Me voy diez días fuera. Es un viaje de trabajo pero también de ocio. Es un viaje preparado un poco a trompicones, casi diría que improvisado. Me voy un poco estresada, con muchos trabajos pendientes para la vuelta (y para la ida, y para la estancia), pero también con ganas de desconectar unos días. Y me voy sabiendo que me estresaré, porque es una de esas reuniones en las que tengo que llevar parcialmente la batuta y eso siempre me agobia. Y no debería estresarme, porque me dijo el dentista el otro día que me muerdo los dientes, que fuera con cuidado con los nervios, que me iba a cargar todo el esmalte. Pero esa ya es otra historia.
Y como voy a un sitio que hace (aún) más frío que aquí, me he hecho un gorrito con la lana que sé que me va a sobrar de la falda que me estoy haciendo (y que, a este paso, no podré utilizar hasta el invierno que viene). Y como le estoy cogiendo gustillo a ponerle un apodo a los proyectos que hago con las agujas, éste es, sin dudarlo ni un segundo, el gorrito de perdidos al río.
Espero actualizar en algún momento en estos días. O no. No sé, ya veremos.
Disfruta del viaje, y procura que haya más ocio que trabajo!
ResponderEliminarBonito gorro, por cierto :)