Una cosa tal vez obvia para muchos es que en Rumanía hubo romanos (Rumanía proviene de Romania, tierra de romanos). Eso implica varias cosas: el idioma proviene del latín y, aunque hablando no había quién los entendiera (al final, un poco), muchas palabras escritas eran muy familiares. También hace que encontrar ruinas romanas en la zona no sea extraño. O estatuas de Rómulo y Remo con la loba. La de la foto es de Constanza, pero vi otra en Bucarest.
Otra cosa que me gustó fue un restaurante, el “Caru’ cu bere”, lleno siempre hasta los topes, tanto de turistas como de locales.
Su carta es chulísima…
… el interior impresionante…
… y hasta el exterior es curioso.
En ese mismo restaurante, me encontré un curioso letrero en el baño de señoras.
Y, en la cuenta, te explican qué es una buena propina y una propina excelente.
En el parque en el que
… adornado incluso con grullas de papel.
Y, ardillas. En el parque había ardillas. [Nota: Curiosamente, un año antes, en la misma reunión, me pasó algo parecido: recorriendo un parque en mitad de la ciudad, nos encontramos un grupo de ardillas. El parque era El Retiro y la ciudad Madrid, claro].
También me encontré con jugadores de ajedrez en mitad del parque.
Y cómo no, los libreros se sorprenden de que compres HP en un idioma que no entiendes. Pero eso ya lo conté aquí.
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