tag:blogger.com,1999:blog-87041573020712423092024-03-13T22:04:07.512+01:00Terra incognitaNisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.comBlogger646125tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-78136465140958450192023-12-31T14:53:00.000+01:002023-12-31T14:53:09.004+01:002023<div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW0wQKxoehmcVGWMxgIEEEa4wm-fVvtJX0hUEPG5c6WsgJKP5hvSbD45yIZ8IfkNnv9pyKV-_oNJm8iENO5zWRr4d8qOUn-B0EL-PuNhUC3HEUAa5aq6Zw88EzqOjKf5VxxbIGmymGw8dmsdUqU_cJUbd906Z1oSixmT1x3YE_XaHMxZEqytmbLU8o/s1843/2023-12-31.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1796" data-original-width="1843" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjW0wQKxoehmcVGWMxgIEEEa4wm-fVvtJX0hUEPG5c6WsgJKP5hvSbD45yIZ8IfkNnv9pyKV-_oNJm8iENO5zWRr4d8qOUn-B0EL-PuNhUC3HEUAa5aq6Zw88EzqOjKf5VxxbIGmymGw8dmsdUqU_cJUbd906Z1oSixmT1x3YE_XaHMxZEqytmbLU8o/w320-h312/2023-12-31.jpeg" width="320" /></a></div><p>Ayer leí a alguien que no hacía resumen del año, que era una tontería echar la vista atrás, que lo vivido vivido está y que ya vendrá lo que tenga que venir. Aunque me parece una buena reflexión, yo me resisto a no hacer este resumen anual que me trae una vez al año al blog (bueno, dos, que también inauguro los años aquí). Antes, cuando hacía estos resúmenes, echaba un vistazo al blog para ver qué me había llamado lo bastante la atención de lo vivido como para dejarlo reflejado aquí. Ahora que tengo el blog comatoso no lo hago, claro. En vez de eso, he echado un vistazo a mi perfil de Instagram, también a sus stories, para recordar algunas cosas de este 2023 que hoy acaba.</p><p><br />A veces he resumido mi año en aviones cogidos, libros leídos o días que he pasado en el mar. Pero el resfriado que estoy sufriendo me tiene demasiado atolondrada como para hacer números exactos. Sí que sé que he leído unos 50 libros, casi 14000 páginas, que he viajado cinco veces al extranjero (dos a Roma, que sigue siendo mi ciudad favorita del mundo, dos a Bruselas y una a Sicilia), no sé cuántas a destinos nacionales (alguno nuevo) y que he pasado muchos días en el mar, a veces de manera inesperada. Y creo que esa es la palabra que mejor define este año, lo inesperado, lo de improvisar. Salir corriendo de un congreso o hacer la maleta en solo unas horas para ir al mar o cancelar viajes por culpa del covid han sido cosas que he vivido y, la verdad, me han alterado un poco. Creo que tengo buena capacidad de adaptación, pero a veces me gustaría que las cosas salieran como tenía planeado.<br /> </p><p>Este ha sido el año de volver a los resfriados constantes, sobre todo después del verano. El covid de septiembre me dejó para el arrastre muchas semanas y los bronquios un poco tocados. Sin recuperarme, estoy “disfrutando” de dos resfriados seguidos en este mes de diciembre que ya se parece demasiado a esos inviernos pre-pandemia, en los que me ponía mala en diciembre y ya no levantaba cabeza hasta marzo. Solo por culpa de que el covid no es estacional esta vez empecé en septiembre. En fin, no puedo quejarme que lo peor que me haya pasado en temas de salud sea eso. Y que así siga.<br /> </p><p>Una cosa de la que estoy muy orgullosa este año es de haber aprendido a decir que no, sobre todo a nivel laboral. Y, ¿sabéis qué? Una vez empiezas, no puedes parar. He dicho que no a tres cosas importantes en el trabajo. Ni una, ni dos, tres. Y estoy muy contenta de haberlo hecho. Sé que eso me cierra puertas, sé que es darle a la pausa en algunas cosas, pero eso es lo que necesito y quiero ahora. Podría estar ganando más dinero, podría tener más responsabilidades, pero eso no es lo que quiero ahora. Quiero disfrutar de mi vida y vivir para algo más que para mi trabajo. Que sí, me gusta, y tanto, pero… Pero no es lo único y a veces hay que saber decir que no. Y yo he aprendido.<br /> </p><p>Decía al principio que he revisado mis redes para recordar este año. Pero, claro, hay muchas cosas que pasan que no aparecen ahí. Diría que lo más importante, los momentos más especiales, no están en las redes, ni siquiera en fotos, solo en la memoria. Y esas me las quedo yo, claro. Porque hay cosas difíciles de explicar, que creo que no sabría contar. Y para contarlo mal, prefiero no contarlo. Hablo de personas, claro. Porque al final, lo más bonito son las personas que nos rodean, que nos hacen la vida más feliz, con las que pasamos los momentos más especiales. Y hay un montón de personas bonitas en mi vida, un montón. Gracias por estar ahí y compartir momentos conmigo, por hacerme reír, por hacerme feliz, por ilusionarme y por hacerme sentir querida.<br /> </p><p>Y voy a cerrar el resumen del año con otro cierre, el de #lascosas. Igual no sabéis ni lo que son y no es fácil explicarlo a quien no lo ha vivido. Pero durante diez años, dos rubias (la rubiocracia) se han dedicado a organizar a un grupo de gente (los cosistas) para hacer los meses de diciembre más bonitos. Primero en blogs, luego en Twitter/X. Ser cosista consistía en compartir cosas bonitas durante los demás, llevando una cuenta de Twitter durante un día. Yo este año decidí hacer un bordado colaborativo, el de la foto, donde algunas de los elementos se decidían por votación popular. Porque otra cosa no, pero a los cosistas nos gusta muchísimo votar. Mal, pero votar. Lo de las cosas ha llegado a su final y estoy tan contenta de haber formado parte de esto durante tantos años que no estoy casi triste.<br /> </p><p>Que tengáis una salida de año lo más plácida posible.<br /></p><p></p>Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-42518924895582144532023-01-01T22:28:00.004+01:002023-01-01T22:43:52.032+01:002023<p> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrgtt2bb8RwdIjgKulXzfcXSbMB0SmSI7j-CQqlCHYrdooXtxK4weR7wexBoFHhY5xAhX6CA2PVRpY_CJ1whLQXPKkwpnOD35lh8dRL0dtJQ5kbR2-JQL9c6xebnFmB0kAv7TirloW-9vyymVf1k_MhUCYClMpIPo_-P-sAlu0iWh0DbAEPqx0CQ/s1080/2023-01-01.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="808" data-original-width="1080" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrgtt2bb8RwdIjgKulXzfcXSbMB0SmSI7j-CQqlCHYrdooXtxK4weR7wexBoFHhY5xAhX6CA2PVRpY_CJ1whLQXPKkwpnOD35lh8dRL0dtJQ5kbR2-JQL9c6xebnFmB0kAv7TirloW-9vyymVf1k_MhUCYClMpIPo_-P-sAlu0iWh0DbAEPqx0CQ/s320/2023-01-01.jpg" width="320" /></a>Hace justo un año, pensé que hoy publicaría las fotos de la <a href="https://nisi501.blogspot.com/2022/01/bufanda-2022.html" target="_blank">bufanda de 2022</a> que empecé a planificar a mitad de 2021 y a tejer a principios de 2022. No es así, porque la bufanda está en marcha, tengo toda la información que necesito pero no está aún terminada. Voy a acabarla, sí, y supongo que entonces explicaré algo más de todo el proceso, que ha sido, sin duda, curioso. Acordarme de guardar los datos de temperatura cada varios días se me ha dado razonablemente bien, creo que solo he perdido dos días por el camino, más otros dos en los que la estación que uso de referencia no funcionó. Y es una locura de información, una maravilla y, a la vez, terrorífico, por todo eso que dicen que 2022 ha sido el año más caluroso de los últimos tiempos pero, tal vez, sea el menos caluroso de lo que nos quedan por vivir.</p><p></p><p>Pero yo venía a hablar de 2023, no de 2022 y no quería ponerme trágica. Que hay muchas cosas muy serias ahí fuera pero hoy no es el día para pensar en ellas, al menos yo no.</p><p>Empiezo el año, como siempre, con agenda nueva. Después de muchos años, cambio de marca, me paso de Moleskine a Leuchtturm 1917, porque sus cuadernos van mejor con escribir a pluma, que es como yo escribo, así que pensé que sus agendas también me irían mejor. No lo sé, ya veremos, no me parece un papel suficientemente grueso para pluma, pero le daremos una oportunidad. No es espectacular el color, ni un gran cambio, paso del rojo al granate, pero mantengo el formato: semana vista en un lado, espacio de notas en el otro. A pesar de las tecnologías, los móviles y los calendarios virtuales, sigo con mi agenda de papel. ¿Por qué? No sé, me va bien.</p><p>No soy de grandes propósitos ni de grandes planteamientos a principios de años, aunque igual ese es el problema y lo de dejarme llevar debería olvidarlo y dedicarme a dirigir un poco más mi vida. Pero este año sí que me he propuesto coger algunas rutinas que, a veces, voy abandonando por pura pereza. Básicamente implica cuidarme un poco más, física y mentalmente, dedicándome tiempo para mí para hacer deporte y cosas que son buenas para mi cuerpo y mi cabeza. Lo de que tu cuerpo es tu templo y hay que cuidarlo. Y voy a rascar tiempo para escribir más. Si pude hacerlo durante casi tres años que no han sido precisamente tranquilos, no quiero bajar el ritmo ahora.</p><p>Así que venga, 2023, arranquemos. A ver qué tal se nos da.</p>Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-74486057775563651462022-12-31T17:32:00.003+01:002022-12-31T17:32:27.352+01:002022<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgm3jk0f1e6Jda3Rd4JIt9eFNe_CXQ1ppDoB1I8_emGXsLueCSaHuy8D5ucgRfPuWYEKMLIqXO7bIEqSl1_NK4GNwpmjUI7_XyBGEYx_4t7oixD0miIm15SXyAVeLWJwfPzg0YQcJaU7nFhrQOiSEBd225GFhOFjK2nhixEKPyIRbIAOw4DgKEPxQ/s4640/2022-12-31.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="3321" data-original-width="4640" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgm3jk0f1e6Jda3Rd4JIt9eFNe_CXQ1ppDoB1I8_emGXsLueCSaHuy8D5ucgRfPuWYEKMLIqXO7bIEqSl1_NK4GNwpmjUI7_XyBGEYx_4t7oixD0miIm15SXyAVeLWJwfPzg0YQcJaU7nFhrQOiSEBd225GFhOFjK2nhixEKPyIRbIAOw4DgKEPxQ/s320/2022-12-31.jpg" width="320" /></a></div>Siempre me cuesta hacer el resumen del año. Doce meses es mucho tiempo y hay cosas que nunca recuerdo o que no tengo claro si han pasado este año o el anterior. Así, a bote pronto, si pienso en qué ha pasado en 2022 me vienen inmediatamente a la mente dos cosas: he vuelto al mar, he vuelto a Roma. Luego, pensándolo algo más, recuerdo que he pasado el covid, sé que he leído un montón de libros y que he disfrutado mucho del mar y que la gente que quiero está bien. Y creo que ya.<br /> <p></p><p>No, ya no, claro que no. Porque han pasado otras muchas cosas. Porque 365 días dan para mucho. He viajado más que en los dos años anteriores, la mayoría viajes nacionales exprés, pero que me han permitido conocer lugares en los que, hasta ahora, solo había estado en el aeropuerto (como Bilbao o Sevilla) y, por fin, he vuelto a viajar al extranjero. Curiosamente primero a Bruselas y luego sí, por fin y del tirón, a Roma. Estar el mismo día en una de mis ciudades menos favoritas a mi ciudad favorita del mundo fue un pequeño shock. Bruselas fue gris y frío, fue noche laboral en vela, fue moverme de nuevo entre altas esferas (qué fuera de lugar me siento así). Y Roma fue… Fue Roma. Caos, suciedad, una gripe que logré esquivar aún no sé bien cómo y bueno, en fin, qué voy a decir de Roma que no haya dicho ya. Que, supongo que inexplicablemente, me sigue apasionando.<br /> </p><p>Laboralmente, ha sido un año tan agotador o más que el anterior. Es que no sabría ni por dónde empezar. Hay gente contenta con lo que hago, hay gente enfadada con lo que hago. Trato de ser consecuente con las cosas que pienso y trato de hacer mi trabajo lo mejor que puedo, dándolo. A veces, no sé de dónde saco las fuerzas, pero las acabo sacando. Un día se acabarán, supongo. O no, quién sabe. Un día, igual todo es más fácil.<br /> </p><p>Volver al mar, por partida doble. Qué momento más esperado. Qué mezcla de sensaciones de todo tipo. Qué bonito seguir sintiendo esa chispa de inseguridad, de ilusión, de alegría para hacer esa parte de mi trabajo que siempre me ha parecido tan especial.<br /> </p><p>He descubierto cosas nuevas que me gusta hacer: punto de cruz y montar Legos. JAJAJA. He probado también lo del lettering. Es que dicho así todo suena absurdo, pero cada vez valoro más esos momentos que utilizo para mí, para mis hobbies, mis lanas, mis hilos, mis libros, el club de lectura, la peña cosista de Twitter en diciembre.<br /> </p><p>Lo he dejado casi para el final, porque no se me ha ocurrido al principio y bueno, casi me sorprende que haya sido así: he escrito una novela. No está publicada y quién sabe si algún día lo estará, pero lo he hecho, en un proceso más divertido que difícil, más de terapia personal pandémica que aspiración a excelencia literaria. Pero lo conseguí. Y, a partir de ahí, mi ritmo escritor ha bajado mucho. Aunque ahí están, varias otras cosas en marcha, que espero seguir avanzando según avance el nuevo año.<br /> </p><p>Y la gente. Siempre la gente. Tengo alrededor a gente bonita que quiero y que me quiere. Las relaciones con el tiempo cambian, se modifican. Algunas han desaparecido y, aunque me da pena, hay que dejar que las cosas fluyas. Pero otras que parecían dañadas, se han recompuesto, aunque hayan sido necesarias conversaciones incómodas para llegar al punto de partida, o a otro punto nuevo que nos permita, a todos, evolucionar. <br /> </p><p>Como punto final, estos días, me he dado cuenta de dos cosas. Una es que hay cosas que ya no me afectan como antes, buenas y malas. Supongo que cuando algunas cosas te duelen, intentas relativizarlas cada vez más, supongo que con el paso de los años te das cuenta de que tampoco hay que tomarse según qué cosas demasiado en serio. La otra es que no tengo ni idea de cómo he llegado aquí, a ser quién soy, los planes no me suelen salir bien, así que me dejo llevar, fluir. Por eso, sigue habiendo cosas de este año que me han sorprendido y, a partir de mañana, sé que van a pasar cosas de las que ahora no tengo ni idea.<br /> </p><p>Adiós, 2022.<br /> </p><p>En la foto, ginkgos romanos hace un par de semanas. Ha sido bonito volver a verlos, tres años después.<br /> </p>Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-32599676571602064212022-12-14T15:15:00.005+01:002022-12-14T15:18:39.164+01:00Roma<p><!--[if gte mso 9]><xml>
