martes, 12 de enero de 2016

Mis plantas

Ayer iba a escribir una entrada sobre lo que pasó en Nochevieja en Alemania, o sobre machismo y feminismo, o sobre mis dos anteriores noches toledanas, provocadas por cosas de esas de mujeres. Pero tenía tanto sueño que no escribí nada. Hoy iba a escribir sobre esos mismos temas o sobre lo que ha pasado hoy en Estambul. Pero he pensando, no, no, no y no. He acabado el día a las 10 de la noche y no tengo ganas de enfadarme, enfurruñarme o alterarme por nada. Los días laborales son largos, los inviernos oscuros y en el mundo hay suficientes reflexiones sesudas sobre temas de actualidad y temas interesantes.

Así que me he dicho, voy a escribir sobre las cosas que me hacen feliz y me relajan. Como mis plantas. Ay, mis plantas. Las tenía tan abandonadas que hace más de un mes fui a comprar algunas y ni siquiera las había trasplantado. Y alguna se murió, mi fresal y otra que había comprado. Con el relax de las vacaciones navideñas no había tenido tiempo (qué contradicción) de hacer nada con mis plantas, así que el sábado pasado decidí que era hora de trabajar mis tierras. Me refiero a las macetas de mi balcón, claro.

Por fin las buganvillas han florecido, bueno dos de las tres plantas. Hay muchas flores, muchas, muchas.

He trasplantado un miniclavel que me regalaron hace mucho. A ver si en su nueva maceta me da más flores esta primavera.

He decidido volver a intentarlo con los guisantes. El año pasado no fue del todo mal, a ver qué tal este.

Tengo un nuevo fresal, a ver si éste me acuerdo de regarlo y no lo dejo morir de sed.

He trasplantado el jardín de ginkgos a una maceta un poco más grande. En el proceso, intenté separar los tres árboles, sobre todo el pequeñito que nació hace dos años. Imposible. La masa de raíces es tan robusta que no me atreví a hacerle daño. Los ginkgos han perdido ya las brillantes hojas amarillas que tenía hace un mes y son unos tristes palitos desnudos. Pero en cualquier momento crecerán yemas y tendremos una explosión primaveral. Bueno, en cualquier momento no. En dos meses más o menos.

He trasplantado los bulbos de los narcisos, tanto los que guardaba desde el año pasado (ya viven su tercer año) como los nuevos que compré este otoño. A ver si vuelven a florecer.

Además, he sembrado zanahorias y unas semillas de flores variadas que me regalaron en la Expo de Milán.  De eso no hay foto. Son muy sosas las macetas que sólo contienen tierra.








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