Estoy en Croacia. Croacia está fuera de la Unión Europa. Eso significa que me han puesto un sello en mi pasaporte. Así:
Los viajes laborales en esta época del año son especialmente duros: no sales de la reunión hasta que es noche cerrada. Así, te acostumbras a los paisajes nocturnos de las ciudades. Qué remedio.
Pero a pesar de las horas de encierro, de la oscuridad y del frío, todo tiene su parte buena. Aumentar mi colección de Harrys Potters internacionales (de la que ya hablaré algún día). Reencontrarte con colegas y amigos. Llegar con agua hasta dentro de las orejas después de correr bajo la lluvia y unos truenos y relámpagos espectaculares. Comprar algunos recuerdos anti-típicamente turísticos. O descubrir un pez ahí, colgado en una pared, en tierra firme, al que no puedes quitarle el ojo. Me lo hubiera llevado en la maleta, sí señor.
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