<o:OfficeDocumentSettings>
<o:RelyOnVML/>
<o:AllowPNG/>
</o:OfficeDocumentSettings>
</xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml>
<w:WordDocument>
<w:View>Normal</w:View>
<w:Zoom>0</w:Zoom>
<w:TrackMoves/>
<w:TrackFormatting/>
<w:HyphenationZone>21</w:HyphenationZone>
<w:PunctuationKerning/>
<w:ValidateAgainstSchemas/>
<w:SaveIfXMLInvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid>
<w:IgnoreMixedContent>false</w:IgnoreMixedContent>
<w:AlwaysShowPlaceholderText>false</w:AlwaysShowPlaceholderText>
<w:DoNotPromoteQF/>
<w:LidThemeOther>ES</w:LidThemeOther>
<w:LidThemeAsian>X-NONE</w:LidThemeAsian>
<w:LidThemeComplexScript>X-NONE</w:LidThemeComplexScript>
<w:Compatibility>
<w:BreakWrappedTables/>
<w:SnapToGridInCell/>
<w:WrapTextWithPunct/>
<w:UseAsianBreakRules/>
<w:DontGrowAutofit/>
<w:SplitPgBreakAndParaMark/>
<w:DontVertAlignCellWithSp/>
<w:DontBreakConstrainedForcedTables/>
<w:DontVertAlignInTxbx/>
<w:Word11KerningPairs/>
<w:CachedColBalance/>
</w:Compatibility>
<m:mathPr>
<m:mathFont m:val="Cambria Math"/>
<m:brkBin m:val="before"/>
<m:brkBinSub m:val="--"/>
<m:smallFrac m:val="off"/>
<m:dispDef/>
<m:lMargin m:val="0"/>
<m:rMargin m:val="0"/>
<m:defJc m:val="centerGroup"/>
<m:wrapIndent m:val="1440"/>
<m:intLim m:val="subSup"/>
<m:naryLim m:val="undOvr"/>
</m:mathPr></w:WordDocument>
</xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml>
<w:LatentStyles DefLockedState="false" DefUnhideWhenUsed="true"
DefSemiHidden="true" DefQFormat="false" DefPriority="99"
LatentStyleCount="267">
<w:LsdException Locked="false" Priority="0" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Normal"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="heading 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 7"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 8"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="9" QFormat="true" Name="heading 9"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 7"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 8"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" Name="toc 9"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="35" QFormat="true" Name="caption"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="10" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Title"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="1" Name="Default Paragraph Font"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="11" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtitle"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="22" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Strong"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="20" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="59" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Table Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" UnhideWhenUsed="false" Name="Placeholder Text"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="1" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="No Spacing"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" UnhideWhenUsed="false" Name="Revision"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="34" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="List Paragraph"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="29" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Quote"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="30" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Quote"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 1"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 2"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 3"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 4"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 5"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="60" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Shading Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="61" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="62" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Light Grid Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="63" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="64" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Shading 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="65" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="66" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium List 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="67" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 1 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="68" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 2 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="69" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Medium Grid 3 Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="70" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Dark List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="71" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Shading Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="72" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful List Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="73" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" Name="Colorful Grid Accent 6"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="19" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtle Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="21" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Emphasis"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="31" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Subtle Reference"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="32" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Intense Reference"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="33" SemiHidden="false"
UnhideWhenUsed="false" QFormat="true" Name="Book Title"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="37" Name="Bibliography"/>
<w:LsdException Locked="false" Priority="39" QFormat="true" Name="TOC Heading"/>
</w:LatentStyles>
</xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]>
<style>
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-priority:99;
mso-style-qformat:yes;
mso-style-parent:"";
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin-top:6.0pt;
mso-para-margin-right:0cm;
mso-para-margin-bottom:0cm;
mso-para-margin-left:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:11.0pt;
font-family:"Calibri","sans-serif";
mso-ascii-font-family:Calibri;
mso-ascii-theme-font:minor-latin;
mso-fareast-font-family:"Times New Roman";
mso-fareast-theme-font:minor-fareast;
mso-hansi-font-family:Calibri;
mso-hansi-theme-font:minor-latin;
mso-bidi-font-family:"Times New Roman";
mso-bidi-theme-font:minor-bidi;}
</style>
<![endif]-->
</p><p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">He vuelto a Roma casi tres años después.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Venía ligeramente preocupada, ¿qué pasaría
si no volvía ese amor absoluto que siento por esta ciudad? ¿Y si se había roto
nuestro romance como en una película mala? Y digo que mi preocupación era
ligera, porque justo antes tenía que ir a Bruselas y, bueno, el resumen es que
lo de Bruselas era más importante que el análisis profundo de mis sentimientos.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Así que ayer volví a Roma. Directamente
desde Bruselas, menudo giro inesperado de los acontecimientos, yo que pensaba
que mi primer viaje internacional post-pandemia sería a mi amada Roma y no,
Bruselas se interpuso en nuestra historia. Y Bruselas precisamente, una ciudad
que no me gusta especialmente, por decirlo de manera suave. Estar el mismo día
en Bruselas y Roma podía ser un impacto emocional bien fuerte.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Llegué a Roma después de una noche laboral en
vela, con lo que creo que no fui realmente consciente de que venía aquí hasta
que pisé el aeropuerto y me di cuenta de que sí, de que estaba en Roma, por
fin. Era ya de noche y, de camino al hotel, después de haber dormido algo más
de una hora en el avión, pero con la adrenalina aún alta después de una noche
sin dormir, empecé a plantearme esas preocupaciones un poco más seriamente. Y
entonces, miré a través de la ventana y, más allá de esa lluvia fina que caía,
vi una tienda que me resultó ligeramente familiar. «Aquí delante a la derecha
debe estar la estación Roma Ostiense». Y miré a la derecha y ahí estaba estación
Roma Ostiense y mi corazón hizo PUM. «Entonces, ahí a la izquierda estará el
cementerio acatólico, con su pirámide». Y ahí estaba, el cementerio y la
pirámide, que casi brillaba en la oscuridad de la noche. Y mi corazón hizo PUM
PUM. «Ah, por aquí se va a…». Y bueno, así continuó el viaje, Circo Massimo,
los Foros, la Bocca de la Verittà, el Teatro Marcello, el Altar de la Patria,
Piazza Venezia,…, sabiendo en cada momento por dónde íbamos, qué emplazamiento
turístico aparecería en cada esquina uno detrás de otro, PUM PUM PUM. Y también
lugares en los que he comido o cenado, tiendas en las que he entrado, sitios
donde los que tomé algo, calles que hay que tomar para ir a un lugar
determinado… Y no solo eso, PUM PUM PUM PUM, me venían a la mente recuerdos de
esas calles, esas tiendas, esos restaurantes, esos edificios en los que he
vivido muchas cosas, recuerdos cercanos de hace tres años y recuerdos más
lejanos de hace cinco, diez, quince años que hace ya (o más) que conozco esta
ciudad. Y traté de contar las veces que he venido, pero he perdido la cuenta,
deben ser más de una docena. Y ahí seguían las calles y los recuerdos y PUM PUM
PUM PUM PUM. Casi bajo del taxi llorando de pura felicidad. </span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Hay pocos, muy pocos lugares en los que, al
volver, me explota el corazón de felicidad. Y Roma es uno de ellos.</span></p><p class="MsoNormal"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">O sea que
sí, mi amor por Roma sigue intacto.</span></p>
<p></p>Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-58837219218704916742022-01-01T22:44:00.005+01:002022-01-16T21:36:07.219+01:00Bufanda 2022<p>En algún momento en mitad del loco 2021, me puse a planificar cosas bonitas para el futuro, que me ayudaran a continuar adelante, sin pensar demasiado. Una de ellas fue una bufanda que reflejara el tiempo de 2022. Había visto fotos, hilos e información por varios sitios, tanto de mantas como de bufandas y, un buen día me dediqué a estudiar en profundidad <a href="https://aemetblog.es/2018/10/15/tejer-una-bufanda-para-sensibilizar-sobre-el-cambio-climatico/" target="_blank">esta entrada de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET)</a> y me puse a planear mi bufanda de 2022. En muchos sitios, las llaman bufandas o mantas climáticas, pero creo que el impacto del cambio climático sólo se vería si tejiéramos una con las temperaturas anuales de, no sé, hace cien años, y las actuales. O las actuales y dentro de, no sé, veinticinco años. Es igual, en mi caso, prefiero llamarla bufanda meteorológica. O bufanda del tiempo. O bufanda de 2022.<br /><br />Busqué leí, miré, pensé y al final decidí simplificarlo al máximo: tejerla toda con punto bobo y solo reflejar la temperatura máxima diaria de la estación oficial de la AEMET más cercana a mi casa. <a href="http://www.aemet.es/es/eltiempo/observacion/ultimosdatos" target="_blank">En esta página</a> registran los datos diarios de los últimos siete días así que «sólo» deberé acordarme de mirarlo cada semana. Luego tuve que seleccionar el rango de temperaturas que utilizaría: miré registros diarios de un año, así, por encima, para ver cuáles eran los valores máximos y mínimos de temperatura máxima diaria, cuáles eran más frecuentes y, para simplificar (de nuevo), me decanté por un máximo de seis rangos de temperatura (o sea, de colores) y ajusté los rangos según los datos que tenía.