domingo, 9 de diciembre de 2012

Contrastes

Tres días cogiendo aviones sin parar, casi sin ton ni son. Seis aviones, ocho aeropuertos, en menos de 48 horas.

Ha sido agotador.

Pero estos excesos permiten muchas cosas, vivir muchas cosas. Como sentir los contrastes de dejar un aeropuerto en mitad del desierto, con un calor considerable y (escala de por medio) llegar a otro aeropuerto a bajo cero. De la arena a la nieve. Del (casi) verano al (casi) invierno. Del Hemisferio Sur al Hemisferio Norte. De la África negra a la Europa blanca.

Y, de vuelta a casa, lavadoras, secadoras, deshaciendo y haciendo maletas, y volver a empezar.

Ver, sentir, soñar, vivir, viajar.

En las fotos, los contrastes: a punto de coger el avión en el aeropuerto de Walbis Bay (Namibia) y dejando pasar las horas en el aeropuerto de Munich (Alemania).


Y hoy, actualizando desde Ancona (Italia).



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