsefe Taşı


 Estambul, Turquía. Octubre 2010.


domingo, 19 de mayo de 2013

Harry Potter à l’école des sorciers

Hace tiempo conté cómo empezó mi colección de Harry Potters internacionales. Mi intención era ir colgando poco a poco las fotos de todos los que tengo (tampoco son tantos), así que me lo voy poner como deberes personales, para ir haciéndolo de vez en cuando.

“Harry Potter à l’école des sorciers” es la versión francesa.Y es uno de los pocos HPs que han sido regalos, no comprados por mí. Un regalo de Aras, mi hermana la gafapasta.


Lausanne (Suiza). Junio 2010.


¡Feliz tarde dominical!

jueves, 28 de febrero de 2013

Dublín

Mi último viaje ha sido cuanto menos curioso. Una reunión en Belfast ha sido la excusa para pasar fuera unos días extras, desconectando de mi realidad, viviendo en una realidad paralela e irreal, de la que me podría enganchar. El viaje se podría distinguir en cuatro etapas diferenciadas, que darán al menos para cuatro entradas y alguna otra cosa que tengo en la cabeza. Tampoco quiero abusar. Porque, a pesar de todo, ha sido sólo un viaje. Y no es cuestión de emocionarse.

La primera etapa del viaje fue Dublín. Dos días en Dublín antes de la reunión y un día después. Tres noches de pintas en Temple Bar. Admito que no soy muy de cervezas, pero estos días inevitablemente he tomado bastantes. La Guinness la probé, pero no me entusiasmó. Pero sí que me enganché a ésta:


La Smithwick’s. La probé en algún momento al principio del viaje, me gustó y a partir de entonces, fue mi cerveza de cabecera para las medias pintas nocturnas.

Dublín me pareció una ciudad llena de alegría y de gente, de puertas de colores en casas de ladrillos (aunque sólo fotografié ésta), de música, llena de vida, vida y más vida. Se me hizo corto el tiempo en la ciudad. En realidad fue apenas un día y medio paseando por sus calles. Tuvimos mucha suerte con el tiempo: de 10 días de viaje, sólo llovió el último día en Dublín, una lluvia-nieve continua que nos bloqueó un poco y no nos permitió disfrutar de la ciudad tanto como esperábamos.

Bien pensado, no hice demasiadas cosas por Dublín. Sí, vi el Trinity Collegue, sí vi el Dublin Castle, sí paseé por O’Connell y por Grafton Street y sí, visité sus parques. Pero el recuerdo más marcado que tengo la ciudad son sus librerías: no recuerdo cuántas visité, no recuerdo las horas que pasamos en ellas, pero fueron muchas. Aunque sea usuaria regular de un libro electrónico, no desperdicio el placer de pasar un rato en una librería. Las hubo pequeñas y grandes, bonitas y feas, de libros nuevos y de segunda mano. Libros preciosos, maravillosos y baratos. ¡Libros baratos! Un auténtico placer. Volví de Dublín con cuatro cinco libros. Dos de ellos los compré en Hodges Figgis, que menciono especialmente por la amabilidad del dependiente que me atendió: una agradable y tranquila conversación aunque apenas quedaban unos minutos para cerrar. De allí me llevé dos libros y una recomendación. Así, mi cosecha dublinesa ha sido ésta:


Además, añadí un nuevo Harry Potter para mi colección (Harry Potter agus an Órchloch). Fue una auténtica alegría encontrarlo. Y una extraña sorpresa al descubrir que sólo hay una librería con libros en irlandés en Dublín. Sorprendente, extraño, sobre todo en un lugar donde todos los letreros están en dos idiomas.



Así que mi resumen de Dublín es éste: dos días recorriendo la ciudad, pasando horas y horas en sus librerías, haciendo fotos, charlando, riendo y bebiendo Smithwick’s en Temple Bar por las noches, escuchando música por calles y pubs. Tengo la sensación de que las fotos no reflejan lo que he vivido. A veces pasa. Habrá que volver. Porque me parece una ciudad fascinante, con calles de nombres maravillosos (O’Connell, Dame, Fownes, Dawson, …). Nos dolió dejarla después de dos días, faltaron muchas cosas por ver y disfrutar. Repito, habrá que volver. Aunque dicen que no hay que volver a los lugares en los que has sido feliz.

Por cierto, gracias a Visitante descubrí el café Irie, donde disfrutamos de una deliciosa comida y pasamos una estupenda tarde.

Actualización 01/03/2013: no sé por qué, pero ayer me olvidé de uno de los libros que había comprado: ni lo tuve en cuenta en el recuento, ni lo puse en la foto. Así que actualizo el número de libros y la foto de los mismos. Cinco. Volví de Dublín con cinco libros.









jueves, 3 de enero de 2013

Harry Potter búlgaro

Hace un par de meses conté por aquí cómo se inició mi colección de Harry Potters internacionales en tierras helénicas. Como comenté entonces, en aquel momento, no sabía que estaba iniciando una colección la mar de friki y (supongo) incomprensible para mucha gente. Eso no ocurrió hasta año y medio después.

Todo surgió por un encargo. Mi jefa y yo nos íbamos a Bulgaria a una reunión de trabajo y la que por entonces era nuestra jefa, nos encargó comprarle el libro de “El Principito” en búlgaro, ya que coleccionaba (y supongo que aún hoy colecciona) ese libro en todos los idiomas que puede encontrar. Así, una tarde después de la reunión acabamos en una librería, intentando cumplir el encargo. No fue posible, no lo encontramos. Sin embargo, encontré la versión búlgara de HP y me pareció unas letras tan bonitas, tan impresionantes (y el libro tan barato) que decidí comprarlo. Y decidí copiar aquella colección tan bonita.

Y así es como en realidad comenzó la colección de HP internacionales o, mejor dicho, así es como fui consciente de que había empezado mi colección.

Хари Потър и философският камък.





Varna, Bulgaria. Mayo 2010.

martes, 20 de noviembre de 2012

Harry Potter internacional

En 2008, pasé 4 meses trabajando en una isla griega, en Creta (esa isla que mucha gente se piensa que es otro país, pero no, Creta pertenece a Grecia y es esa isla alargada situada al sur de Grecia. Chipre es esa otra isla, en forma de jamón, al sur de Turquía que sí que es un país independiente de Grecia, aunque comparten idioma). Viví una temporada en Creta, decía. Fueron unos meses curiosos, interesantes, fascinantes, surrealistas y durante los cuales aprendí mucho de mí misma, hasta el punto de hacerme cambiar bastante. Hasta ahora, no había hablado de ellos en este blog, aunque sí que lo hice en su momento en otro lugar.

Pero vayamos al grano.

Lo que quería contar es cómo se inició mi colección de Harry Potter internacional. Porque sí, soy una friki: colecciono Harry Potter (en concreto, el primer libro de la saga, HP y la piedra filosofal) en idiomas extranjeros. Y empecé la colección sin ni siquiera saberlo: estaba en Creta, intentaba aprender el idioma y quería comprarme un libro en esa lengua fascinante de letras preciosas. Y compré Harry Potter.

Ese fue el inicio, aunque no lo supe hasta un par de años después, como ya contaré en su momento.
Así que hoy inicio una nueva etiqueta: HP. Iré colgando por aquí los HP que ya forman mi colección y los HP que se vayan incorporando a la misma, así como dónde, cómo y cuándo los he conseguido.

Aquí empezó todo:

Ο Ηάρι Πότρ και η Φιλοσοφική Λίθος


 Iraklio (o Heraklion o, mejor aún, Ηράκλειο), Creta, Grecia. Septiembre 2008.