<br /><br />Por último, escogí el hilo. En realidad, me escogió a mí. Sabía que no quería lana pero tengo que admitir que lo compré en agosto, así que escogí entre lo que encontré en la tienda y ya está. En cualquier caso, es el hilo <a href="https://www.katia.com/ES/lanas-estambres-primavera-verano-alabama-752.html" target="_blank">Alabama de Katia</a>, porque es el que encontré y más me convenció, con 50% de algodón y 50% acrílico. En teoría, es para tejer con agujas del 3 ½ o 4, pero voy a usar las agujas del 5, porque prefiero que quede holgada (o las de 4 ½, si las encuentro por casa…).<br /><br />Así que este es mi propósito de 2022: tejer una bufanda de colorines. A ver qué sale.<br /><br />En las fotos, los colores y los rangos de temperaturas.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhpjrQkaW4C_VqdO7as6phanom5bc-gxQYHd_g4OyFVzGxf063pYTbI2LR9KirznDUIwkKZFjwkoLF30ZaW__rwWx2EXelEdv4yBc3XMGunWrSs2mGFTyeg7uqL6qWXYexLWAj2d_bM-Xio5_wbxpWhRkxUhlm1b3kMa-mpl2scGC4e37DUp-dicA=s2048" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1532" data-original-width="2048" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhpjrQkaW4C_VqdO7as6phanom5bc-gxQYHd_g4OyFVzGxf063pYTbI2LR9KirznDUIwkKZFjwkoLF30ZaW__rwWx2EXelEdv4yBc3XMGunWrSs2mGFTyeg7uqL6qWXYexLWAj2d_bM-Xio5_wbxpWhRkxUhlm1b3kMa-mpl2scGC4e37DUp-dicA=w400-h299" width="400" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg0VHLt7YGcf31wcH0YxbuXBxTzAMqJjeCE2KbKTEEiKokFqqAXZb7Dl2mVS5sn4M3NhvbIcw0gJ52xXP2LkLtdO28NuuVfGP-jiW-HI8XqNOo7YNM3tqdHhELEXDU-NlkaDqE4gFs4n7st-58TKxs2BOxrk8O9z8vhAypWOJVvwt--loOUJ_HATQ=s2048" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1532" data-original-width="2048" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg0VHLt7YGcf31wcH0YxbuXBxTzAMqJjeCE2KbKTEEiKokFqqAXZb7Dl2mVS5sn4M3NhvbIcw0gJ52xXP2LkLtdO28NuuVfGP-jiW-HI8XqNOo7YNM3tqdHhELEXDU-NlkaDqE4gFs4n7st-58TKxs2BOxrk8O9z8vhAypWOJVvwt--loOUJ_HATQ=w400-h299" width="400" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhpjrQkaW4C_VqdO7as6phanom5bc-gxQYHd_g4OyFVzGxf063pYTbI2LR9KirznDUIwkKZFjwkoLF30ZaW__rwWx2EXelEdv4yBc3XMGunWrSs2mGFTyeg7uqL6qWXYexLWAj2d_bM-Xio5_wbxpWhRkxUhlm1b3kMa-mpl2scGC4e37DUp-dicA=s2048" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a></div><p></p>Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-51346395358861731702021-12-31T12:35:00.001+01:002021-12-31T12:35:05.436+01:002021<p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg37rW-5tmCe641Xu1fAdvDlbPncnHLP2sUhM6DD8DxPnw0lqaiSo4xiZ6hIdnR2murPdVFR4bkC0rGjexT2iZOqBiN4KHBPdU7thK4UEfQaI6Q2bSbAmkG7voM9CjIX2jSIutHa1Pz30wGdb8EdsodlVu6ggP7lkTHC5JhDYe1nRG00wYPAhDHOw=s1687" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1687" data-original-width="990" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg37rW-5tmCe641Xu1fAdvDlbPncnHLP2sUhM6DD8DxPnw0lqaiSo4xiZ6hIdnR2murPdVFR4bkC0rGjexT2iZOqBiN4KHBPdU7thK4UEfQaI6Q2bSbAmkG7voM9CjIX2jSIutHa1Pz30wGdb8EdsodlVu6ggP7lkTHC5JhDYe1nRG00wYPAhDHOw=s320" width="188" /></a></p>Por algún extraño motivo que no soy capaz de explicar, más allá de la pura melancolía, no quería que 2021 pasara a la historia como el año en el que no escribí ninguna entrada en este blog. Que sí, que los blogs están muertos y todo eso, pero quería escribir algo y, por eso, aquí estoy.<br /><br />Se me hace difícil resumir de una manera clara este año, aunque decir que seguimos en pandemia lo resume casi todo. Sí, seguimos en pandemia. Pero ya nos han vacunado. Aquí equipo Janssen-Modernita. Hace un año, parecía tan lejano eso de recibir todos esas vacunas que ya empezaban a inocular a los mayores en las residencias. Pero sí, seguimos en pandemia, con los números desbordados, todos ya hartísimos de este virus y pensando que bueno, que sí, que igual esto también pasará, pero que pase ya, por favor. A veces he pensado que esto no pasará, no lo niego; a veces, he pensado que igual esto acababa con nosotros o que se quedaba con nosotros o que la vida nunca volvería a ser igual. Está claro, la vida nunca volverá a ser igual. Pero sobreviviremos. Digo yo que sí. Espero yo que sí.<br /><br />Este 2021 me ha agotado. Ha acabado con mis fuerzas una vez y otra y otra. No sé cuántas veces he dicho «No puedo más» y no ha sido por la pandemia. O no solo por eso. Laboralmente ha sido un año extenuante, un año en el que me he cansado de decir, una y otra vez, cosas que no han sido escuchadas y luego de tener que solucionar problemas provocados porque no me han hecho caso. Me he mordido muchas, muchas veces la lengua para no soltar un «Ya os lo dije»; muchas otras veces sí que lo he dicho. Se me rompió algo por dentro en los primeros meses y esa fractura no se ha curado. Al contrario, ha ido a más y a más y a más y a más. Y, sí, de algún modo sigo rota y sin energía pero, sorprendentemente parece que, por fin, estos días, después de desconectar (por fin) el cerebro durante más de 48 horas seguidas, estoy recuperando un cierto atisbo de ilusión por seguir adelante. De alguna manera. Aunque aún no tengo del todo claro cómo. Y, bueno, también ha sido el año en el que puse nervioso a un comisario europeo y un ministro me felicitó por una presentación. Yo qué sé, cosas raras que pasan en mi vida y que, algún día, con más perspectiva, supongo que asumiré de algún modo.<br /><br />En 2021 no he ido a Roma; por primera vez desde 2013 o por ahí. Ni a ningún país extranjero; creo que esto no sucedía desde 2004. Tampoco he pasado ninguna noche en el mar; lo nunca visto desde 2001. Y estas tres frases resumen perfectamente por qué no puedo decir que 2021 me haya hecho feliz. Quiero Roma, quiero otros países. Quiero mar.<br /><br />Este año las baldosas de mi casa saltaron por los aires. Literalmente. Que sí. Que las oí yo. Sonaron como un iceberg partiéndose. O como me imagino yo que suena un iceberg partiéndose. Cric, cric, cric, cric. Así que ahora tengo todo el suelo nuevo y todas las paredes recién pintadas. Y algunos muebles nuevos, pero eso estaba planeado desde antes de la crisis de las baldosas. Que llegó en el peor momento posible, claro. Aún tengo cajas sin vaciar de esa obra inesperada.<br /><br />A menudo, he pensado que no le he dedicado tiempo al ocio. Pero resulta que he leído más libros que en los cuatro años anteriores juntos. Sí, sí, que en los CUATRO años anteriores. JUNTOS. Así que sí, he leído mucho, muchísimo. Y no, no he escrito nada por aquí, pero eso no significa que haya dejado de escribir. Al contrario, también he escrito mucho, muchísimo. En verano tenía un borrador muy, muy preliminar de algo más de 55000 palabras que, a día de hoy, sigo corrigiendo. Y, en fin, quiero muchísimo a esas miles de palabras y todo lo que hay ahí dentro y todo lo que les rodea y todo lo que significan. Todo. Me hace feliz, me consuela, me cura. Casi diría que me reconcilia con la vida.<br /><br />Y, de repente, 2021 acaba. O no tan de repente. Pero se acaba. Y, por un lado, es casi un alivio. Pero por otro, yo qué sé, qué miedo lo que traiga 2022, ¿no? Tengo tantas esperanzas puestas en ese nuevo año que es imposible que no me defraude. Pero una de las cosas que me ha traído la pandemia (no sé si solo a mí) es lo de dejarme llevar. Que venga lo que venga. Ya se verá. Ojalá recuperar la ilusión de hacer planes y no tener que cancelarlos, ojalá dejar de posponer cosas que, en algún momento, disfrutaba. Yo, por mi parte, prometo volver a escribir algo por aquí. Aunque sea el 31 de diciembre de 2022.<br /><br />Cuidaos.<br /><br />En la foto, mis ginkgos, hace ya unos días. Cuando aún tenían hojas. De dos colores.<br />Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-4109690892061718132020-12-31T12:21:00.004+01:002020-12-31T12:21:32.854+01:002020<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge9sPay_vEiAEEO9qEJw5W7c0HX0ok-73QqzsIcH8-cP65qXzXSSKZGF1GC8t1o9ZcZceZxvRSVgjxd_W0TZOgyQugmSPMB19vgO98pDY_W90GSILuE-FCaKNicXeEjNcXyUGY-5SW/s2048/2020-12-31.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1532" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge9sPay_vEiAEEO9qEJw5W7c0HX0ok-73QqzsIcH8-cP65qXzXSSKZGF1GC8t1o9ZcZceZxvRSVgjxd_W0TZOgyQugmSPMB19vgO98pDY_W90GSILuE-FCaKNicXeEjNcXyUGY-5SW/w299-h400/2020-12-31.jpg" width="299" /></a></div>
Creo que, de las frases que he leído que intentan resumir 2020, la que más me gusta es: “2020, el año que jamás pudimos imaginar”. Porque creo que 2020 es fundamentalmente eso, algo que no nos hubiéramos creído si nuestro yo del presente volviera a la pasada Noc<br />hevieja a contar a nuestro yo de 2019 todo lo que iba a pasar. Va a ser imposible olvidar este año que pintaba tan bonito (oh, 2020, qué bien sonaba y qué bonito queda escrito) porque sí, esto pasará, pero este será siempre el año del coronavirus COVID-19, el año de la pandemia, el año del confinamiento. Como también se ha dicho, la guerra que nos ha tocado vivir a esta generación.<p></p><p>Se me ocurren un montón de cosas tristes, duras, difíciles y malas que han pasado este año y no todas relacionadas con la pandemia. Pero también se me ocurren un montón de cosas bonitas, curiosas, incluso impensables que han pasado y que también han marcado este año increíble. Yo, de 2020, lo esperaba todo y no, no lo tuve todo, no conseguí lo que buscaba, pero sí recibí otras cosas.</p><p>Este año ha sido, sin duda, una montaña rusa emocional, incluso antes de que en marzo nos confináramos y, me temo, que vamos a seguir durante una temporada. Pero este año también llegó el teletrabajo y, de momento, se está quedando, al menos parcialmente. Yo espero que sí, a mí me hace muy feliz. Hemos aprendido a hacer reuniones virtuales, así que lo de viajar por trabajo se ha visto reducido a la mínima expresión este año, solo dos viajes, en enero a Roma (te echo de menos) y en diciembre a Madrid. Sí, tal vez añore viajar, pero me ha encantado estar tanto en casa, ir adquiriendo rutinas, como lo de entrenar, ¡si hasta me he comprado una bicicleta estática que uso un montón! Aprendimos a disfrutar de muchas más cosas a través de internet, música, teatro, que sí, que he vuelto a un concierto y a una obra de teatro en vivo, pero poder disfrutar, yo qué sé, de una improvisación teatral de un grupo inglés en directo ayer mismo es algo que, hace un año, igual hubiera parecido absurdo. O imposible.</p><p>He recuperado mi balcón, o lo he vuelto a descubrir o he aprendido a disfrutar de ese pequeño espacio soleado en el que he vuelto a sembrar como hacía varios años que no hacía, en el que me he sentado al sol a leer o en el que he pasado noches de verano viendo series y disfrutando del sorprendente silencio del año más silencioso de nuestras vidas. Soy afortunada de tener ese rinconcito que aún ahora, en invierno, adoro con todas mis fuerzas.</p><p>Este año he escrito y leído como nunca. Me he apuntado por primera vez a un curso de escritura, bueno, a tres. Primero dos cortos y ahora uno largo que, en fin, quién sabe dónde me llevará, pero cuánto estoy aprendiendo y cuánto lo disfruto. Y he leído mucho y parte de culpa es de la sectCLUB de lectura. He jugado, que yo ya jugaba, pero no tanto, así que igual soy gamer, o qué sé yo.</p><p>He vuelto al mar, casi inesperadamente, qué sentimientos tan locos me provoca siempre estar en el mar. Y he pasado una semana a la orilla del mar, de manera increíble y maravillosa y bastante improvisada. Ah, el mar, siempre el mar. Nunca había pasado tanto tiempo sin verlo como en las semanas del confinamiento. Qué extraño fue pero qué tranquilidad saber que estaba ahí, a apenas un quilómetro de distancia.</p><p>Lo más increíble, lo más sorprendente de este 2020 ha sido la gente. En este año en el que hemos limitado tanto el contacto social, en el que estamos echando tanto de menos y necesitando tanto los abrazos, mantener el contacto a través de cualquier medio posible con la gente querida ha sido un alivio. Y los nuevos. Me resulta casi increíble pensar que ha sido en este año de distanciamiento social cuando más gente nueva he incorporado a mi vida. Vale, sí, fundamentalmente de manera virtual, pero los compañeros de los cursos de escritura, los del club de lectura, los quemaos de los juegos y hasta los vecinos desconocidos de enfrente que tanta compañía me han hecho, de manera totalmente involuntaria, durante tantos meses raros. Por no hablar, claro, de los que ya estaban de antes pero que se han convertido en aún más importantes en estos tiempos extraños. Madre mía, cuánta gente bonita me rodea, qué felicidad teneros, qué afortunada soy.</p><p>Lo he dicho antes, 2020 va a ser inolvidable, pero yo siempre quiero más, ya dije que lo quería todo, incluso crear mis propios recuerdos, así que esta mañana, me he hecho dos agujeros nuevos en las orejas. Cada uno lidia como puede con la crisis de 2020 y, aunque seguro que no nos olvidamos de este año, cuando vea esos agujeros sabré que acabé el año sonriendo.</p><p>Creo que 2021 va a ser un año duro, difícil y lleno de incertidumbre, pero de eso ya nos ocuparemos a partir de mañana.
En la foto, dos arcoíris, hace un par de semanas.
