Os presento a mi nueva mascota, el pequeño astronauta (de momento sin nombre).
Lo compré en un momento de debilidad en mis 3 horas de escala en el aeropuerto de Barcelona, de camino a Marsella. Es lo que tienen las escalas. Es lo que tienen las escalas en aeropuertos que tienen tiendas que te gustan.
Dice mi hermana la gafapasta que lo compré porque “Gravity” me impactó mucho. Yo creo que lo hice porque simplemente es monísimo, ¿no os parece? ¿No os dan ganas de abrazarlo, así como está, con los brazos tan abiertos?
Y se ilumina. Pequeño, pero muy luminoso.
No fue mi única compra en el aeropuerto de Barcelona. También cayó un atril para el libro electrónico, que me va fenomenal cuando leo mientras desayuno.
Y, además, en la nueva tienda del aeropuerto hay ¡¡chocolate con sal!! ¡¡De dos tipos!! Creo que puedo hacer una auténtica cata de chocolates con sal. Ya voy teniendo mis favoritos. Soy una experta del chocolate con sal. Sí, sí.
Influencia Gravity a tope. Que te lo digo yo. Jijijijijii.
ResponderEliminarLo que usted diga...
EliminarEl astronauta mola mil, pero...¿qué es? ¿una luz de lectura? ¿un adorno?
ResponderEliminarYa lo he encontrado en Internet. Me he enamorado, que cuco. Pero es que yo no lo amortizaría. Pero vamos, que si me lo cruzo, me lo compro.
ResponderEliminarEL detalle del tubo es buenisimo. Y las botas me encantan.
Es una luz de lectura. Lo quería para el libro electrónico, pero no me funciona con el libro :( Así que lo uso de adorno con el portátil.
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