Curiosa ciudad, ésta.
Una ciudad con edificios en los que el primer piso es el 01 y el segundo piso es el 1.
Es tan rara esta ciudad, que hasta hay tostadoras en las mesas de los restaurantes.
Así no me sorprende que en el Parlamente Europeo se tomen decisiones raras. Nosotros, por si acaso, comemos cada día vigilando a los europarlamentarios.
Menos mal que siempre nos quedará el chocolate. De las variedades más curiosas. Hasta de confeti.
Ahora que lo pienso, esta tableta se parece un poco a unas gráficas que hecho hoy, ¿no?
Ay, Bruselas, Bruselas.
Raro, raruno, raruno.
ResponderEliminarEn 2008 yo estuve yendo todos los lunes a Bruselas. Lo recuerdo con horror, por los madrugones, pero con carino, porque, aunque aburridos, siempre me pareció una ciudad agradable.
Ostras, menudo suplicio, todos los lunes a Bruselas. Yo aún no he decidido si es una ciudad que me encanta o que odio. Paso de un estado a otro en un plis, e incluso siento amor y odio hacia ella simultáneamente. Muy raro todo.
EliminarMuy inquietante eso de los pisos. Esa gente oculta algo...
ResponderEliminarTienen que ocultar algo, sino, ¿por qué hacen esas cosas? No creo que se les hubieran acabado los botones de 1 y 4.
EliminarMe llamó la atención que no hubiera piso 13 en hoteles, pero lo que muestras es mucho mejor, jajajaja
ResponderEliminarYo había oído que en algunos aviones no hay fila 13, pero no sé si es un mito. Y sí que conozco un hotel cuya habitación 13 se llama 12A. Qué manía le tiene la gente a ese número.
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