Ya lo dijo Murakami, hay que bailar, bailar, bailar sin parar, para hacer que el mundo siga rodando, para que todo siga su camino.
Así que yo hago caso y bailo, bailo, bailo.
Lo que me echen.
Tanto música tradicional mallorquina (ball de bot) en el 50 aniversario de S’Estol des Gerricó (hace ya un par de semanas, cinco horas y media de música y baile. Totalmente irrepetible), como swing (lindy hop) en la inauguración de una escuela de baile, Tandem club, con los Monkey Doo o al sol en una mañana de domingo, en la terraza del museo Es Baluard, con Swing and Shout.
La cuestión es bailar.
Y que el mundo siga rodando.
y no ha terminado el día bonica, dentro de un rato al Almatesta :-)
ResponderEliminarMenudo fin de semana, madre mía...
EliminarY el próximo, más.
ResponderEliminar¡Esto es un sinvivir!
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