domingo, 14 de octubre de 2012

En un domingo otoñal cualquiera

Hoy tenía que llover. Las previsiones eran lluvia, lluvia y lluvia. Pero no. En cualquier caso, he aprovechado la tranquilidad de un domingo otoñal cualquiera para organizar el jardín, perdón, el balcón.

He recolectado los últimos pimientos. Y he tirado las 6 plantas que, como buenamente han podido, han crecido en cuatro macetas.

He limpiado el fresal, eliminando hojas muertas y aniquilando todas las cochinillas que he encontrado. Llevo fatal esto de descubrir bichos en mis plantas. Pero fatal. También he revisado los planteles, listos para repartir y he preparado algunas macetas más con nuevos planteles. Es precioso este fresal mío.

He plantado en macetas redondas algunos de los pequeños cactus que cayeron (y/o arranqué) del cactus enorme (y a menudo florido). No sé si sobrevivirán, pero tenía que intentarlo.

He empezado a imaginarme qué voy a plantar este mes de octubre. ¿Quién ha dicho que no hay vida en un huerto urbano en otoño? La hay. Y tengo cuatro macetas enormes vacías. Sueño con zanahorias y lechugas…





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