Hacía tiempo que no iba al teatro. Hacía tanto que la etiqueta “teatro” aún no había parecido en este blog. No pasa nada, hoy queda inaugurada.
Descubrí a la compañía EGOS Teatre hace algo menos
de dos años, gracias a un amigo que nos recomendó ir a ver con él “La casa sotala sorra”. La vimos el día de Sant Jordi de 2011, entre la compra de libros
habitual en ese día y una noche divertidísima con amigas en nuestro bar
favorito. Me encantó. Me lo pasé estupendamente y salí de la obra con tal
subidón que me prometí a mí misma ir a ver cualquier obra de esta compañía siempre
que me fuera posible.
Así, cuando el mismo amigo me avisó que volvían a la
ciudad, me apunté. Podría escribir y repetir cada una de las palabras que en su
día escribí sobre la obra. Y como están escritas en un blog que ya está cerrado
e inaccesible para la mayoría, las repetiré. Más o menos.
“El crim de Lord Arthur Saville” es una adaptación
de una historia de Oscar Wilde. Lo primero que tengo que decir es que no me
extrañaría que la hubiera leído, porque me sonaban muchas cosas. Y creo que es
perfectamente factible, porque en mi primera etapa universitaria me enganché a
los autores anglosajones (sí, la gente de ciencias también lee), Oscar Wilde
incluido. Lo segundo que tengo que decir es que me lo pasé genial. Otra vez.
Reí mucho y disfruté mucho. Igual que con la obra anterior. Pero no sólo eso.
Creo que el trabajo que hace esta compañía es espectacular. Lleno de calidad en
todos los aspectos: los personajes, los números musicales, la escenografía, el
vestuario, la historia. Una historia misteriosa, trepidante y sobre todo
divertida. Todo un volcán de energía, sincronización y grandes actuaciones y
voces sobre el escenario. La hubiera vuelto a ver, ¡la quiero volver a ver! Ojalá
vinieran más por aquí. Ojalá tuviera oportunidad de ver sus otras obras que no
he visto. En cualquier caso, sé que no es la última obra que veré de los chicos
de EGOS, ¡lo sé! Es maravilloso ver el trabajo de gente que disfruta tanto,
tanto, con lo que hace y que es capaz de contagiar ese entusiasmo y esa alegría
al público, con una profesionalidad absoluta. En este país las cosas irían
mejor si más gente viviera su trabajo de esta manera: con amor, energía, cariño
y respeto infinito.
La recomiendo. Y mucho. Y cualquier cosa de EGOS Teatre.
Lo que sea. No os defraudará.
Y para rematar la noche teatral, acabamos cenando
algo cerca del teatro, donde acabaron también recalando los chicos de EGOS. ¡Gracias
por la foto! Y ahí estaba yo, rodeada de gente del teatro, los EmbruixArt y los
EGOS, ¡qué gran día!
Y para re-rematar la noche, de copas con otros
amigos. Aaah, qué maravilloso fue eso de estar de vacaciones. ¡Y qué lejanas
parecen!
Y aquí van los tráilers, versión catalana (la que yo vi) y castellana. ¡Para todos los gustos!
Y aquí van los tráilers, versión catalana (la que yo vi) y castellana. ¡Para todos los gustos!
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