Hoy toca escribir sobre varias películas que he visto en los últimos tiempos.
Vi por primera vez “Alas de mariposa” de Juanma Bajo Ulloa hace bastantes años y me encantó. Como no la recordaba demasiado, la volví a ver el otro día y me volvió a gustar mucho, tal vez no tanto como la primera vez, pero sí que me impactó como entonces. Es una historia tan fascinante como terrorífica: la obsesión de una madre por dar un hijo varón a su esposo (algo de lo que éste pasa olímpicamente) y como esa obsesión afecta a la primera hija de la pareja y a toda la familia. Dura y terrorífica, sí, pero vale la pena verla, mucho. Ojalá JB Ulloa hiciera más cine.
“La guerra de los mundos” de Byron Haskin es la adaptación de 1953 de la novela de H.G. Wells. Leí la novela hace tiempo y me encantó. También vi la versión de cine de 2005 de Steven Spielberg protagonizada por Tom Cruise y me dio mucho miedo, por eso sentía curiosidad por ver la versión antigua. La historia ya es conocida: extraterrestres llegan a la tierra con fines poco amistosos. Sin embargo, hay muchas diferencias en esta versión respecto al libro y también respecto a la versión de 2005. La principal, para mí, es que ésta es una película de ciencia-ficción, mientras que la de Spielberg me parece un film casi de terror (algún día hablaré sobre esa desviación que hace la ciencia-ficción hacia el terror en los últimos tiempos). Esta versión de 1953 me parece curiosa, con efectos especiales propios de la época, nada espectaculares pero sí dignos. Ah, y su protagonista, Gene Barry, me parece mucho más interesante que Tom Cruise. Y por lo visto apareció en la versión de 2005 (cosas como ésta hacen que adore irremediablemente a Spielberg).
No recuerdo si había visto ya “La chica de rosa” de Howard Deutch. Supongo que sí, porque es una de las comedias románticas más famosas de finales de los 80. Es la historia de una jovencita (Molly Ringwald) que se enamora de un niño bien (Andrew McCarthy), con todos los problemas que eso les conlleva. La típica tontería de finales de los ochenta que hacía las delicias de los adolescentes, así que no hay que esperar mucho más de lo que hay. Me encantó ver a Andrew McCarthy (me encanta) tan jovencito, y también a James Spader y a Jon Cryer (uno de los protagonistas de “Dos hombres y medio”). Entretenida para una tarde tonta.
Cuando volví de Dublín y Belfast, me hice un listado de películas rodadas por esas tierras o sobre la historia de Irlanda y entre ellas estaba “El viento que agita la cebada” de Ken Loach, protagonizada por Cillian Murphy (un tipo que me parece muy, muy turbador, y que me encantó en “In Time”). El otro día la hicieron por la tele, así que aproveché para verla. Es la historia de un joven médico irlandés que decide abandonar su carrera para combatir contra las tropas británicas en los años 20, luchando por la independencia de Irlanda. Me gustan estas historias con trasfondo histórico, en las que ves cómo la Historia afecta las vidas de la gente y cómo la gente interviene en la Historia. Es una historia dura, amarga, pero muy bien contada (ganó la Palma de Oro en Cannes), que muestra lo que la gente es capaz de hacer por sus ideales, por sus derechos y por sus principios, por encima incluso de sus propios sentimientos. Este tipo de historias me parecen muy difíciles, muy dura, pero la verdad es que la película vale la pena.
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