Ya conté por aquí que el mes de enero es un mes eminentemente festivo en mi isla. Tan festivo que hasta exportamos fiesta. El último fin de semana de enero, las fiestas de Sant Antoni, con sus gigantes, sus fuegos, sus ximbombes y sus músicas tradicionales se trasladan al barrio de Gràcia de Barcelona. Es una tradición que empezó hace más de 20 años, con la excusa de que muchos estudiantes mallorquines desplazados a Barcelona no podían viajar a la isla en mitad de enero, entre el descanso navideño y los exámenes. La fiesta fue arraigando y lo de pasar el último fin de semana de enero en Gràcia es ya una tradición para muchos mallorquines.
Este año, aprovechando que el evento coincidía con los 40 de mi hermana la gafapasta, decidimos hacer algo un poco diferente el resto de los años: nos fuimos un día antes y pasamos dos noches en Girona. Girona es una ciudad, bueno, una provincia que me encanta. Y así, pasamos sus 40 yendo a algunos de mis lugares favoritos del mundo mundial: Besalú, el Cap de Creus, Cadaqués y Port Lligat. También estuvimos en Girona, aah Girona, y, ya de vuelta a Barcelona, una compra de libros en el fnac (eso es tradición ya también), teatro, música tradicional y fiesta. Al día siguiente, a mí me tocó madrugón porque volvía a la isla pronto, ya que en 48 volvía a Roma. Pero aún así, fue un fin de semana estupendo.
Ya ha pasado un mes. Qué rápido ha pasado este corto Febrero.
Las fotos, de ese fin de semana. Por supuesto.
Ya lo puedes decir bonica....estupendo fin de semana :)
ResponderEliminarSííííííí...
EliminarYa lo puedes decir bonica....estupendo fin de semana :)
ResponderEliminarMuy chulo el finde. Me lo pasé pipa piposa (joer, qué expresión más tonta acabo de poner jajajajaja). Pues eso, muy chula.
ResponderEliminar