martes, 17 de septiembre de 2013

"Dublineses" de James Joyce

Durante los días que pasé en Dublín a principio de año, visitamos de manera más o menos recurrente varias librerías. Las librerías me encantan y los precios de los libros allí eran más que asequibles. Una combinación perfecta, vamos. No sé cuántas librerías visitamos, probablemente media docena, o incluso más, pero en todas ellas (o en casi todas) había una obra destacada en sus estanterías: “Dubliners” de James Joyce.

En cada librería sentí la tentación de comprar el libro. ¿Qué mejor manera que recordar una ciudad que has visitado que con un libro sobre sus habitantes, escrito además por uno de sus ciudadanos más ilustres? No había leído nada de James Joyce, pero admito que es un autor que siempre me ha dado un poco de vértigo, porque siempre he creído que sería difícil de leer. Y más en inglés. Así al final opté por no comprarlo y me decanté por otros libros, prometiéndome que intentaría conseguir una versión traducida y leerla.

Creo que no había vuelto a pensar en ello hasta hace unas semanas, cuando me puse a ojear una colección de libros que tienen mis padres, estando en su casa y mientras hablaba por teléfono con mi hermana la gafapasta. Es una colección que compraron durante mi adolescencia y de la que entonces leí unos cuantos libros. Y entre esos libros estaba “Dublineses”. Vi el libro, lo cogí, lo ojeé y se lo pedí prestado a mis padres. Como había acabado hace poco de leer otro libro en papel, me puse con él casi de inmediato. Aunque admito que la edición me daba un poco de pereza: la letra es pequeña y un poco borrosa, no demasiado agradable a la vista. Y la verdad es que la traducción no me ha gustado mucho.

“Dublineses” lo forman quince relatos cortos, historias variadas con un común telón de fondo: Dublín. Son historias con protagonistas muy variados: desde niños a adultos y también de longitud variada. Algunos relatos me han gustado mucho, otros bastante, otros poco y otros me han dejado totalmente indiferente. Tal vez el relato más conocido es el último (y más largo) del volumen: “Los muertos”, que me ha sorprendido de una manera muy curiosa, pues el principio no parece indicar, para nada, el tipo de historia que cuenta. Me dejó con la boca abierta. Además, este relato me ha permitido conocer una canción tradicional irlandesa, “The Lass of Aughrim” y descubrir a Ewan McGregor interpretándola en “Nora” (película en la que da vida precisamente a James Joyce y que tengo que ver). También he descubierto que John Houston hizo una película basada en él y que también tengo que ver, claro.

Dos fragmentos del relato:

“De manera que ella tuvo un amor así en su vida: un hombre había muerto por su causa”.

“Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión que marchitarse consumido funestamente por la vida”.

Uff.

4 comentarios:

  1. Dublineses lo leí en la universidad, me gustó (me hubiera gustado más si no hubiese sido obligatorio, pero va)... tendrías que perderle el miedo a leer en inglés porque hay traducciones por ahí que dan auténtico sustito!

    :D

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    1. Intento tener casi siempre algún libro en marcha en inglés, pero tienen que ser libros que me enganchen, sino me vence la pereza y alargo la lectura meses y meses. Éste en concreto creo que se me hubiera hecho duro, aunque sí que hay algunos de los relatos que no me importaría releerlos en inglés.

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  2. Una maravilla absoluta el último relato de "Dublineses". En mi opinión, una obra cumbre de la literatura del siglo XX (y a lo mejor unos cuantos siglos más).

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    1. Quiero volver a leerlo en inglés. ¿Por qué el resto de relatos del libro no son así? Igual lo que digo es un sacrilegio, pero algunos son hasta prescindibles...

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