Aunque me gustaría poder decir lo contrario, no tengo costumbre de leer libros en inglés por voluntad propia. Sí que me leí los cuatro últimos de Harry Potter voluntariamente en inglés y también algunos de Victoria Hislop (en concreto dos; otro lo tengo pendiente y me quedan conseguir otros dos), pero en general, los libros en inglés que pululan por casa (regalos o comprados en algún arranque de mejorar el inglés cuando estoy por el mundo), pasan mucho tiempo sin ser leídos, porque nunca encuentro el momento adecuado.
Así, la única manera de leer en inglés es que me obliguen. El año pasado, para clase de inglés, leí dos y este año vamos por el mismo camino. Me gusta, me parece importante leer en inglés para mantenerlo, mejorarlo y aumentar mi vocabulario (Stop using the Word “thing” in your compositions. “Thing” doesn’t mean anything[*], dice mi profe), pero me cuesta, y mucho. Suelo leer por las noches, cansada de todo el día y lo hago para relajarme y desconectar, no suelo tener la capacidad mental de concentrarme en un idioma distinto a los dos míos después de un largo día.
He leído “Un mundo feliz” por obligación académica, claro. El año pasado tocó “1984” de George Orwell. Sí, hay cierta relación entre las dos novelas. En mi caso, la gran diferencia es que había leído “1984” de adolescente, en cambio, me he enfrentado a este “Brave New World” con la ilusión e incertidumbre de una nueva historia.
“Brave New World” nos muestra un futuro tan limpio, perfecto y correcto como prefabricado, cerrado y ausente de cualquier vestigio de imaginación, inquietud, ciencia o arte. Un futuro en el que las relaciones son esporádicas, nos niños nacen artificialmente y las castas sociales se definen en el momento de nacimiento. Una sociedad en la que cada uno tiene un papel claro y establecido, con unas obligaciones y derechos definidos por su casta y una droga universal y casi perfecta (el soma) para tomar en casos de angustia, soledad, estrés o cualquier otro sentimiento negativo inaceptable en el mundo feliz de su título en castellano. Un mundo en el que todo el mundo vive regido por esta sociedad cerrada y opresora, que es lo que en realidad se esconde detrás de esa aparente felicidad, excepto por algunos salvajes que viven más allá de la sociedad. Pero claro, como en toda buena historia, tiene que pasar algo: personajes que ponen en duda esa sociedad perfecta y la aparición de un salvaje que ve con ojos sorprendidos este mundo supuestamente feliz, con sus consiguientes conflictos.
Me ha gustado mucho más este libro que “1984”, aunque en el fondo no muestra unas sociedades tan distintas: un futuro de opresión y de control. La gran diferencia es que en “1984” esto se muestra en toda su crueldad y opresión; para mí es un libro gris y oscuro, muestra un futuro terrible y lo muestra como tal. En cambio “Un mundo feliz” es un libro luminoso y brillante; la crueldad y opresión está detrás de esa aparente luminosidad, juega más con la ironía y por eso me ha gustado más. Me parece tan terrorífico como el anterior, pero me gusta mucho más su planteamiento ambiguo y con un toque más divertido
Lo recomiendo mucho. Así como “1984” no lo volvería a leer en una buena temporada, no me importaría repetir “Brave New World”.
[*] Dejad de usar la palabra “cosa” en vuestras redacciones. “Cosa” no significada nada.
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