Descubrí a Peter May casi por casualidad, hace casi dos años, cuando me compré “La isla de los cazadores de pájaros” y que fue, por cierto, el primer libro que comenté en este blog. Ya dije entonces que me había entusiasmado y quería conseguir más libros suyos, sobre todo los otros dos de la trilogía de Lewis, del que “La isla…” era el primero. Lo encontré el año pasado en Namibia y me lo pensé un poco antes de comprarlo: aunque intento leer en inglés con regularidad, no estaba segura de que fuera capaz de disfrutarlo como hice con el primer libro.
Ahora que lo he leído, puedo decir que lo he disfrutado tanto como el primero, independientemente del idioma en que lo haya leído. Peter May me gusta mucho, pero mucho y pienso seguir leyendo libros suyos. Me da igual en el idioma que los lea.
Este segundo libro (“El hombre sin pasado” en la versión española) tiene de nuevo como protagonista a Fin MacLeod. Si en el primero, Fin vuelve a la isla que le vio crecer para resolver un asesinato, enfrentándose a cosas de su pasado de las que no podía ni acordarse, en el segundo, Fin vuelve a la isla para instalarse, huyendo de su pasado, de la muerte accidental de su hijo (cuya sombra ya era constante en el primer libro), sin saber muy bien qué le deparará el futuro. La que parecía iba a ser una vuelta tranquila a la isla que le vio nacer, se convierte en un nuevo caso de investigación criminal con la aparición de un cadáver. La recopilación del ADN de todos los hombres de la isla llevada a cabo en la primera parte de la trilogía permite comprobar que no se trata de un cadáver anónimo, sino que aparentemente es un pariente cercano de Tormod Macdonald, el padre del amor de infancia de Fin. Sólo que él siempre ha afirmado que era hijo único. A partir de aquí, Fin comienza una investigación no oficial, hurgando en el pasado de un hombre que, con una demencia senil, es casi incapaz de reconocerse a sí mismo.
De este segundo libro me han gustado las mismas cosas que del primero. O sea, todo. De nuevo nos encontramos con una narración a dos voces, aunque esta vez son distintas: en tercera persona, desde el punto de vista de Fin y en primera persona, Tormod. Y también, de nuevo, he descubierto cosas que no sabía sobre las Islas Hébridas, en este caso la existencia de un tipo de suelo del que nunca había oído hablar, el machair. Como en el primer libro, leerlo me ha impulsado a surfear por la red para conocer más y más. Y, también de nuevo, la historia es mucho más que una investigación de un asesinato. Pasado, presente, dramas familiares, historias por resolver. Pero no puedo contar más, porque para contar algo de este segundo libro, tendría que espoilear el primero.
Resumiendo. Me ha encantado. Y seguiré leyendo a Peter May. Todo lo que pueda.
Te ha pasado exactamente lo mismo que a mi con respecto a Peter May,espero con ansiedad la tercera entrega de la trilogia y cualquier otra cosa que se publique de este enorme escritor.
ResponderEliminarYo ya tengo el tercer libro comprado, también en inglés, y espero leerlo este otoño. Cuando lo acabe, seguiré buscando otros libros suyos. Me encanta.
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