Hago la declaración de la renta desde… no sé, desde que la tengo que hacer. No soy muy fan de hacerla, siempre me estresa, siempre creo que me toman el pelo y que en el borrador no me desgravan lo que toca (y así es). Me ardieron las entrañas cuando descubrí que tenía que declarar lo que cobré simultáneamente aquí y en Grecia los meses que viví allí pero, oh sorpresa, no podía desgravar simultáneamente una hipoteca y un alquiler. “Tienes una hipoteca y ya te desgrava. El alquiler no te puede desgravar”. “Claro, claro. Pero es que pasé unos meses viviendo fuera y ¡en algún sitio tenía que dormir! Entonces, si no me desgrava el alquiler griego tampoco tengo que declarar lo que gané allí, ¿no?”. Risas enlatadas.
La cuestión es que este año se me fue la pinza con la declaración de la renta. No es que no la hiciera, la hice, pero lo fui dejando y dejando… y la hice el penúltimo día. Bueno, el último.
¿Sabéis eso que dicen de que puedes confirmar el borrador hasta el “30 de junio”?
Mentira.
Hay una letra pequeña que pone por ahí algo así como “Con resultado a ingresar con domiciliación en cuenta hasta el 25 de junio”.
¡Eso no lo dicen en los anuncios!
Yo la descubrí el 29 de junio. Y mi declaración era a ingresar. Y quería domiciliarizarla en cuenta.
No hay dolor, no hay dolor.
Horas sudando la gota gorda, sufriendo, pensando que ¡no podría hacer la declaración! Que acabaría como Bárcenas o Matas u otros políticos, con mis huesos en la cárcel. “Señoría”, me imaginaba a mí misma diciendo en un juicio rápido, “fueron unos meses muy intensos. Estuve en el mar muchos días, en viajes de trabajo, pasó el tiempo y lo dejé todo para el último día”.
Lección 1: No dejar las cosas para el último día.
Al final, surfeando por la web de la agencia tributaria, haciendasomostodos, encontré una solución: podía presentar la declaración si pedía un aplazamiento del pago.
¿Aplazamiento del pago?
Ay, madremía, ¡menos mal! Sólo qué… ¿Qué pensarán los de haciendasomostodos cuando vean que solicito un aplazamiento del pago teniendo suficiente dinero para hacer el pago? Es igual. Botón“Aceptar”.
Pero…
Pero no me funcionaba bien el rollo ese del certificado electrónico. Infierno. Estrés. Eso me pasa por no actualizar el certificado cuando toca y no instalarlo convenientemente en el ordenador cuando toca. Día 30 por la mañana lloriqueándole al informático del curro para intentar arreglarlo.
Lección 2: Actualizar las cosas esas electrónicas cuando toca. Nunca sabes cuándo (ni con qué urgencia) las vas a necesitar.
Finalmente, el 30 de junio a las 09:26 –ahí, viviendo al límite-, corregí mi borrador de la declaración (sí, había un fallo, 30 euros me quería timar haciendasomostodos) y pedí un aplazamiento de pago… ¡para el 5 de julio!
Las deudas hay que pagarlas cuanto antes, mejor.
Y pasaron los días.
Y las semanas.
Y sufría en silencio, porque no sabía nada y no se lo había contado a nadie. ¿Por qué? Porque a cualquiera que se lo dijera me diría “Mira que eres tonta, ¡dejarlo todo para el último día!”.
Y me fui a Roma. A trabajar. Y me tomé unos días libres por allí de paseo. Y hasta fui a Florencia. Y volví.
Y al cabo de unos días (23 de julio, exactamente) dije “Uy, voy a abrir el buzón, para vaciarlo de propaganda”. Y allí, escondido entre propagandas de sushi y pizza a domicilio, había una notificación de correos. “Uy, una notificación de correos. Uy, de una comunicación de haciendasomostodos. ¡Ah! Lo de la renta. Uy, llegó al día siguiente de que me fuera y uy, ¡ya ha caducado!”. Crisis total y otra lección aprendida.
Lección 3: Sacar el correo del buzón cada día.
Llamé a la oficina de correos y me confirmaron que la comunicación ya no estaba allí, pero que no me preocupara, que me la volverían a mandar. “¿Seguro?”. “Sí, es el trámite habitual”. “¿Seguro, seguro?”. "Que sí".
Y pasaron los días.
Y las semanas.
Y hoy, sí, precisamente hoy, 26 de Agosto, me llega una carta de haciendasomostodos. De esas largas que no entiendes nada y te vas al final, a ver si pillas algo. No he entendido nada. Pero he visto la fecha de la carta (5 de Agosto) y luego he leído las palabras “15 días naturales” y he empezado a transpirar copiosamente. Luego me he calmado (un poco), lo he leído bien y he entendido algo así como que podía recoger la comunicación por internet con certificado electrónicoblablabla.
Dos horas batallando con el mardito certificado electrónico, la mardita sede electrónica de haciendasomostodos y la madreque… Cerrar, abrir, cerrar, abrir, instalar nosequé, activar nosequé.
Pero al fin he conseguido mi comunicado de 8 páginas.
Ocho páginas.
Casi dos meses después y con los nervios que he pasado pensando que iba a acabar en la cárcel, ¿me escriben 8 páginas? ¿No podrían resumir?
Bueno, lo que he entendido de las 8 páginas es que me conceden el aplazamiento de mi deuda “al haberse apreciado la existencia de dificultades transitorias económico-financieras y teniendo en cuenta sus posibilidades de generación de recursos”. En realidad, yo no quería un aplazamiento. Yo sólo quería pagar. Pero bueno, tengo la deuda aplazada hasta el 22 de septiembre. Creo entender que me lo cargarán en cuenta, pero voy a leerlo otra vez por si acaso, no sea cosa que al final, sí, realmente acabe en la cárcel.
Y me van a cobrar 3,46 € de intereses.
Por tonta.
Juasjuasjuas. Ya lo sabes para la próxima. Si me hubiera pasado a mí, hubiera sido como más normal, ¿no? Jajajajajaja. Pero yo la presenté y la cobré. Porque, por ahora, siempre me han pagado. Creo que tengo suerte en eso jejejeje.
ResponderEliminarYa. Me estoy acuariando, creo. Me lo tengo que hacer mirar.
Eliminarjajaja, Hacienda va a terminar matando a más de uno de estrés o del susto. No me extrañaría que dentro de nada la OMS incluyera la declaración de la renta como una de las causas frecuentes de infarto ;P
ResponderEliminarUff, todavía hoy he vuelto a leer la carta porque creía que me iban a cobrar el 6 de septiembre y ya me estaba estresando otra vez. Luego he visto que era el 22 y me he tranquilizado un poco. ¡Pero sólo un poco! :)
EliminarA una compi del curro le pasó exactamente lo mismo que a ti. Llego y me dice que como tenía que pagar, que había pensado: pues les pago el último día, que la final haciendaNOsomostodos. Y el 30 descubrió lo del 29.
ResponderEliminarYo suelo empezar a mirarla en el primer mes y me da rabia descubrir que no soy lo bastante rica como para estar obligada a echarla pero, en caso que tuviera que echarla, me saldría a pagar. Hacienda es para los que saben como hacer chanchullos para que te devuelvan y sea invirtiendo, en B o cosas por el estilo.
El mes pasado me subieron el sueldo y me dio la risa cuando vi la subida: 25€ de mierda. Pero he llegado al límite mínimo para estar obligada a hacer la renta el año que viene. Aghhh.
Este año no me pilló el toro, pero casi. Jejeje, bienvenida al club de los que declaran a Hacienda...
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