</p>Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-76649440306963177532020-11-12T22:34:00.003+01:002020-11-12T22:35:15.581+01:00El primero<p><br />He escrito por aquí algunas veces sobre ginkgos, sobre los que tengo en casa o sobre los que me encuentraba en alguno de los viajes que antes hacía. Pero nunca he escrito sobre el primer ginkgo o cómo descubrí su existencia.<br /><br />Fue en la carrera, no sé si en primero o en tercero (creo que en tercero, pero qué se yo), cuando en una asignatura de botánica nos hablaron por primera vez de esta especie, Ginkgo biloba, no sólo única en su género, sino también en su familia, Ginkgoaceae. Vimos imágenes de sus peculiares hojas, nos contaron que era un fósil viviente (es decir, una especie no extinta que es parecida a otras que solo se encuentran como fósiles) y supimos de sus semillas olorosas que hace millones de años dispersaban los dinosaurios. El profesor nos dijo que en nuestra universidad, a solo unos metros del edificio donde estudiábamos, había uno plantado. Así que lo fui a ver, claro. No todos los días se tiene la oportunidad de ver un fósil viviente.<br /><br />Hoy he vuelto a verlo. Lo recordaba más pequeño pero claro, han pasado ya veinte años. No es que no lo haya visto desde entonces, supongo que sí, pero no sé cuánto hace. Mucho tiempo, seguro. El árbol sigue ahí, cerca de la Facultad de Ciencias, con algunas hojas ya amarillas como toca, con una copa bastante tupida, precioso. La sorpresa ha sido que, un poco más allá, en una zona por la que antes circulaban y aparcaban coches, hay otro ginkgo sembrado. Es un árbol diferente, más desgarbado, con ramas por todo el tronco pero lo he reconocido en seguida, a lo lejos. Me he acercado, claro, cómo no me iba a acercar. Ha sido precioso.<br /><br />A ver si vuelvo más adelante, a verlos amarillos, con lo cerca que los tengo.</p><p> En las fotos, el primer ginkgo y mi nuevo descubrimiento, hoy.<br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSIcmT7oYOveU-cBDaQ0AyGtozwCAcMiZ9mKuVxAYO2ev4z8Rtdss3-ewrnkZm46M22tkmkPQqEQhbcYD_vzKmF8u5fAUROg5VwxU63_l42yP_eb-8CeJ8xEJ6j7muFRMmK4Mn_9u8/s2048/2020-11-12+%25281%2529.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1532" data-original-width="2048" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSIcmT7oYOveU-cBDaQ0AyGtozwCAcMiZ9mKuVxAYO2ev4z8Rtdss3-ewrnkZm46M22tkmkPQqEQhbcYD_vzKmF8u5fAUROg5VwxU63_l42yP_eb-8CeJ8xEJ6j7muFRMmK4Mn_9u8/w400-h299/2020-11-12+%25281%2529.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnQCLGKhjsW5724mrE5jUeNkRxMEZifTGM4-fEqB9mwKWwNJD2pNV4SwiDGLe5oVU2UZF594V5eI26pfSJDESG7sNxNus4nE9qbFmu-6MSeAei3CJWwvbDgdQotFiDzM3xQ6IAOD7X/s2048/2020-11-12+%25282%2529.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1532" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnQCLGKhjsW5724mrE5jUeNkRxMEZifTGM4-fEqB9mwKWwNJD2pNV4SwiDGLe5oVU2UZF594V5eI26pfSJDESG7sNxNus4nE9qbFmu-6MSeAei3CJWwvbDgdQotFiDzM3xQ6IAOD7X/w299-h400/2020-11-12+%25282%2529.jpg" width="299" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU8jECG1Ji0piVxbm-D9sJ-Qw2tJCv4C0wrvsZ7sYQvpIThCBaBRJeIE8uIdXQ4nOhIqGcrSAwYqDjAY_D2StF9DG76KV0UR_NiKaOHSTfwzEnKoisc7LJTFUbVk9BtO_gp3ghdvFM/s2048/2020-11-12+%25283%2529.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1532" data-original-width="2048" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU8jECG1Ji0piVxbm-D9sJ-Qw2tJCv4C0wrvsZ7sYQvpIThCBaBRJeIE8uIdXQ4nOhIqGcrSAwYqDjAY_D2StF9DG76KV0UR_NiKaOHSTfwzEnKoisc7LJTFUbVk9BtO_gp3ghdvFM/w400-h299/2020-11-12+%25283%2529.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNqxPrIhWH4gjS_FsJGpTSqOGMimbLlymQoRXeYf-cSx0_346aoHAXANo7E4r03NyrgBb2wzqAOF3UHQ5g3Y6QFBLu68dJnGHnz0WEGEDk-E3pi2fEQXmr5AI82w-q569eZs_Ig6wm/s2048/2020-11-12+%25284%2529.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1532" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNqxPrIhWH4gjS_FsJGpTSqOGMimbLlymQoRXeYf-cSx0_346aoHAXANo7E4r03NyrgBb2wzqAOF3UHQ5g3Y6QFBLu68dJnGHnz0WEGEDk-E3pi2fEQXmr5AI82w-q569eZs_Ig6wm/w299-h400/2020-11-12+%25284%2529.jpg" width="299" /></a></div><br />Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-24534770143894523462020-08-02T22:37:00.004+02:002020-08-02T22:37:59.082+02:00Veranos<div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXOK_5XKJrwTTu0OCzmBBMtKzZYfGm6PSfPPoqXfs_z1_C04FMnKq-ocbaKRn6cXEAg-CGLg40S8s93tNRuIFUAs3BfBgGq4vKMf8K1SK_j0OvpCBhys8s_VV8KawacBn0OZBNXV3C/s1328/2020-08-02.jpeg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1328" data-original-width="747" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXOK_5XKJrwTTu0OCzmBBMtKzZYfGm6PSfPPoqXfs_z1_C04FMnKq-ocbaKRn6cXEAg-CGLg40S8s93tNRuIFUAs3BfBgGq4vKMf8K1SK_j0OvpCBhys8s_VV8KawacBn0OZBNXV3C/s640/2020-08-02.jpeg" /></a>Llevo unos días pensando mucho en los veranos eternos de hace unos años. No, no me refiero a los veranos de mi infancia y adolescencia, aquellos veranos que discurrían entre playa y playa y más playa, interrumpida por un mes en el pueblo manchego de mi padre o en algún lugar de la tierra de mi madre, en el norte de España. Aquellos eran veranos interminables. Me refiero a los veranos de hace cinco, seis, ocho años, veranos que parecían eternos, porque tenía la sensación de que los veranos serían siempre así: Algún viaje de trabajo que intentaba disfrutar al máximo y días de vacaciones que pasaba en la isla, disfrutando de sus playas; de noches de amigos, música, bailes y fiesta; de domingos de playa con la familia. Me acuerdo especialmente de las tardes de esos domingos, cuando llegaba a casa con el pelo aún salado del mar y la piel caliente por el sol; cuando bajaba las persianas, cerraba las ventanas y encendía el aire acondicionado y la tele, en cualquier canal que hicieran lo que fuera, y pasaba la tarde dormitando en esas siestas pesadas pero maravillosas de las que te despiertas con legañas en los ojos. Sí, en aquel momento pensaba que aquellos veranos serían eternos, y casi me aburría ante la idea de que durarían para siempre.</div><div><br /></div><div>Llevo tres años sin esos veranos. Hace dos años, fue un verano de médicos, hospitales, tratamientos y ese nudo en el pecho que sientes cuando sabes que algo está yendo mal, muy mal. El año pasado, fue el primer verano sin mi padre, por lo que hubo que habituarse a volver a su playa favorita sin él, a volver a su restaurante favorito sin él, a volver a nadar en el mar sin él. Era inevitable, y lo sigue siendo, volver a pensar en aquel su último día de playa y su “Bueno, habrá que meterse otra vez, quién sabe cuándo podremos volver”. Y este verano, ¿qué puedo decir de este verano? Lo es todo menos normal. Pandemia, mascarillas, incertidumbre de todo tipo. Incertidumbre mundial, incertidumbre laboral (qué queréis que os diga, <a href=" https://www.efe.com/efe/espana/efefuturo/el-ieo-igme-e-inia-se-convertiran-en-centros-nacionales-bajo-paraguas-del-csic/50000905-4302068">esto</a> me inquieta sobremanera) y no quiero ni pensar en mi propia incertidumbre personal, que trato de obviar porque en el fondo, qué más dan mis problemas individuales ya, si todo es un caos.</div><div><br /></div><div>Sí, pienso mucho en esos veranos que parecían eternos, porque obviamente no lo eran. Y, curiosamente, pienso mucho en mi padre últimamente. Tal vez sea alguna fase del duelo que no tenía controlada, que no sabía que llegaría ahora, casi dos años después de su muerte. Tal vez sea porque le encantaba el verano y esos domingos de playa maravillosos. Tal vez lo tengo presente porque me siento totalmente perdida, no sé qué va a pasar en las próximas semanas, en los próximos meses. Ni idea de lo que va a ser mi vida en los próximos años. Y odio esa incertidumbre, yo que soy mucho de organizar, de planificar, de tener las cosas claras antes de enfrentarme a ellas. Y, en momentos así, me iría estupendo tener una referencia, alguien que me calmara, alguien que me diera seguridad, alguien que me dijera “Tranquila, todo va a salir bien”, aunque fuera mentira. Porque no, no sé si algo va a ir bien y no, no tengo a nadie que me lo diga. Y supongo que, por eso, me siento perdida. Y supongo que, por eso, echo de menos esos veranos en los que todo estaba controlado y que parecían eternos.</div><div><br /></div>En la foto, una puesta de sol cualquiera, en el mar, hace unos días, en este verano extraño.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-64339705241594668772020-06-20T22:47:00.000+02:002020-06-20T22:47:47.188+02:00Fin<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjF9I1EXgUH4zcNzAg6w3mkgzKVEOy7mtkgoJxWMR4o9Qpv6NZptjC803_HDNkqJ2Jf-gIvr0yTDApLBycR70rodS2oBGUPTCM9VxMXm2EaIuwKRhFbxA3ncaP-0A4c5CRwjmu0ZyK/s1600/2020-06-20+%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjF9I1EXgUH4zcNzAg6w3mkgzKVEOy7mtkgoJxWMR4o9Qpv6NZptjC803_HDNkqJ2Jf-gIvr0yTDApLBycR70rodS2oBGUPTCM9VxMXm2EaIuwKRhFbxA3ncaP-0A4c5CRwjmu0ZyK/s400/2020-06-20+%25281%2529.jpg" width="400" /></a></div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkPZGQEFo76aZMU_eLFkmGiUEUA1vgA8ob1OR5lUwdd_eK0QRykU4QORdrn7MAMggs0Vh5CT0L5qjK2VNBtvlpqFIlLCDI4wqX0Ni7J6ZA7Mau77-fY3GL-S_GDs-VCxOhdALOcz1e/s1600/2020-06-20+%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkPZGQEFo76aZMU_eLFkmGiUEUA1vgA8ob1OR5lUwdd_eK0QRykU4QORdrn7MAMggs0Vh5CT0L5qjK2VNBtvlpqFIlLCDI4wqX0Ni7J6ZA7Mau77-fY3GL-S_GDs-VCxOhdALOcz1e/s400/2020-06-20+%25282%2529.jpg" width="400" /></a>Hoy acaba el estado de alarma, después de 98 días, más de tres meses. Si hace un año nos cuentan que íbamos a vivir esto, no lo hubiéramos creído. ¿Os acordáis lo que hacíais estos días hace un año? Yo estaba a punto de viajar a El Cairo. Parece que fue otra vida.<br />
<br />Es difícil resumir y entender lo que han significado estas semanas de los últimos meses. A nivel personal, a nivel social, a nivel global. No hemos salido mejores de esto, no vamos a salir mejores. Simplemente, se ha intensificado el verdadero yo de cada uno. Habrá gente a la que le habrá servido para algo; a otros, para poco y algunos, los menos afortunados, ni siquiera han llegarlo a verlo acabar.<br />
<br />A mí hay varias cosas que me han llamado la atención de todo esto, dos están relacionadas con cosas que creímos siempre que eran positivas y, realmente, no lo son tanto. ¿Os acordáis cuando se presumía de que España era uno de los países con mayor esperanza de vida? No sé para qué sirve eso si somos incapaces de cuidar a nuestros mayores, apartándolos de la sociedad, dejándolos en residencias donde, por desgracia, tantos han muerto. Que sí, que la vida es así, que la gente no puede cuidar de sus mayores, que todo el mundo trabaja fuera hoy en día, que vivimos muy rápido, nuestro ritmo diario es incompatible con sus requerimientos. Pero esa misma necesidad que ha sentido la gente de correr a los bares a tomarse la cerveza con sus amigos, esa necesidad de sentirse parte de la tribu la hemos dejado solo para la parte del ocio, para el disfrute, no para la responsabilidad y los cuidados. Y, ¿os acordáis cuando, en las épocas peores de cualquier crisis, algunas comunidades –como la mía– seguían aguantando gracias al turismo? El turismo lo era todo, el turismo nos salvaba pero, ese mismo turismo nos ha llevado ahora a una situación absolutamente impensable hace unos meses. Lo hemos jugado todo a una carta, nos hemos arriesgado y hemos perdido. Nos esperan tiempos difíciles, mucho.<br />
<br />Yo he aprendido muchas cosas de mí misma en estos meses y no todas me gustan, la verdad. Otras igual sí. Y me ha servido para muchas cosas también este estado de alarma. Puede que la más importante es descubrir que, aunque no lo creas, puedes vivir sin muchas cosas que pensabas imprescindibles. Aunque miento al decir que es una lección aprendida de estos días. Tal vez sí ha sido la traca final de un aprendizaje de varios años. Eso tiene un lado positivo y otro negativo. El positivo es la capacidad de adaptación: pase lo que pase, puedo sobrevivir. El negativo es un poso de desasosiego del que no soy capaz de desprenderme, un punto de pasotismo, un “me apetece esto pero, si no lo hago, tampoco pasa nada”. Me asusta un poco eso, no sé a qué va a derivar o hacia dónde va a ir. Supongo que podría obtener algo positivo de ello, pero aún no soy capaz de verlo. Supongo que volverá el entusiasmarme por las cosas. Supongo que, en algún momento, recuperaré la ilusión por la vida más allá de las cuatro paredes de mi casa. Y de mi balcón, tal vez mi gran descubrimiento de este estado de alarma. Volver a ilusionarme con las plantas, descubrir la felicidad que me da ese pequeño espacio que no es fuera, pero tampoco es dentro.<br /><br />
Sigo teniendo días en los que siento que me voy a comer el mundo y días en los que solo quiero hacerme un ovillo y dejar pasar las horas. Ya lo dije en algún momento: no hago mucho caso ni a los unos ni a los otros. ¿Veis? De nuevo el desasosiego. Y aún así, en estas circunstancias, en esta incertidumbre, hay pequeños detalles que me tocan de manera peculiar, casi exageradamente. Un libro que me hace llorar como hace tiempo que no hacía. Una conversación que me deja una sonrisa en los labios durante horas. Una luz encendida que me da una paz inexplicable. El movimiento tranquilizador de una cortina ondulándose por efecto de la brisa primaveral. No creo que esto, el observar así los detalles, el sentirlos, vaya a cambiar cuando acabe el estado de alarma, al menos no inmediatamente, mientras no volvamos del todo a la vorágine anterior a esto. O sí, qué sé yo ya. Todo es incierto, todo es caos, todo está aún por escribir.<br />
