… sentir unas ganas irrefrenables de volver a Creta y recorrer los 15 Km de la garganta de Samariá...
Yo debería estar escribiendo la carta a los Reyes Magos.
Pero hoy ha sido un día largo.
Mañana en gran hipermercado comprando. Mediodía ultimando regalos de Reyes (está sobrevalorado eso de que dejarlo todo para última hora provoca grandes colas y estrés. Yo he comprado la mar de tranquila). Tarde viendo la Cabalgata. Noche envolviendo regalos. Y todo ello en plena recuperación de mi primera gastroenteritis del año (el año pasado pasé por tres). Así que ni tiempo de escribirles la carta a los Reyes he tenido. Y eso que quería pedirles muchas cosas. Salud para amigos y familiares. Trabajo y amor para los que no lo tienen. Y a Visitante un hombre, que aunque este año no os lo ha pedido, sé que lo quiere (yo no lo pido, porque ya me lo pidió ella al gordo de rojo y no quiero ni pensar en lo que pasaría si yo os lo pidiera también. Y recibiera doble regalo. ¿Dos hombres de mi vida enteritos para mí? Hm, creo que me estresaría). Ah, y ya que estamos, quitadle de encima la pereza y los mocos, hombre ya, ¡que esto no puede ser! Ah, y para mi hermana la gafapasta también quería pedirles que se llevaran su gastroenteritis que llegó a juego con la mía, aunque la mía mejora y ella ha tenido una recaída. Bueno, y a mí me gustaría acabarme de quitarme de encima esta tristeza infinita que ya ni es tan tristeza ni tan infinita, pero no acaba de desaparecer. Y ya que estoy (me he emocionado) quiero un portátil para casa, una cámara de fotos compacta nueva y otro portátil para el curro. Y también (estoy que me salgo) una manta verde preciosa que he visto en la tienda de ropa de hogar de la esquina. Quedaría divina con mis sofás naranjas. Y lana, porque quiero tejerme una falda, mini.
Bueno, me he dispersado.
El tema es que hoy estaba en mitad de una vorágine de compras varias, con un cansancio absurdo debido a la dieta blanda que sigo desde hace 3 días (y que mañana me salto para desayunar roscón) y de repente, de repente… de repente he sentido unas ganas irrefrenables de volver a Creta, de calzarme mis botas de montaña y recorrer la garganta de Samariá, de llegar a las Puertas, donde las rocas de 300 m de altura están separadas por apenas 4 metros, y sentir de nuevo el viento que corre por ellas, de alcanzar el final del camino, tras 15 Km (¿o eran 16?) y un desnivel desde los 1250 m al nivel del mar.
No sé por qué, pero he sentido eso.
Tal vez es que ya hace más de un año que no voy por Creta. Tal vez es que ya llevo demasiados días de vacaciones haciendo el vago. Tal vez es que, simplemente, tengo ganas de volver. Así que, queridos Reyes Magos, además de todo lo que he escrito más arriba, os pido una cosa más: este año, quiero volver a Creta.
En la foto, las puertas de la garganta de Samariá (Creta), la penúltima vez que estuve en esa isla, en junio de 2010. Hace tanto, ya.
Gafapasta gastroenterítica está esperando a ver si ve algún Rey Mago.... Bueno, por la escalera de la finca se han oído a un par jejejeje.
ResponderEliminar2013 is gonna rock!
ResponderEliminar1 hombre para cada una.
Ains, voy a dormirme, que dicen que si está despierta no dejan regalo.
Tú también sigue el consejo =)
A ver, ¿qué ha sido de la costumbre esa de irse a dormir pronto el día de Reyes?
ResponderEliminarAcostarse tarde y levantarse pronto... Es más emocionante jejejeje
ResponderEliminarPues ya me dirás cómo lo haces, porque yo en toda la semana no he sido capaz de levantarme todo lo pronto que debiera!
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