La que se está armando con el virus del ébola. Esta tarde, estaba trabajando tranquilamente y escuchando la radio cuando he oído la primera alarma de un posible caso de contagio secundario a una enfermera de Madrid. Cuando he cogido el coche tras la clase de lindy hop, he oído por la radio el inicio de la rueda de prensa en la que se confirmaba la noticia.
“Menuda cagada”, he pensado.
Sí, menuda cagada.
Estuvimos discutiendo sobre el ébola en un soleado día de verano con unas amigas, todas biólogas de carrera u honorarias. Hacía pocos días que habían traído al primer religioso enfermo y, mientras algunas consideraban el hecho una barbaridad, yo no tenía una opinión tan clara. Bueno sí: tenía (y sigo teniendo) claro que si hubiera sido un familiar mío, hubiera querido lo trajeran. Pero, pensándolo fríamente, traerlo habría sido (y fue) una barbaridad. Luego hubo un segundo caso y pasó lo mismo, con el mismo resultado final. Y luego pasó lo del espeleólogo atrapado en una cueva peruana, en cuyo rescate no participó el Gobierno porque aparentemente no cubre accidentes en situaciones arriesgadas. O algo así. Aunque, ¿no deja de ser un riesgo trabajar con pacientes enfermos de ébola?
La cuestión es que lo de repatriar enfermos de ébola ha sido una cagada, como se ha demostrado hoy. O tal vez la repatriación no lo ha sido, pero que se haya producido (de momento) un contagio sí que es una gran cagada. Movilizar enfermos contagiados de un virus tan mortífero como éste es sumamente peligroso. Me flipó en su día que se decidiera de manera rápida y aparentemente sin ningún tipo de consulta. No hablo de la consulta catalana (jajaja), hablo de que tal vez, sólo tal vez, el Gobierno español no debería haber tomado esa decisión sin consultar no sólo a expertos en el tema, sino a autoridades superiores, sí, europeas, porque, no olvidemos, la circulación de personas es libre entre nuestras fronteras, con lo que repatriar a una persona enferma a España es prácticamente hacerlo a Alemania o a cualquier otro país europeo.
Igual suena frívolo, pero lo del ébola me recuerda soberanamente a “Guerra Mundial Z”, el libro, no la película que no he visto (ni quiero ver). Desde el primer momento en el que se habló de este brote de ébola, mi mente lo compara con la epidemia zombi del libro. Y sigo haciéndolo. Las imágenes de controles entre países africanos afectados por la enfermedad me recordaban terriblemente a los controles con perros para detectar zombis que describe el libro. Hasta la presencia de un supuesto suero curativo (o los correos en mi bandeja de entrada sobre una supuesta vacuna) tiene su equivalente en el libro. Y, al igual que pasa en el libro, está empezando a cundir el pánico, a un nivel, de momento limitado y siendo ésta una epidemia, de momento, más controlada pero mucho más terriblemente real.
Sólo veo una parte positiva a esto: tal vez ahora por fin, por fin ahora, los países llamados desarrollados acepten que hay un problema serio, muy serio en algunos países africanos y que es necesario todo el apoyo internacional para frenar este virus. Porque es una cosa seria, muy seria. Hay mucha gente muriendo por culpa del ébola, mucha. Es una enfermedad muy grave y muy contagiosa y en algunos países de África está haciendo estragos. Pero parece que las únicas muertes que importan son las de blancos. Una vez más, África sigue siendo la gran olvidada. O ignorada.
La ilustración, de André Carrilho, la vi hace algunos días en twitter y no podría parecerme más adecuada.
Sabes que te digo bonica...que esta es la plaga del momento, ahora toca ébola, como tocó las vacas locas, la fiebre del pollo, la de las ovejas...la gripe A y así sucesivamente...y Dios quiera que esta también podamos contarla :-P
ResponderEliminarExacto. La malaria mata a mucha más gente diariamente que el ébola. Y apenas se habla de ella.
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