<br />En las fotos, mis ginkgos el día 15 de marzo, primer día del estado de alarma, y hoy, 20 de junio. Menuda aventura la de estos 98 días, en tantos y tantos sentidos.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-15589681778421320802020-06-07T22:19:00.001+02:002020-06-07T22:19:29.715+02:00En fase<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqtvXkvdS_yPizdjmJq9dzarY_LNA4qzilRuXQ3MgN7k-0zzIlDl8Hmdg0wEZon4R7d4J53ISsZ4iySs8zvnAm7ufs2h2qIxk3tUCuHGnjO0TG-E3_7KQzvtOdyYQRvS_susNXJCsB/s1600/2020-06-07.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqtvXkvdS_yPizdjmJq9dzarY_LNA4qzilRuXQ3MgN7k-0zzIlDl8Hmdg0wEZon4R7d4J53ISsZ4iySs8zvnAm7ufs2h2qIxk3tUCuHGnjO0TG-E3_7KQzvtOdyYQRvS_susNXJCsB/s400/2020-06-07.jpg" width="225" /></a></div>
Dos semanas en Fase 1.<br />
<br />
Dos semanas en Fase 2.<br />
<br />
La vida sigue, mayormente confinada, pero con algunas excepciones, con algunos alivios, navegando suavemente hacia eso que llaman “nueva normalidad”.<br />
<br />
Si duermo mucho y bien, al día siguiente soy feliz. Si duermo poco o mal, lo veo todo negro. Creo que esto ya lo conté.<br />
<br />
Mañana entramos en Fase 3 pero, en realidad, no creo que mi vida cambie demasiado a cómo ha sido en las últimas semanas. Teletrabajo. Empezar a quedar con amigos. Y poco más. Quiero recuperar lo de salir a caminar, a primera hora de la mañana. Pero ahora que las noches empiezan a ser cálidas, me gusta pasar un rato sentada en el balcón, tranquilamente, leyendo, escuchando música, viendo series o, simplemente, estando ahí. Así que se me hace tarde, no me voy a dormir tan pronto como acostumbraba al principio de la pandemia, cuando aún era invierno.<br />
<br />
Madre mía, mi balcón. Ha tenido que llegar una pandemia para volver a enamorarme de él.<br />
<br />
Hacía años que mi huerto urbano no resplandecía como ahora. Qué digo, hacía un par de años que ni siquiera tenía huerto urbano.<br />
<br />
Me he vuelto a enamorar de mi balcón, de las plantas, de contemplar la vida pasar, tranquilamente.<br />
<br />
He aprendido a hacer amigurumis, como el monstruo de la foto, tejido a partir de restos de lanas de otros proyectos, por eso tiene esos colores tan locos. Ha tenido que llegar una pandemia para aprender a tejer amigurumis.<br />
<br />
Ayer pensé que, si en la nueva normalidad voy a dejar de viajar, o viajar muy poco, podría adoptar un perro. O un gato. Siempre quise tener un perro. Pero con tanto viaje… No sé, igual hay que tener nuevos objetivos ahora que parece que vamos a estrenar una normalidad nueva.<br />
<br />
Ayer pensé que, aunque esta vida me encanta, algún día volveremos a la normalidad, no a la nueva, sino a la vieja. O, incluso en la nueva normalidad, tendré que volver a hacer cosas que ahora me parecen innecesarias, como coger un coche e ir a la oficina, como coger un avión e ir a una reunión. Si puedo hacer lo uno y lo otro desde casa, ¿qué necesidad tengo de moverme? Ha tenido que llegar una pandemia para poder teletrabajar, al menos temporalmente.<br />
<br />
Mi objetivo en la Fase 3 es ir a la playa. Sí, lo sé, podría haber ido en la Fase 2, pero no sé, no me ha cuadrado, no he podido. Y pintarme las uñas de los pies, que ya es época de sandalias. Aunque estos días va a llover y, de hecho, esta mañana ha tronado mientras aún estaba en la cama. Y luego se ha puesto a llover. Ah, qué delicia.<br />
<br />
Hoy he tenido un buen día: anoche, dormí mucho y bien.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-42038795199004235632020-05-10T23:47:00.002+02:002020-05-10T23:47:55.267+02:00Fase 0<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgESN9cxbdUAkNsOEPTD8oTvHjz33LEmX4Og0-1mGEZjZnEDQW1ZOu2tMC27tBi0SrycMzxsb4B580in6-dqd-wRym87FautLQBC8DVwI6tUTI_4BbbQoJGCgDyM__eYp1Tr-uqds0_/s1600/2020-05-10.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1328" data-original-width="747" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgESN9cxbdUAkNsOEPTD8oTvHjz33LEmX4Og0-1mGEZjZnEDQW1ZOu2tMC27tBi0SrycMzxsb4B580in6-dqd-wRym87FautLQBC8DVwI6tUTI_4BbbQoJGCgDyM__eYp1Tr-uqds0_/s400/2020-05-10.jpeg" width="225" /></a></div>
El tiempo pasa rápido y lento a la vez. No me aburro, siempre tengo algo que hacer, pero hay días pesados y densos y luego hay otros que se me escapan entre los dedos. Con las semanas me pasa lo mismo, a veces incluso simultáneamente. Creo que hace ya mucho que salí a dar mi primer paseo, pero solo hace una semana. No he dado muchos más; otro, creo, pero ha sido una semana cargada de cosas. He estrenado mis sábanas de ginkgos. Y un jabón de Alepo que compré en Marsella hace ya mucho tiempo. Estoy intentando hacer masa madre. He pintado mandalas. Mis pequeñas orquídeas están floreciendo. He conducido por primera vez después de muchas, muchas semanas, aunque para ello ha tocado cambiar una batería. Me he cortado el flequillo. Sigo aprendiendo a tejer amigurimis. Y por fin he conseguido comprar tierra para trasplantar mis tomateras, ahora, justo ahora, cuando la mitad de las plantitas no han sobrevivido a dos días al sol sin agua. Eso, lo de olvidarme de regar me recuerda que también ha sido una semana muy intensa, de mucho trabajo. En cualquier caso, esto es solo lo que recuerdo. Seguro que hay un montón de otras cosas que he vivido, que he hecho, que he disfrutado, pero que igual ahora no recuerdo o que recuerdo más lejanas.<br /><br />
Ésta ha sido la semana de la fase 0. Hemos empezado a hacer otras cosas, más cosas. Poco a poco. Seguimos sin saber a dónde vamos, qué pasará o qué significará esto en nuestras vidas. Me sigue fascinando y aterrorizando lo que estamos viviendo a partes iguales. Me sigue alucinando lo que hemos conseguido pero también todo lo que podemos aún perder. Porque esto no ha acabado, ni mucho menos. Y eso es lo que me hace encoger el corazón, que aún estamos empezando y ya hay quien se piensa que estamos de celebraciones.<br />
<br />En la foto, mis pequeñas orquídeas floreciendo con mis ginkgos al fondo.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-465666850276603172020-05-04T22:36:00.000+02:002020-05-04T22:36:46.588+02:00Séptima semana<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEanP5K2WF021Ok9Vttni5iwsZAbXLdRhavAsuW-CFvm2JRnIGl5W5Kv45xEDhJf-4ylvdrW3ZtyWT7EKD8cf5LyWs7D9k5qJI9D84mJDhSjzxffskZvOSgXKdjaClThrRITcDBQEY/s1600/2020-05-04.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1328" data-original-width="747" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEanP5K2WF021Ok9Vttni5iwsZAbXLdRhavAsuW-CFvm2JRnIGl5W5Kv45xEDhJf-4ylvdrW3ZtyWT7EKD8cf5LyWs7D9k5qJI9D84mJDhSjzxffskZvOSgXKdjaClThrRITcDBQEY/s400/2020-05-04.jpeg" width="225" /></a></div>
Ha llegado mayo. Ha llegado el calor. Han llegado los primeros pasos en dirección a eso que llaman “nueva normalidad”, que me suena fatal y que es una manera de evitar decir que nada será igual, al menos por un tiempo. Esta semana he descubierto mi nuevo patrón de sueño: un día duermo bien, un día duermo mal. Aunque no se cumple siempre, claro que no. En cualquier caso, si duermo mal, al día siguiente estoy de mal humor; si duermo bien, me parece que todo es maravilloso. Me estoy acostumbrando a esta rutina, a esta alternancia de días malos y días buenos y no les doy demasiada importancia, ni a los unos ni a los otros. Cada día es nuevo, cada día hay que tomarlo como viene y sacar de él lo que podamos, según las circunstancias.<br /><br />
He descubierto que una vieja mesa de playa, ésa que usábamos hace muchísimos años cuando comíamos debajo de los árboles junto al mar, cabe perfectamente en mi balcón. Está en perfecto estado. La pongo junto a la mesa de cultivo, donde los fresales y el tomillo están desbordados ya, y me siento con una silla de playa a tomar un poco el aire, el sol o el vermut. O con una fitball que tiene el tamaño perfecto, para trabajar al aire libre por la tarde, cuando el sol ya no da en el balcón. Pero mi alergia a la primavera ha podido con mi nuevo descubrimiento y he tenido que eliminar mis ratos de balcón, porque el picor de ojos, de nariz y los estornudos me dan dolor de cabeza y complican mi vida. Así que el tendedero de ropa ha recuperado su posición, aunque con tanto polen acabará dentro de casa, ya veréis.<br /><br />
Sigo sin tener tierra para trasplantar mis tomateras, pero intuyo que pronto la conseguiré. Uno de mis objetivos para el próximo fin de semana: arreglar las plantas. Mis ginkgos siguen echando hojas como si no tuvieran nada más que hacer en su vida, como efectivamente ocurre. De momento no están creciendo más, solo algunas ramas que chocan ya con los cristales de la galería. Y el sábado salí a caminar. Una vez, en mi rango de un quilómetro desde mi lugar de residencia. Vi el mar. Cincuenta días después, vi el mar. Nunca, nunca, nunca en toda mi vida había estado tanto tiempo sin ver el mar. Y ahí sigue.<br /><br />
En la foto, vistas lejanas del mar, en mi paseo del sábado.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-11064750454406489072020-04-28T09:24:00.000+02:002020-04-28T09:24:21.093+02:00Sexta semana<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwA0jerE4XiBmEkvVRFnZ4L5ehPAmUhHSAEYOtG2dPdqnfIXk7j1646VTpmd_QLCVJXStIuiqk5iwlufi0j6_EQzDWk_Ud2sxvKhEC5Tkt5JsmfL9tbMF3lkZCIE9OGN3NWtwLURuC/s1600/2020-04-28.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="899" data-original-width="1327" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwA0jerE4XiBmEkvVRFnZ4L5ehPAmUhHSAEYOtG2dPdqnfIXk7j1646VTpmd_QLCVJXStIuiqk5iwlufi0j6_EQzDWk_Ud2sxvKhEC5Tkt5JsmfL9tbMF3lkZCIE9OGN3NWtwLURuC/s320/2020-04-28.jpeg" width="320" /></a></div>
Echo de menos cosas muy concretas, como conducir mi coche o mojar mis pies en el mar, y cosas mucho más abstractas, como viajar o abrazar. Echo de menos mil y una cosas, cada día, en casi todo momento. Echo de menos cosas que ni sabía que tenía, como la tranquilidad de volver de la compra y meter en el armario las cosas sin tener que desinfectarlas. Y echo de menos cosas que no he vivido, pero que sé que me he perdido en estas semanas que llevamos confinados, risas, cenas, viajes. Y de todas las cosas que echo de menos, creo que son estas últimas las más dolorosas. Volveré a conducir, a mojar los pies en el mar, a viajar y a abrazar Volveré a meter en el armario la compra sin tener que desinfectarla. Y claro que volverá a haber risas, cenas y viajes, pero esas risas, cenas y viajes que no hemos vivido, no las vamos a recuperar. Sentir añoranza por lo que no has tenido, por lo que no has vivido es una melancolía absurda pero qué menos que permitirnos cierta melancolía en mitad de una pandemia.<br />
<br />Y aún así… Aún así, a pesar de eso, a pesar de esa melancolía, sigue habiendo un montón de cosas maravillosas estos días. Recibir un libro sorpresa por el Día del Libro. Hacer videollamadas con amigos. Comprobar que todo el mundo sigue bien de salud. Caminar bajo el sol de camino al supermercado, sintiendo la brisa primaveral en la cara. Intercambiar sonrisas y saludos desde los balcones a la hora del aplauso. Conversaciones que se alargan y se alargan. Dormir (casi) ocho horas seguidas y sentir que te puedes comer el mundo. No sé, hay un montón de cosas que hacen que los días vayan pasando y que, a pesar de todo, sigamos adelante. Solo hay que fijarse un poco en que están ahí.<br />
<br />En la foto, el libro sorpresa que recibí de <a href="http://www.ratacorner.com/">Rata Corner</a> por el Día del Libro.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-9280155436047119622020-04-20T16:02:00.002+02:002020-04-20T16:02:25.305+02:00Quinta semana<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjN9KKS4cLzUd_oX9HLq1dU8Dcff2MXPDcMIgvLg4_9ZTOKn5158SH2NsW0SYxUchhUcV81j5nwCBE638IGfNPO3Sim8MwtKT-Oe4hAi7gWs3WL4Wly_xBSi69PxPSQP_sAYH329IxI/s1600/2020-04-20.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="747" data-original-width="609" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjN9KKS4cLzUd_oX9HLq1dU8Dcff2MXPDcMIgvLg4_9ZTOKn5158SH2NsW0SYxUchhUcV81j5nwCBE638IGfNPO3Sim8MwtKT-Oe4hAi7gWs3WL4Wly_xBSi69PxPSQP_sAYH329IxI/s320/2020-04-20.jpeg" width="260" /></a>El silencio. El silencio fue lo primero que me sorprendió (o tal vez asustó) del inicio del confinamiento. El silencio frío y constante, en mitad de la ciudad, en un barrio bullicioso como es el mío. Y el silencio me sigue sorprendiendo ahora, cinco semanas después. La mayor parte del día reina el silencio de una hora temprana de un domingo invernal. Es agradable, pero un poco terrorífico también. Los románticos dicen que se oyen más los pájaros. Sí, se oyen. Pero lo que yo más oigo es el silencio. No es siempre así, a ratos se oyen cosas, diría que cada vez más. Algún coche que pasa, vecinos que hablan de balcón a balcón, niños gritando mientras juegan dentro de sus casas. Esos son sonidos de normalidad, que me hacen pensar que el mundo sigue siendo como hace dos meses, aunque en realidad no lo sea.<br /><br />
