martes, 5 de noviembre de 2013

Marsella

Aunque tengo pendiente de colgar fotos de mi viaje anterior por Bélgica, pero prefiero acabar con mi serie de entradas sobre Marsella.

He dicho muchas veces que Marsella es una ciudad que no me gusta. Ahora diría que es una ciudad que no me gusta demasiado. Pero por fin he descubierto cosas que no conocía de ella. Y que me han gustado. De Marsella me ha gustado:

Las vistas desde Notre Dame de la Garde. Y su interior bizantino. Y las placas de agradecimiento.

Le Phalais du Pharo del que ya hablé aquí y las vistas que tiene del Puerto Viejo y de la Catedral.

El mercado de pescado que se monta por las mañanas en el Puerto Viejo.

El pabellón de espejo en el Puerto Viejo. Y las palabras bajo él escritas al revés que, vistas a través del espejo, te recuerdan que tienes el mar, justo ahí delante.

Las tablas de quesos para postre con tal variedad de quesos que es imposible saberse sus nombres. A no ser que seas francés.

El atardecer desde el Puerto Viejo. O desde le Phalais du Pharo.

Los jabones.

El casco antiguo, con miles de detalles interesantes, tiendas curiosas y rincones inspiradores.




















2 comentarios:

  1. Tu foto de la ventana con flores y ropa tendida me ha encantado.
    Me anima un montón. Lo necesitaba.
    Voy a quitar la que tengo de fondo de escritorio de zebras que hiciste y la cambio por esta, que me da un buen rollo que no te lo puedes imaginar.
    Muchas gracias.

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    1. Me alegro de que te de buen rollo, porque es lo que yo sentía cuando paseaba por la placita en la que la encontré. La vi de lejos y tuve que ir a hacerle una foto. Emanaba un buen rollo total. No sé si son los colores, las flores o la ropa al viento, pero fue un momento muy guay.

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