jueves, 31 de octubre de 2013

Inauguración

Ayer no quise actualizar con cosas del congreso porque no quería aburrir con mis historias “congresistas” y por eso fue una entrada eminentemente visual. Luego me di cuenta de que sí, estos días he escrito mucho sobre el congreso pero en realidad no había publicado aún nada: dos entradas las escribí en papel y una tercera con el portátil, pero ni me acordaba de ella. Así que hoy sí que actualizaré sobre el congreso. De hecho, con algo que escribí el primer día, el lunes por la mañana, durante la sesión inaugural.

Necesito hacer cosas. No puedo tener la mente quieta. Soy intranquila, más intelectualmente que físicamente. Necesito estar trabajando o leyendo o escribiendo o haciendo algo. A veces no me basta con hacer sólo una cosa. Por eso, en reuniones suelo leer y contestar correos o tomar apuntes sobre cosas que no tienen nada que ver con la reunión. No es que no escuche, al contrario: dispersar mi atención me ayuda a concentrarme.

Estoy en el auditórium de Le Palais du Pharo, esperando a las autoridades que inaugurarán el congreso en el que estoy. Son las 10 de la mañana de un lunes y aún no he hecho nada. Y eso me pone nerviosa. Con todo lo que tengo que hacer.

Me gustan los congresos, me gusta ver gente, reencontrarme con colegas que hace tiempo que no veo, pero también me pone nerviosa la sensación de no hacer nada, de perder el tiempo. Que no es así, que no pierdo tiempo asistiendo a charlas, leyendo pósters y charlando con colegas con los que comparto intereses. Pero no me basta, quiero más.

En otros congresos internacionales a los que he ido, todos los españoles nos juntábamos de manera natural, sin importar de qué institución veníamos ni la jerarquía científica. En mi primer congreso, me partía de risa con los chistes que contaba un colega que después descubrí que era un eminencia científica. En este congreso, hay muchos españoles y no sé con quién juntarme. ¿Con los de mi institución? ¿Con los de mi edad? ¿Con los de mis líneas de investigación? De momento, deambulo de un lado a otro, sin encontrar mi ubicación natural. Miro alrededor en busca de rostros conocidos y de rostros que quiero conocer. O mejor dicho, trato de leer nombres de gente a la que quiero conocer. Ponerle cara a alquien de quien conoces sus trabajos, su investigación, es curioso. Pero es una diversión propia de estos eventos.

Reflexiones antes de la inauguración: un congreso en el siglo XXI en el que participa gente de todas las edades, muchos jóvenes, necesita un hashtag en twitter. Y no lo tiene. Y ponerse de pie para recibir a las autoridades está pasado de moda.

En la foto, cosas que hago mientras escucho charlas en el congreso, para concentarme.

3 comentarios:

  1. Lo de la foto me ha dejado O_O.
    ¿En qué consiste? I want to learn =)

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    1. ¿No lo conoces? Es un cuadrado con 25 celdas. El objetivo es escribir todos los número del 1 al 25. El primero lo pones donde quieras y vas poniendo los demás correlativamente siguiendo estas normas: para escribir el siguiente número en horizontal o vertical, tienes que saltar dos casillas. Para escribirlo en diagonal, tienes que saltar una casilla. Inténtalo. Mola.

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  2. Pues si, lo intentaré. Aunque no soy mucho, por no decir nada, de sudokus y crucigramas complicados.

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