El sábado, cerca de la medianoche, salí al balcón. Estaba lloviendo pero la temperatura era agradable. Estaba pasando el camión de la basura y me quedé a ver cómo recorría toda la calle y acababa desapareciendo girando al final de la misma, allí donde hace tiempo se levantaba un campo de fútbol que ya no existe. Me quedé un rato mirando las ventanas de las casas iluminadas u oscuras, escuchando el sonido de la lluvia, que sonaba más fuerte que nunca, aunque en realidad caía suavemente. Vi a un par de chavales, que no creo que estuvieran paseando el perro ni tirando la basura, por la calle, mirando alrededor, con esa pinta de saber que están haciendo algo malo, y escabulléndose de nadie. Fue sumamente relajante ese ratito escuchando el ruido de la lluvia por encima del silencio.<br /><br />
Me encantan los aplausos de las ocho. Me encanta esa rutina de salir al balcón y aplaudir con todas mis fuerzas, ver a los vecinos en sus balcones, saludarnos los que nos conocemos y los que no nos conocíamos hasta ahora. Me encanta como todos nos asomamos más, si cabe, a nuestras ventanas y balcones el día que pasa la policía, o los bomberos, o alguna ambulancia justo a esa hora, despacito, haciendo sonar sus sirenas, enciendo sus luces. Cuando eso pasa, los aplausos suenan más fuerte y todos sonreímos más. Porque a mí salir a aplaudir me hace sonreír.<br />
<br />Ha sido una semana rara. He estado desorientada, no me ha cundido nada y no me refiero solo al trabajo. Hay días buenos, hay días malos y es absurdo ahondar en la sensación continua de incertidumbre porque nada bueno vamos a sacar de eso. Así que hay que centrarse en el día a día, en cada hora, en cada momento. Es lo único que tenemos.<br />
<br />En la foto, uno de los bichitos que me acompañan en las horas de trabajo de este confinamiento.<br />
<br />Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-77706419835964317882020-04-13T01:29:00.001+02:002020-04-13T01:29:13.447+02:00Cuarta semana<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjwtjRAMJEdkhaCro702FXa1HX5gUNpZARc4P4IYfSHQt6zk_UT-qdj2S5lBM1hfk3CBWP_XvG0ZHNYycDY0NuOwtHee4rvf7H5H4NHP3h79MKY0d3FDqoLfDm9ouOPHZQz0bG4GsN/s1600/2020-04-13.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="707" data-original-width="811" height="278" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjwtjRAMJEdkhaCro702FXa1HX5gUNpZARc4P4IYfSHQt6zk_UT-qdj2S5lBM1hfk3CBWP_XvG0ZHNYycDY0NuOwtHee4rvf7H5H4NHP3h79MKY0d3FDqoLfDm9ouOPHZQz0bG4GsN/s320/2020-04-13.jpeg" width="320" /></a>Cuando vuelvo a casa después de pasar un tiempo en el mar, siento que la barandilla de mi balcón no es tan diferente a la borda de un barco. De ella hacia dentro hay una vida, un día a día, una rutina diferente a la que hay de ella hacia fuera. Y la vida que vives en ese momento es la que está de borda o de barandilla adentro. Lo que hay hacia fuera, el mar o el vecindario, no es tuyo, no te pertenece, no forma parte de ti aunque te regale vistas bonitas o aplausos solidarios. Salgo al balcón y, más allá de la barandilla, veo un paisaje distinto al del interior, veo un mundo diferente, desconocido, que observo con anhelo, con emoción, que me envuelve y al que sé que volveré. Como el mar.<br />
<br />No es tan lejano este confinamiento al estar encerrado en un barco, al menos en algunas cosas. En otras, no tiene nada que ver.<br />
<br />Llevo cuatro semanas sin ver el mar, aunque lo sé cercano y se hace especialmente presente por las tardes, a las ocho, cuando las sirenas de los barcos del puerto acompañan a los aplausos de mi calle. Creo que nunca había pasado tanto tiempo sin ver el mar. Solo, tal vez, en mis vacaciones infantiles veraniegas, los años que pasábamos el mes de agosto en el pueblo de mi padre, allí, entre la Serranía y la Alcarria castellano-manchegas. Pero entonces sabía el día exacto que volvería a ver el mar, a subir a un barco para volver a mi isla. Ahora mismo, no sé cuándo lo veré, cuándo volveré.<br />
<br />Ya lo dije el otro día, echo de menos algunas cosas. El mar es una de ellas, por supuesto.<br />
<br />Esta semana ha sido la más extraña del confinamiento, al menos de momento. Una Semana Santa encerrados en casa no es nada habitual, aunque yo creo que no hubiera pasado estos días festivos de manera muy diferente a como los he pasado. Tranquila, en casa. Mi vorágine suele estar fuera de los días festivos, me refiero en condiciones de no confinamiento. Y ha sido extraña, decía, porque he tenido algún día de euforia, energía y emoción máxima y, a continuación, el batacazo, la caída, la tristeza infinita, el corazón encogido, las ganas de llorar sin parar. Traté de sobrepasar ese día oscuro y extraño a base de tener las manos ocupadas, ya que la mente hacía lo que quería, así que cociné, cociné y cociné. No sé si sirvió de mucho, aunque ahora tengo el congelador lleno, pero el día pasó, sobreviví y, al día siguiente, ya me encontraba bien otra vez, más o menos bien. Porque, no lo olvidé entonces y ahora tampoco quiero olvidarlo, esto también pasará.<br />
<br />Hay quien dice que de esta crisis saldremos mejores. Yo no lo creo. Lo que sí creo es que estos días está saliendo la verdadera naturaleza de las personas. La bondad de los buenos, la vileza de los malos. Tal vez, cuando volvamos a la vida y dejemos atrás esta hibernación confinada, volvamos todos a equipararnos, a parecer semejantes, pero entonces ya conoceremos la verdadera naturaleza de los que nos rodean y en nuestra mano estará rodearnos de los que creemos afines a nosotros o de aquellos que nos hacen felices, o que nos entienden, o que estuvieron ahí cuando los necesitamos. Los demás solo serán sombras sin rostro que pasarán a nuestro lado, estarán presentes pero les haremos el caso estrictamente necesario.<br />
<br />En la foto, mis pequeñas tomateras, creciendo confinadas. Ojalá poder ir pronto a comprar tierra y trasplantarlas a macetas más amplias.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-20186566794576581642020-04-05T23:07:00.003+02:002020-04-05T23:08:58.273+02:00Tercera semana<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYmMre8rRVarJ7QzsBeCSiHRHudKKAsQPvW-Sng0JRgOsEd8CNNMG-09EROe5VrOHF7N76RGLF8Ws2nKUQ8ihnIkGXXhMPuYzedVt8yBv4zMBXH4ysrKs9dTOyQQcn6Jie0su7tlpH/s1600/2020-04-05.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="747" data-original-width="771" height="308" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYmMre8rRVarJ7QzsBeCSiHRHudKKAsQPvW-Sng0JRgOsEd8CNNMG-09EROe5VrOHF7N76RGLF8Ws2nKUQ8ihnIkGXXhMPuYzedVt8yBv4zMBXH4ysrKs9dTOyQQcn6Jie0su7tlpH/s320/2020-04-05.jpeg" width="320" /></a></div>
Hay días que pasan rápido y otros más lentos. Hay días buenos, de risas y charlas y otros no tan buenos, de cansancio y tristeza. Hay días en que veo el final de esto a la vuelta de la esquina y otros en los que creo que esto no acabará nunca. Hay días en que ansío volver a mi vida anterior y otros en los que me siento ya tan acostumbrada a esto que no sé si lo quiero cambiar.<br />
<br />
Este confinamiento saca lo mejor y lo peor de cada uno y nos muestra lo mejor y lo peor de los demás. Nos está sirviendo para conocernos, para conocer a los demás, para valorar lo que teníamos y para valorar lo que, a pesar de todo, seguimos teniendo.<br />
<br />
Hay muchas cosas que me gustan de este confinamiento. Organizarme los días laborales sin constantes interrupciones, pasar el día rodeada de mis cosas, volver a hacerle caso a mis plantas, observar como día a día, las ramas de mis ginkgos se llenan de hojas, salir a las ocho al balcón a aplaudir, sonreír a los vecinos que aplauden, organizar comidas y cenas, hacer reír a mi madre por tonterías, pasar horas charlando con amigos por videollamadas. Hay muchas cosas que no me gustan de este confinamiento. Bueno, igual no tantas, sí algunas. La que más, lo que pasa ahí fuera, saber que hay gente sufriendo y muriendo. Las demás, no son tan graves; el dolor de espalda porque no he hecho ejercicio esta semana, la incertidumbre sobre qué pasará en el futuro (en tantos aspectos diferentes), algún día en el que estoy más enfurruñada, el ver las calles casi desiertas cuando salgo (poco) a comprar y el echar de menos.<br />
<br />
Echo de menos lugares, echo de menos vivencias, echo de menos gente. Estos días pienso en algunas cosas que hice en las semanas y meses anteriores al confinamiento y que viví sin prestarles atención, sin darles importancia, sin saber que sería la última vez que las hacía en mucho tiempo. Si lo hubiera sabido, hubiera reído un rato más en aquella conversación, me hubiera tomado otro vino, hubiera estado un rato más contemplando aquel monumento, hubiera apretado un poco más en aquel abrazo. Y, en el fondo, eso tampoco es malo, eso de ser consciente de la futilidad de los momentos que hemos vivido nos hará valorar, o al menos a mí me hará valorar esos momentos bonitos que viviremos en el futuro. Esas risas, esas cenas, esos paseos, esas copas, esos abrazos, esos besos, esas charlas, esa vida. Habremos perdido muchas de esas cosas durante estas semanas, pero las que vivamos a partir de ahora, las sentiremos con doble intensidad.<br />
<br />
En las fotos, fresas creciendo en mi huerto urbano. Ni confirmo ni desmiento que si no fuera por este confinamiento, probablemente las plantas estarían ya más que secas.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-83023036144134062102020-03-30T12:50:00.002+02:002020-03-30T12:50:51.291+02:00Segunda semana<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBRz4swfiS7ygFzl_HANkM6BqDg772KDoEF0w3xKfW9QO6_YeGOmnZjviODGgXUGNWmYOx2v1aji7sFCArW2xZ655Uf3ZEwxicOqagdHApPvu5_dCVU5fgi2ReJ0OtcElcA55fHDXP/s1600/2020-03-30.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="648" data-original-width="968" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBRz4swfiS7ygFzl_HANkM6BqDg772KDoEF0w3xKfW9QO6_YeGOmnZjviODGgXUGNWmYOx2v1aji7sFCArW2xZ655Uf3ZEwxicOqagdHApPvu5_dCVU5fgi2ReJ0OtcElcA55fHDXP/s320/2020-03-30.jpeg" width="320" /></a></div>
Los días avanzan, fluidos, unos más que otros, claro.<br />
<br />Y, de repente, ya es lunes de la tercera semana de confinamiento.<br />
<br />Mi segunda semana creo que ha sido más productiva que la primera, al menos esa es la sensación que he tenido. También en esa segunda semana he pasado el día, bueno, la noche en la que peor he dormido desde que dejamos de salir a la calle, pero también la que mejor he dormido. Estos días he pensado mucho en lugares que me gustan, en los que he estado, sobre todo al ver imágenes de esos lugares totalmente vacíos. Calles y monumentos de ciudades que conozco, que me gustan. He sentido muchas ganas de volver a Roma. Y también a Madrid. Pero no así, en general, sino a lugares concretos, en muchos, como la Fontana di Trevi, claro, el Teatro Marcello, el barrio judío roma o el parque de la Quinta de la Fuente del Berro, donde en su impresionante ginkgo deben estar ya naciendo las hojas nuevas, así, como salen en los ginkgos, a puñados. Me han entrado ganas de volver a sitios que conozco y de ir a sitios que no conozco. He visto mis maletas vacías, esperando viajes que nunca se han hecho, esperando viajes que sí que se harán. Salí dos días a tirar la basura y nada más. Al balcón, todos los días, por lo menos a aplaudir. Hizo frío, llovió, pero el domingo amaneció soleado y aproveché un rato el sol del balcón; me dediqué a cocinar, a ver directos de gente que me gusta y me quedó un domingo precioso. Y encima, a las ocho ahora es de día, así que además de aplaudir, los vecinos nos mirábamos sonriendo, descubriéndonos, porque en la oscuridad de los días anteriores, solo podíamos intuirnos unos a otros. Pero esta segunda semana también llegó ese día en el que me pregunté si realmente íbamos a superar esto; primero como sociedad, después como especie. Le dediqué menos de diez minutos a esos pensamientos, creo que incluso menos de cinco. El fin de nuestra civilización, de nuestra sociedad tal y como la conocemos pasó al fin de nuestra especie. Me dio vértigo pensar en la poca importancia que tenemos como especie, ser consciente de que, si desapareciéramos, tampoco pasaría nada. Luego me reí de mi misma, sabiendo que no vamos a desaparecer pero bueno, aunque así fuera, ¿qué más da? Mientras estemos aquí, vamos a disfrutar lo que tenemos que, aunque a ratos no nos lo parezca, siguen siendo un montón de cosas.<br />
<br />Cuidaos, cuidad y quedaos en casa. Esto también pasará.<br />
