Hace unos días, una persona con mucha más edad que yo y, por tanto, mucha más experiencia, me contó lo que hacía cada vez que se encaprichaba de algo: espera un tiempo, para descubrir si eso que desea es simplemente un capricho o si realmente es algo que necesita.
Aunque él simplemente lo contaba para explicar por qué tardó varios años en comprarse un reloj que le gustaba y no lo explicaba como un consejo, a mí me pareció un consejo maravilloso.
Y decidí seguirlo.
Así que, hace unos días, decidí tomarme las cosas con calma y esperar, para tratar de decidir si algo que me apetece es sólo un capricho o es algo más.
Y así estoy, esperando.
Ya veremos.
En la foto, una pequeña caracola que me traje de mis días de mar. Un pequeño capricho. Éste sí.
Pues ya dirás si es un capricho o no.
ResponderEliminarYo también suelo tener ese ritual. Si me gusta algo pero no estoy convencida, no me lo compro y sigo con mi vida. si en una semana sigo pensando en ello, voy y me lo compro.
ResponderEliminarMe parece una manera sabia de actuar. Yo hice eso por ejemplo con los sofás de casa. Pero en este caso no me refería a algo material, jejeje. ;) ;)
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