Me leí este libro estando en Namibia, entre alguna tarde sentada en el balcón del hotel y (gran parte) en el (largo) viaje en coche de vuelta de Etosha. Es un libro ameno, sencillo, fácil de leer. Había muchas cosas que me sonaban de haberlas leído en el blog, pero también es cierto que descubrí algunas que no había leído en su día o son cosas nuevas. Me ha pasado algo curioso con este libro: cuando leía, tenía la impresión de que había cosas repetidas en el libro, que eso lo había leído hacía poco y lo tenía muy fresco, pero supongo que es porque ya había leído mucho de maternity en el blog y lo recordaba muy bien.
El libro es básicamente sobre la maternidad, cómo te cambia la vida y cómo la vive una madre desnaturalizada y sin superpoderes como Moli se autodefine. Si algún día tengo niños, la verdad es que creo que seré un poco como Moli en lo de desnaturalizada y sin superpoderes. Pero debo confesar que también me apunto mentalmente cosas que hace que me encantaría hacer con mis hijos: infundirles el amor por la lectura, dejar que cada uno desarrolle sus inquietudes, las sesiones de cine con sus princezaz. Me parece que es una madre cojonuda, aunque admita que hay veces que las circunstancias le superan. Como a todas las madres, como a todas las mujeres, como a todas las personas en algún momento de nuestras vidas.Cuando vi el título del libro, tuve la sensación que era el primero de una saga. “Cosas que le pasan a…” permite bucear en las distintas facetas de Molinos. Sí, porque ella será una madre sin superpoderes, pero también es una despellejadora nata, lectura compulsiva, amante de Gin Tonics, habitante de una pradera de libros de colores y muchas otras cosas que sólo se descubren visitando su blog, Cosas que (me) pasan.
En la foto, disfrutando de una tarde de inusual buen tiempo en mi balcón en Swakopmund, con el faro al fondo.
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