<br />En la foto, aunque se ve regular, el arcoíris gigante que adorna las ventanas de una casa en mi barrio. Está hecha con el teleobjetivo de mi réflex al máximo, porque está bastante lejos.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-8554727558546956292020-03-22T18:14:00.002+01:002020-03-22T18:14:56.568+01:00Primera semana<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXEPoxRCOuScY13pD8mIh995YNSF2CwMvqceqiAkvCAI0aIVylqlL2BwpufuyBbSU6hPke603ew0NZgQnOOrfRSXolNHOqx7xXUHvj1BUKs6JKRFG2Z-oaOWFyMGFXrGzjHQLxH6sG/s1600/2020-03-22.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1152" data-original-width="869" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXEPoxRCOuScY13pD8mIh995YNSF2CwMvqceqiAkvCAI0aIVylqlL2BwpufuyBbSU6hPke603ew0NZgQnOOrfRSXolNHOqx7xXUHvj1BUKs6JKRFG2Z-oaOWFyMGFXrGzjHQLxH6sG/s320/2020-03-22.jpg" width="241" /></a>Llevamos una semana de confinamiento. Bueno, ocho días ya. Son días extraños, muy extraños. Intento llevar cierta rutina, porque estoy teletrabajando, pero tengo que admitir que esta semana me ha costado mucho concentrarme y seguir un horario pautado. Supongo que me adaptaré, supongo que la incertidumbre dejará paso a la anhelada rutina pero, aún así, estos primeros días han sido raros. No ayuda esa tos tonta que tengo desde hace una semana que no ha ido a más y procuro no darle importancia. No por mí, pero tener a mi lado a una persona de grupo de riesgo no es tranquilizador. Tampoco es ver su cara de susto cuando en un programa cualquiera de la televisión hablan de saturación de hospitales y de que, a partir de cierta edad, no se podrá hacer nada por los pacientes. Me mira y me dice: “Si hace un mes superé un ictus, ¡no me voy a morir ahora de esto!”. Digo yo que no. Pero aún así, hay que tomar precauciones, ser muy cauta. He salido a la calle tres veces desde el sábado pasado: dos para tirar la basura, una para hacer algo de compra. Fue muy extraño, me dio mucha pena, ver las calles de mi barrio tan vacías, tan desoladas. Pero, a la vez, fue maravilloso no ver gente, saber que la mayoría se quedan en sus casas, nos quedamos en nuestras casas. Ver letreros con arcoíris en algunos balcones; globos de colores en otros.<br /><br />
Los aplausos son una alegría. Salir a las ocho de la tarde al balcón cada día, ver a vecinos unidos, aplaudiendo, saludándonos, con canciones de ánimo saliendo por algunas ventanas de fondo. No he participado en ninguna cacerolada. He perdido la cuenta de cuántas hay y de para qué son y, sinceramente, creo que ahora necesito concentrarme en las cosas positivas. He vuelto a hacer yoga. Empecé con algunos saludos al sol y ahora ya sigo alguna de esas clases en directo que hay en internet. He seguido conciertos caseros en directo. Me he reído con memes divertidos y he borrado vídeos y audios apocalípticos y catastrofistas, algunos a medio ver o escuchar, otros sin ni siquiera abrir. Ya sé cómo de mal va la situación cuando me informo por la radio o por la tele, no necesito que me lo estén contando continuamente.<br />
<br />Tampoco nos piden tanto. Quedarnos en casa, en nuestro hogar, confortables, con comida, televisión, conexión a internet y toda la cultura que podamos imaginarnos a nuestro alcance. Lo he leído hoy por ahí, no deja de ser curioso que lo que nos esté ayudando a mantener la cordura son esas asignaturas que se consideran “marías”. Música, deporte, pintura. La creatividad y la cultura nos salvan, nos mantienen cuerdos porque, al fin y al cabo, es lo que nos hace humanos. Sé que no es solo quedarnos en casa, sé que estos son tiempos difíciles y, lo que viene después, desde el punto de vista económico y social, va a ser muy duro. Pero, ahora mismo, de momento, a día de hoy, nuestra obligación social y moral es quedarnos en casa.<br /><br />
Y, mientras tanto, ha llegado la primavera. Mi bosque de gingkos está en plena explosión primaveral. Lo observo cada día, las yemas verdes que se empezaron a vislumbrar hace unos días ya han explotado en grupos de hojas verdes y diminutas. Y las que quedan por salir. Y lo mucho que les queda por crecer. La vida sigue así, creciendo a borbotones. A pesar de todo.<br /><br />
Cuidaos. Y quedaos en casa<br /><br />
.<br />
En la foto, mi gingko primaveral.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-60854226278983612332020-03-14T11:54:00.000+01:002020-03-14T11:54:37.281+01:00Esto también pasará<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikXC5G30G2sQYHX0uq8Fddb19ES4JJSpJbyv-NvOQVu1GNW7ZFpljddmIwW-bJJhBMNE9irajFe5NvmyUT6RhgghKP5FNYwYVIAaeg6XD12CzgwZOtscsT8xgwgvv7wKDiQDLKlRYO/s1600/2020-03-14.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="741" data-original-width="486" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikXC5G30G2sQYHX0uq8Fddb19ES4JJSpJbyv-NvOQVu1GNW7ZFpljddmIwW-bJJhBMNE9irajFe5NvmyUT6RhgghKP5FNYwYVIAaeg6XD12CzgwZOtscsT8xgwgvv7wKDiQDLKlRYO/s400/2020-03-14.jpeg" width="261" /></a>Son días extraños, son tiempos extraños.<br />
<br />Están pasando muchas cosas en muy poco tiempo, a un ritmo vertiginoso. Pero, a la vez, parece que esto va a durar para siempre, que no acabará nunca.<br />
<br />No sé cómo lo viven los demás. Yo voy de un extremo a otro. En un momento, lo único que quiero es acurrucarme en una esquina y llorar e, instantes después, me pongo a hacer cosas rutinarias, del día a día, como si nada hubiera pasado, como si un virus no hubiera puesto nuestras vidas patas arriba. A ratos, me resulta imposible concentrarme en cosas simples, como leer; pero también me arrebujo entre las sábanas, con un libro entre manos, alargando la hora de levantarme, como si fuera un sábado por la mañana cualquiera.<br />
<br />No sabemos lo que nos espera, no sabemos qué va a pasar.<br />
<br />Hace un mes, mis planes de vida eran organizar los viajes de trabajo de las siguientes semanas (Roma, Argel) y preparar un proyecto personal que suponía un reto muy grande. Dos días después, mi madre estaba en la UCI, recuperándose de un susto gordo, muy gordo. Diez días después, el proyecto se iba al garete. Y, en paralelo, el mundo hablaba de un virus nuevo que ya empezaba a cambiar nuestras vidas, a anular eventos, a causar estragos.<br />
<br />Hoy, en un súper de mi barrio que habitualmente está vacío, había un aforo limitado que una chica controlaba, a la entrada. La gente iba por la calle, casi como un día normal, pero todos sabemos que no es un día normal y, lo que da aún más vértigo, que los próximos días van a ser todo menos normales.<br />
<br />Tenemos que seguir los consejos sanitarios, informarnos por medios oficiales, lavarnos mucho las manos, evitar tocarnos la cara, quedarnos en casa, cuidarnos y cuidar a los que nos necesitan. Es el mejor momento de la historia para que pase esto: tenemos un sistema sanitario robusto (a pesar de recortes que tanto daño hacen ahora), tenemos fuentes fiables de información (no difundáis bulos, no fomentéis el pánico) y tenemos medios tecnológicos suficientes para hacer que, aunque estemos aislados en casa, podamos entretenernos, trabajar y estar en contacto con nuestros seres queridos.<br />
<br />Estamos viviendo algo que no sé si marcará nuestras vidas, pero sí que será imposible olvidar. Eso está claro, independientemente de lo que pase en los próximos días. Llenemos esos días de cosas bonitas, de cosas buenas, creemos recuerdos para cuando, en unos años, hablemos de estos días, lo hagamos con una sonrisa, podamos decir lo de “¿Te acuerdas cuando…?” y detrás haya algo que nos haga sonreír. El concierto que seguiste online, el libro que leíste, la nueva receta que cocinaste, la película que disfrutaste o la serie a la que te enganchaste solo porque alguien te recomendó. La nueva rutina que creaste con amigos o que reforzaste (un mensaje de buenos días por la mañana, una llamada cuando notas que alguien está un poco más preocupado de lo normal). Incluso la limpieza a fondo que hiciste en casa o el curso online que siempre quisiste hacer, pero para el que nunca encontraste tiempo. Se me ocurren muchas, muchas cosas para hacer en casa estos días de las que nos podemos llevar recuerdos bonitos. Quédate en casa, por ti, por los tuyos, por todos. Vale la pena el esfuerzo.<br />
<br />Porque podéis estar seguros de algo: esto también pasará.<br />
<br />En la foto, el más pequeño de mis ginkgos, adelantándose a la primavera.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-82633979753036901842020-01-01T22:42:00.000+01:002020-01-01T22:42:03.278+01:00Uno de eneroAño nuevo, agenda nueva.<br />
<br />Me encanta estrenar agenda. Sigo con el mismo modelo: una Moleskine pequeña, semana vista. Este año, cambio a Harry Potter por El Principito. Soy más de HP, pero no me voy a quejar, me encanta.<br /><br />
Me encanta estrenar año. Todo puede pasar este año. No hago propósitos, ni planes específicos y tampoco espero nada especial del año.<br /><br />
Mentira, espero mucho, qué digo mucho, lo espero todo. TODO. Luego ya pasará lo que tenga que pasar, pero ahora mismo, creo que 2020 va a ser la bomba.<br /><br />
Feliz inicio de todo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdNBpPlpBDRwNV2HykmOu4YGLk2GbWsUhFw94Kwk0QoWEqBvrQUYVV25iEo5PkcRxLpwjJtMGqiHKHS41xl6OtVG6GAThZoyqRRotFR3krxXLMQy9aIYNDdlUBZ8NLRAAx9XsLM2NM/s1600/2020-01-01.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdNBpPlpBDRwNV2HykmOu4YGLk2GbWsUhFw94Kwk0QoWEqBvrQUYVV25iEo5PkcRxLpwjJtMGqiHKHS41xl6OtVG6GAThZoyqRRotFR3krxXLMQy9aIYNDdlUBZ8NLRAAx9XsLM2NM/s640/2020-01-01.jpeg" width="640" /></a></div>
<br />Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-18199737569282379842019-12-31T11:17:00.001+01:002019-12-31T11:17:29.512+01:002019No ha sido el peor año de mi vida. Pero tampoco el mejor. Ha sido un año raro, de alternancia de colorines, de días grises, de días azules, de momentos grises, de momentos azules. Lo normal en la vida, vamos.<br />
<br />Ha sido el año en el que he vuelto a cogerle el gusto a la lectura, allá por el mes de agosto, gracias a Arturo Pérez-Reverte y su “El tango de la guardia vieja” y gracias a Elizabeth J. Howard y sus Crónicas de los Cazalet (me quedan aún tres libros por leer, qué felicidad). Pero aún estoy cogiendo carrerilla. Ha sido un año de muchos viajes, muchos de ellos cortos y nacionales, oh, Madrid, amigos y teatro (“El Rey León”, “La función que sale mal”, “El médico”). Ha sido volver a destinos europeos conocidos varios, incluyendo Copenhague, Bruselas, Roma (siempre Roma). Ha sido volver a Namibia, aunque estuve poco tiempo y malísima y (ahora sí) no sé si volveré. Ha sido El Cairo y las pirámides de Giza, menudo regalo, sigo sin acabar de creerme que yo estuviera allí. He estado en todas mis islas, en todas, y a veces con repetición.<br />
<br />Ha sido un año de reiniciarme, de reinventarme, de parar, respirar y ver por dónde seguir; de ver quién está ahí, y quién sólo pasaba por ahí. De reírme mucho, mucho. De llorar también mucho. Se han ido de manera inesperada tres personas relativamente cercanas, tres personas que apreciaba y ahora, de repente, no están. Me temo que esto va a ser cada vez más habitual a partir de ahora. Cosas de hacerse mayor.<br />
<br />Pienso en 2019 y se me vienen a la mente unos cuantos momentos malos. Pienso en momentos bonitos y, madre mía, se me viene a la mente un montón de instantes tontos, absurdos, con gente bonita y querida, con risas, confidencias, abrazos y más risas. Gente bonita de mi vida: gracias por estar ahí. Y a ti, 2019..., pues hasta luego.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-84144806707787231552019-12-22T22:16:00.001+01:002019-12-22T22:16:16.504+01:00Sobre una duna<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Son tres fotos en blanco y negro. En la primera, aparecen cuatro hombres de espaldas a la cámara, subiendo una duna enorme. Uno de ellos, a la izquierda, va adelantado, arrodillado sobre la arena. Otro, el que va rezagado, camina apoyando solo las manos, no las rodillas. A la derecha, los que van en medio, combinan ambas técnicas: uno apoya rodillas y manos, el otro solo las manos.<br /><br />
En la segunda foto, ya les vemos las caras. Están cerca de la cumbre, tirados sobre la arena, mirando sonrientes a la cámara. Alguno lleva gafas de sol, todos llevan gorras y van vestidos con pantalones cortos y camisas de manga larga arremangadas, con un aire militar. Al fondo, una nube blanca. Se les ve felices, se están divirtiendo.<br /><br />
En la tercera foto, los cuatro están ya en la cima de la duna. La foto está borrosa, es una pena, pero ahí están con sus gorras y sus sonrisas, felices de haber llegado allí, a lo alto de la duna.<br /><br />
Detrás de la foto, un sello indica el laboratorio que reveló las fotos, “LABORATORIO FOTOGRAFICO Ragon. Aaiun”, y una inscripción revela dónde fueron tomadas, “Aaiun a 23-12-62 Sáhara”. <br /><br />
Es el día antes de Nochebuena. Un grupo de chavales que está haciendo la mili en el Sáhara, que entonces era territorio español, aprovecha unas horas libres para subir a lo alto de una de las dunas del imponente desierto junto al que llevan tiempo viviendo. Vienen de distintas partes del territorio español. Llegar allí ha sido una aventura. Horas y horas de tren, desde variopintos lugares del país, hasta llegar a Cádiz. Y de allí, un barco que les lleva a la costa sahariana. Para algunos, es la primera vez que suben en un barco. Para algunos, es incluso la primera vez que ven el mar. Y allí están, los cinco (no debemos olvidar al que tomaba las fotos), a sólo unas horas de la que para algunos será seguramente su primera Navidad fuera de casa, subiendo una duna entre risas. Y calor, porque aunque fuera diciembre, en el desierto siempre hace calor. Imaginad el momento, imaginad lo importante que debía ser para gastar tres fotos en algo así. No hace tanto, nos pensábamos mucho lo de hacer fotos, había que revelarlas, había que pagar por cada foto, no era cuestión de desperdiciar ninguna. Así que imaginad entonces, hace casi 60 años; 57 se cumplirán mañana exactamente.<br /><br />
