jueves, 24 de julio de 2014

Roma. Segunda parte

Anoche volví de Roma.

Como ya conté el otro día, la primera parte del viaje fue de trabajo. La segunda, ha sido de placer.

Aunque, bien pensado, Roma es siempre un placer. A veces un placer triste, a veces un placer alegre. Esta vez fue un placer caluroso. Y pasado por agua.

Ha sido bonito volver a sitios que ya había estado, pero con gente nueva. Conocer sitios nuevos. Disfrutar de la gastronomía (me he vuelto muy, muy fan de los ñoquis). Ir y venir. Caminar de arriba abajo. Pasear. Observar. Hacer fotos.

Roma es exagerada en todo, hasta en los sentimientos que genera y la rodean. Es exuberante, casi inalcanzable. Y supongo que ahí está su genialidad. Roma es genial. Incluso con calor sofocante o bajo un diluvio universal impropio del mes de julio. Incluso llena de turistas. Es única y, siempre que trato de hablar de ella, me quedo sin palabras.

Es inevitable.













2 comentarios:

  1. Cuántos recuerdos... me encantó Roma. La fontana el Coliseo y las catacumbas. Me encanta tu blog y me quedo por aquí. Antes te invito (si quieres) a que te pases por mi blog (te quedas no?) y podamos compartir libros y palabras. Bonita entrada¡¡¡ Nos leemos¡¡

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    1. Es que Roma es increíble. Gracias por tu comentario, me paso por tu blog también.

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