El otro día, en casa de mis padres:
- Nisi, ¡no sabes lo que me ha pasado!
- ¿Qué te ha pasado, papá?
- Tenía carne picada e iba a ponerme a hacer albóndigas. Me he puesto a cocinar y cuando me he dado cuenta ¡¡estaba preparando croquetas!!
- Y, ¿qué has hecho?
- Pues nada, con la pasta para croquetas que he hecho, he preparado unas albóndigas.
Y así fue como surgieron las albonquetas.
Esta noche las pruebo.
Y como no se me ocurre qué poner como foto en esta entrada ¡se queda sin foto!
Post Scriptum: Flipo. He puesto “albonquetas” en google y me han salido 9 entradas. Pero no pienso decirle a mi padre que él no es su inventor.
TIENES que poner fotos!!
ResponderEliminarYa es tarde... no quedan... No tenía a mano cámara y había dejado el móvil en casa. De aspecto eran... eran... una especie de croquetas, así rebozadas, pero redondas. Y estaban muy, muy ricas. Como eran recalentadas (jeje) les había puesto un chorretón de vino blanco ¡y estaban para chuparse los dedos!
EliminarJajajajaja. ¡Qué bueno con las albonquetas! Nada, que sea feliz pensando que las ha inventado.
ResponderEliminarLa próxima, me guardáis una para que la pruebe!!!
Y eso, haz fotos! Jajajaja.
Ya le he dicho que se apunte la receta, porque las tiene que volver a hacer. La próxima vez, prometo fotos.
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