Ayer, por ejemplo, estuve en el desierto del Namib.
Y allí aprendí esta lección: si hay agua, hay elefantes; si hay micro-agua, hay
micro-elefantes.
De esta manera tan clara y visual nos explicaba
Chris, el responsable de Living Desert Namibia por qué en el desierto no hay
elefantes, ni jirafas, ni leones: no hay agua. En cambio, la presencia casi
continua de niebla en la zona provee de gotas de agua, de humedad, de
micro-agua a las criaturas que viven en el desierto, criaturas de pequeño
tamaño capaces de aprovechar los recursos disponibles de la mejor manera
posible. Micro-elefantes.
En realidad, yo esto ya lo sabía, claro. Es lo que
tiene haber estudiado Biología. Pero lo fabuloso es la capacidad de Chris de
transmitir el amor y respeto por la naturaleza, por sus criaturas,
sorprendernos no sólo por lo que cuenta sino cómo lo cuenta: genial la
demostración de acumulación de agua en la dolar
bush (Zygophyllum stapffii) o la
de la presencia de metales en la arena de las dunas. Y brutal y eficaz la
exhibición de fotos sobre la erosión que quads y coches todoterreno provocan
sobre las zonas planas de gravilla del desierto. Didáctico, ameno, divertido,
eficaz. Ojalá todo el mundo que se dedica a la naturaleza fuera capaz de
transmitir así su pasión.
Camaleones, serpientes, lagartos, geckos, escarabajos,
arañas, escorpiones. Estos son los micro-elefantes que se pueden encontrar en
el desierto del Namib. Criaturas increíbles, impresionantes, capaces de vivir
en las duras condiciones desérticas, criaturas sorprendentes y muy hermosas. Ayer
vimos camaleones, tres especies de serpientes, lagartos y el gecko (más información sobre las especies aquí). Me quedo con los camaleones. No, con los geckos. Bueno, no sé.
Una experiencia maravillosa visitar el desierto de
Namib. Y eso que apenas salimos de Swakopmund, tan sólo disfrutamos de una
pequeñísima esquinita de este desierto, de sus zonas áridas y planas y de sus
dunas, subiendo por ellas y disfrutando de la increíble imagen del océano
Atlántico desde lo alto de las mismas, ahí, justo al lado.
Así que ya sabéis, si hay micro-agua, hay
micro-elefantes.
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