El año pasado, en el primer Festival de Primavera, estaba en el puente con el capitán y otros científicos charlando. No sé cómo, salió el tema de “Los juegos del hambre”. Un compañero preguntó qué era y, cuando le empecé a contar la trama me dijo “Ah, ¡eso es Battle Royale!”. Yo le dije que no, que eso era “Los juegos del hambre” y él insistió que era la misma trama que una película japonesa que había visto hacía tiempo, “Battle Royale”. Buscándolo por internet (estábamos cerca de costa y nuestros móviles tenían cobertura) descubrimos que la susodicha película estaba basada en una novela del mismo nombre. En ese momento decidí que tenía que leerla.
No sé si, como dicen, la autora de “Los juegos del hambre” se inspiró en este libro para escribir su trilogía o, como afirma ella, no lo conocía de nada, pero lo cierto es que las tramas no pueden ser más parecidas. En un Japón con un gobierno totalitario, existe un programa que selecciona a una clase de 50 institutos de todo el país para participar en un programa. Los protagonistas del libro, son 42 estudiantes cuya clase es seleccionada y son enviados a una isla, donde les estregan un mapa, algo de comida y un arma a cada uno de ellos. El objetivo del programa es que se maten entre ellos y quede un único superviviente.
Las similitudes entre ambas historias son más que claras. También hay diferencias, claro que sí. A mí me ha costado mucho más leer esta historia que “Los juegos del hambre”. Ésta última, a pesar de la temática, es mucho más ligera, manejable, más para todos los públicos. “Battle Royale” es mucho más dura, sanguinaria, casi gore. He tardado mucho en leerme este libro. Me resultaba agotador tanta muerte y más muerte. Cuarenta y dos estudiantes matándose entre ellos. Hubo un momento que dejé el libro en barbecho y casi abandoné. Luego lo retomé y lo he conseguido acabar. Me alegro de haberlo hecho, la verdad. Al fin y al cabo, es un libro sobre el miedo a lo desconocido, sobre el miedo a perder lo que queremos y, también, claro, sobre la maldad que algunos de nosotros llevamos dentro. Es sorprendente la barbaridad de cosas que somos capaces de hacer cuando tenemos miedo, cuando nos sentimos atacados, cuando nuestra integridad se ve amenazada.
No sé si recomendaría este libro. Repito, no es un libro agradable, pero sí que me gusta cómo te hace pensar en la naturaleza de las personas, en lo que somos capaces. En lo bueno y en lo malo. No creo que vea la película que hay basada en él. Pero quién sabe.
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