No sé mucho más de estas fotos. Ni siquiera sé si el orden que yo he inventado es el adecuado, pero yo diría que es probable. Pero me flipan muchas cosas de ellas. No debió ser fácil hacerlas. Quiero decir, ahora sacamos el móvil del bolsillo y en segundos puedes compartirla con medio mundo. Entonces, no. Entonces había que asegurarse de tener una cámara, un carrete; había que llevar a revelarlas, que yo no sé nada de cuando el Sáhara era español, pero tampoco creo que hubiera demasiados laboratorios fotográficos en El Aaiún. Al menos había uno, Ragon se llamaba. No sé cuántas copias hicieron, no sé si esperaron a volver a casa para enseñárselas a sus familiares o si las enviaron por correo postal estando allí. Pero ahí están, esas fotos, de unos chavales pasándoselo bien, el día antes de Nochebuena, en un lugar extraño, lejano, exótico.<br /><br />
Uno de los chavales es mi padre. El que sale rezagado en la primera foto, el que lleva gafas de sol. El día antes de tomar estas fotos, había cumplido 22 años. Hoy, hubiera cumplido 79.<br /><br />
Cómo te echo de menos, papi.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmQ8lf6yZ2ZDBES15lqPeRL35UbQ8Oh-b2Kufcd_7ZL9ApIRNkGw6lYIF68as_E1SIxJgT8cuI2INS-ghsJb35sl-pakA1HCzb3Y1XKnxEVGu6ghIsrJZGZ9KX6R2sdKCahwn6mzmQ/s1600/2019-12-22+%25281%2529.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1007" data-original-width="1415" height="452" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmQ8lf6yZ2ZDBES15lqPeRL35UbQ8Oh-b2Kufcd_7ZL9ApIRNkGw6lYIF68as_E1SIxJgT8cuI2INS-ghsJb35sl-pakA1HCzb3Y1XKnxEVGu6ghIsrJZGZ9KX6R2sdKCahwn6mzmQ/s640/2019-12-22+%25281%2529.jpeg" width="640" /></a><br /><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPegA3xDyyEEOraJRJBGGAwby4XQCu-OKXjdDTAPbVb4YYUXEkxHgyftXtdJf7F3GaOuGmTC395LHIvFESRnmPpbsP9kIiLTqM_iGCvf5nyj7N31g98cJxbOfA11BC0EZYc4pzbRkC/s1600/2019-12-22+%25282%2529.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="968" data-original-width="1397" height="441" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPegA3xDyyEEOraJRJBGGAwby4XQCu-OKXjdDTAPbVb4YYUXEkxHgyftXtdJf7F3GaOuGmTC395LHIvFESRnmPpbsP9kIiLTqM_iGCvf5nyj7N31g98cJxbOfA11BC0EZYc4pzbRkC/s640/2019-12-22+%25282%2529.jpeg" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIAggPIMJEsg8Mib7p_I3FSsbU7FbGo7z7gybosIzUz2hTwtZVPhFwS2kZCWF_7ZlDM-jI5r36muZL5WgRLLpKCIuVLIOgo9jBVS7XN5-eWIi9bMrkkqVtu10iiHlkelcD1c_TRCPs/s1600/2019-12-22+%25283%2529.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1006" data-original-width="1409" height="456" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIAggPIMJEsg8Mib7p_I3FSsbU7FbGo7z7gybosIzUz2hTwtZVPhFwS2kZCWF_7ZlDM-jI5r36muZL5WgRLLpKCIuVLIOgo9jBVS7XN5-eWIi9bMrkkqVtu10iiHlkelcD1c_TRCPs/s640/2019-12-22+%25283%2529.jpeg" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7tzqe2CHqrGshEH5gD8lxMyFtjMFW6q_IMNgJpTjTa2vzz9vtMFQdmPNxk_DN325ms3tJi43PYxKvig1Vf5hRj9HiIzfV6CxFAXe7xC2A3tbOnLMwvYSzZ9Pcz-jPALE5SWJR33k6/s1600/2019-12-22+%25284%2529.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="1089" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7tzqe2CHqrGshEH5gD8lxMyFtjMFW6q_IMNgJpTjTa2vzz9vtMFQdmPNxk_DN325ms3tJi43PYxKvig1Vf5hRj9HiIzfV6CxFAXe7xC2A3tbOnLMwvYSzZ9Pcz-jPALE5SWJR33k6/s640/2019-12-22+%25284%2529.jpeg" width="434" /></a></div>
<br />Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-60301163966681178612019-12-16T09:33:00.000+01:002019-12-16T09:33:08.303+01:00Roma. 2019Vuelvo de pasar dos semanas en Roma. Han sido dos semanas laboralmente complicadas, que me han dejado un regusto amargo. Ayer, aprovechando que mi vuelo era a mediodía, madrugué para pasear por la ciudad, verla de día, cosa que no he podido hacer en estas dos semanas. No diría que ese paseo me haya reconciliado con la ciudad porque ella no tiene la culpa de lo que ha pasado, pero sí que me ha quitado un poco ese gusto amargo del que hablaba.<br />
<br />Roma es sucia, caótica, ruidosa y exagerada. Pero aún así, la amo, de manera totalmente irracional, como son la mayoría de amores. Es imposible justificar ese amor, esa felicidad que me embarga cuando me pierdo por sus calles o cuando contemplo sus famosos (y no tan famosos) monumentos. Roma, a primera hora de la mañana, en un frío domingo de invierno, sin apenas turistas, es deliciosa. La Roma nocturna es también fascinante, pero esa la tengo más vista.<br /><br />
He viajado tantas veces a Roma que la conozco bastante bien. He viajado tantas veces, que podría contar múltiples historias sobre lo que allí he visto, sobre lo que allí he vivido. He reído mucho y he sido muy feliz en Roma, pero también he vivido momentos malos. Ayer, volví a tirar una moneda en la Fontana di Trevi, porque a pesar de todo, de su suciedad, de su caos, de su ruido y de su exageración, quiero volver, claro está. Siempre.<br /><br />
Las fotos, algunos detalles de Roma con la réflex. Hacía mucho que no la llevaba de viaje.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1CD62SC7sHKyBObkwpATley0CuIgWSBh1WV19GfDNujrzTh_bOr_U_cn64ncHtw25CNH_Hjj0iBxD9RZLQ1AisHi955En6UfgTpuT9Bx-u84VrTfllbOnM4PtRHXMF6ohGpPoOcA3/s1600/2019-12-16+%25281%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1072" data-original-width="1600" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1CD62SC7sHKyBObkwpATley0CuIgWSBh1WV19GfDNujrzTh_bOr_U_cn64ncHtw25CNH_Hjj0iBxD9RZLQ1AisHi955En6UfgTpuT9Bx-u84VrTfllbOnM4PtRHXMF6ohGpPoOcA3/s640/2019-12-16+%25281%2529.JPG" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0_0aKfP5teIHUaoOzSWvdxebY1xHFRoxrfiwtAAWN0dU0vDiM4WE1btwPZLMI-af7KOhJdA2-9DKNDUIzgTTQWh0Llfh4sqdgDb6oYYPhi0ZRNfK7htRuTU-Lk5BI9_b4e3e26_lm/s1600/2019-12-16+%25282%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1072" data-original-width="1600" height="428" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0_0aKfP5teIHUaoOzSWvdxebY1xHFRoxrfiwtAAWN0dU0vDiM4WE1btwPZLMI-af7KOhJdA2-9DKNDUIzgTTQWh0Llfh4sqdgDb6oYYPhi0ZRNfK7htRuTU-Lk5BI9_b4e3e26_lm/s640/2019-12-16+%25282%2529.JPG" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2u6KZNn2jXbaJTfJf6g9Mm2thLtU8p3ijPEsIWAwlfWh319ksXZh7OddiXgiKglwcXVMWnzNvkrZm5LnRxRU7ByUl7dqomnE2lk3IbtRyQyUUXo4n6VsqWp4n141entZF4G8yodeW/s1600/2019-12-16+%25283%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1072" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2u6KZNn2jXbaJTfJf6g9Mm2thLtU8p3ijPEsIWAwlfWh319ksXZh7OddiXgiKglwcXVMWnzNvkrZm5LnRxRU7ByUl7dqomnE2lk3IbtRyQyUUXo4n6VsqWp4n141entZF4G8yodeW/s640/2019-12-16+%25283%2529.JPG" width="428" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvmurV_XHANV2Cp7CSLl0qm2h57WX6YAEmVi_lMUHbRcTQP0K75Oo_CZYKO4dHYrg1syBWsRg7UkQQITLJZ3rExPGiPWJqFuGJLPZ2vV4mc_afKCqpC-Y0hwYysbVlh-KsLUUIkrCM/s1600/2019-12-16+%25284%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1072" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvmurV_XHANV2Cp7CSLl0qm2h57WX6YAEmVi_lMUHbRcTQP0K75Oo_CZYKO4dHYrg1syBWsRg7UkQQITLJZ3rExPGiPWJqFuGJLPZ2vV4mc_afKCqpC-Y0hwYysbVlh-KsLUUIkrCM/s640/2019-12-16+%25284%2529.JPG" width="428" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-8Fj-DoTYr1RLjA3apyQbDKLN9zvIjHznP0EZuy627PWexgV28uSCqBozX7GLOygOmB2PmiVXishogq8el-cBPBbVjUBCoBGLoCwFPiC5E0ATKRxSA19eoJ5NxlyuK-hE7YQZVtdD/s1600/2019-12-16+%25285%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1072" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-8Fj-DoTYr1RLjA3apyQbDKLN9zvIjHznP0EZuy627PWexgV28uSCqBozX7GLOygOmB2PmiVXishogq8el-cBPBbVjUBCoBGLoCwFPiC5E0ATKRxSA19eoJ5NxlyuK-hE7YQZVtdD/s640/2019-12-16+%25285%2529.JPG" width="428" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2XU5ak0h1E31haHZS23EJwtSMChRcz9Dww5yfpl-gtPoOM_kscek-yZPDozAJutgCkJzdh15283ZhMQtSKjuxJBPTg881HzUWcFPtHQYUX0J2JL9JSSuEph75ulGUALARBxWOIbZg/s1600/2019-12-16+%25286%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1072" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2XU5ak0h1E31haHZS23EJwtSMChRcz9Dww5yfpl-gtPoOM_kscek-yZPDozAJutgCkJzdh15283ZhMQtSKjuxJBPTg881HzUWcFPtHQYUX0J2JL9JSSuEph75ulGUALARBxWOIbZg/s640/2019-12-16+%25286%2529.JPG" width="428" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8704157302071242309.post-63293731561681029352019-11-03T22:42:00.005+01:002019-11-03T22:42:49.243+01:00Madrid<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkQ17iKI-2bACQY4MTWKUzhy05jb5X37nw-Wydc3Fh8IB2VwABRlUw_FqYXb2vCDsiklH7WGgEB6-7Ctm-9wC2v0ei71CAzSf6C5LDtXXajzFb_Kh-vozs7f7gC3jZgtjTdziMClGG/s1600/2019-11-03.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1152" data-original-width="760" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkQ17iKI-2bACQY4MTWKUzhy05jb5X37nw-Wydc3Fh8IB2VwABRlUw_FqYXb2vCDsiklH7WGgEB6-7Ctm-9wC2v0ei71CAzSf6C5LDtXXajzFb_Kh-vozs7f7gC3jZgtjTdziMClGG/s320/2019-11-03.jpg" width="211" /></a></div>
Madrid me fascina. Lo digo desde la perspectiva de alguien que nunca ha vivido en Madrid; lo digo desde mi punto de vista de viajera ocasional y turista esporádica.<br /><br />
En Madrid tengo la sensación de que puede pasar cualquier cosa. En cualquier sitio. En cualquier momento. Todo parece posible en Madrid. Tengo la sensación de que la ciudad guarda miles de historias fascinantes, simultáneas y, estando allí, yo misma podría pasar a formar parte de alguna de ellas en cualquier momento. Yo, estando en Madrid, veo historias en todas partes. En el metro. En el autobús. En un restaurante. En el teatro. En sus parques. Incluso mirando por la ventana de cualquier hotel en el que me he alojado. Por algún extraño motivo, Madrid fomenta mi creatividad, mi mente se vuelve loca y no para de imaginar cuál es la historia de ese señor que pasea un perro por un parque o de ese músico que toca en los vagones del metro. Igual es la altitud. Igual es eso, sí. Yo vivo a nivel del mar y estar a 600 y pico metros me debe trastornar. Yo qué sé.<br />
<br />He estado en otras ciudades grandes y he sentido cosas interesantes también, desde el amor desmesurado (Roma) hasta la tristeza (Bruselas), pero son sensaciones diferentes. Lo de Madrid es fascinación. Simplemente.<br />
<br />Madrid es, además, una referencia de mi infancia, de mi vida. Películas, series, hasta el telediario se emite desde Madrid. Es el centro de todo. En Madrid ves cosas que salen en la tele. En Madrid se representa la misma noche El rey león, Billy Elliot y un montón de obras de teatro más. Hay innumerables restaurantes sirviendo desayunos, comidas y cenas a la vez. Hay tiendas de todo tipo. Cualquier cosa que necesitas, la puedes encontrar allí. Y no en un único sitio. Jolín, si hasta hay un montón de ginkgos repartidos por sus parques y calles, incluyendo el más espectacular de todos, el de la Quinta de la Fuente del Berro, cuyas hojas ya deben estar volviéndose doradas.<br />
<br />Me fascina y aún así le veo un montón de defectos. Muchísimos. Se me reseca la nariz. Hace frío. No tiene mar. Es muy grande. Hay mucha gente. Hay mucha contaminación. Pero hay algo que está por encima de todo eso, hay algo que me hace sentir cómoda cuando estoy allí, hay algo que me provoca un subidón extraño, inexplicable y difícilmente superable. Y más ahora, que ya me empiezo a orientar un poco, que ya sé dónde están algunas cosas, que por algunas zonas me siendo cómoda yendo de un sitio a otro sin necesidad de consultar google maps.<br />
<br />A veces, en Madrid, no me siento invisible. Eso os sonará a chorrada, pero yo estoy acostumbrada a ir por la calle y que nadie me mire. Ni yo mirar a nadie. Y en Madrid me di cuenta de que había gente que me miraba. Gente con la que te cruzas y te mira a los ojos. Un chaval con el que te cruzas mientras va corriendo haciendo deporte. Otro en el metro. O simplemente cruzando un semáforo. La gente te mira a la cara, lo que parece extraño en un lugar tan grande y con tanta gente yendo y viniendo sin parar.<br />
<br />He tenido la suerte de viajar bastante a Madrid en los últimos tres años. Qué digo bastante, un montón. Si en dos meses, he ido tres veces. Han sido viajes de todo tipo: para ir a reuniones, para ir a exámenes y escapadas con amigos. Aunque no siempre he podido, he intentado aprovechar esos viajes, aunque fueran de trabajo, para hacer cosas que me gustan (cine, teatro, libros, visitas guiadas, ginkgos, tiendas, bares y restaurantes que me gustan) o para ver a amigos que viven allí (¡Hola!) o incluso que pasaban por allí, como yo. Y, a pesar de haber ido tanto últimamente, siempre me gusta ir, siempre hay algo nuevo que ver o siempre tengo la sensación (igual es sólo eso, una sensación) de que algo emocionante va a pasar. Y tengo una curiosa impresión, igual absurda, de que la vida me cunde más cuando estoy en Madrid.<br />
<br />Luego flipáis con que al afamado pianista le chifle Madrid. Si es que es normal que le chifle. Pero, a diferencia de él, yo no creo que pudiera ser feliz viviendo en Madrid. Pero yendo de vez en cuando, viajando allí de tanto en tanto, sí que lo soy.<br />
<br />En la foto, unas hojas cualquiera, en Madrid, hace sólo unos días.Nisihttp://www.blogger.com/profile/04990011763482219668noreply@blogger.com0