jueves, 31 de julio de 2014

Florencia

El primer día de turismo en Roma, no lo pasamos en Roma precisamente: nos fuimos a Florencia.

Lo de ir allí fue una decisión difícil y laboriosa. Bueno, no. Alguien me dijo “¿Y no vais a salir de Roma?”. Y yo, que ya conocía bastante Roma pensé “¿Y por qué no?”. Lancé la idea a mis compañeras de viaje y dijeron “¡¡Adelante!!”.

Lo dicho, una decisión difícil y laboriosa.

Así que (en contra de la opinión de un colega italiano que me advirtió sobre lo mal que le parecía que intentara conocer Florencia en un solo día), después de unas cinco horas de sueño, madrugamos para viajar hora y media en tren y llegar a Florencia.

[Inciso: para los que vivimos en una isla, eso de coger un tren y poder ir a casi cualquier lugar es una auténtica y alucinante maravilla].

[Inciso 2: odio hacer turismo en verano en ciudades del sur de Europa. Y quiero dejarlo claro, no se vaya a pensar alguien que porque el año pasado turisteara por Milán y Venecia en pleno julio y este año hiciera lo propio en Roma y Florencia me guste hacerlo. No, no me gusta. Pero me veo obligada por las circunstancias: 1. Reuniones de trabajo en julio a lugares chulos y 2. Billetes de avión baratos en verano que aprovechan mis compañeros espontáneos de viaje].

Decía que fuimos a Florencia. Lo mejor: ver el David de Miguel Ángel. Yo no soy nada, nada, nada de ir a museos, no sé nada de arte, pero flipé viendo el David. No podía dejar de mirarlo (y no sólo porque representa un tío bueno, sino por lo bien que está representado dicho tío bueno). Lo peor: el calor. Y es que hay que estar muy locos para hacer turismo de ciudad en pleno verano en el sur de Europa (ver Inciso 2).

Me gustó ir a Florencia. Por supuesto, con más tiempo la hubiera disfrutado más, pero me encantó tener la oportunidad de echarle un vistazo. Algún día volveré. Subiré de nuevo a la colina desde la que se tiene una visión maravillosa de la ciudad y su puente Vecchio. Volveré a atravesar dicho puente. Me perderé por su callejuelas. Incluso tal vez vaya de nuevo a algún museo. Y me iré a comer algo a alguno de los restaurantes que hay en la primera planta del mercado que hay cerca de la estación de tren. Y conoceré los campos y pueblecitos que la rodean, en la Toscana.

Seguro.












4 comentarios:

  1. Valió la pena pasar calor. Y valió la pena sólo estar un día allí. Ver el Puente Vecchio fue fantástico y maravilloso. ¡Qué emoción! (es que soy más tonta, jajajaja). Piel de pollo a tope, todo sea dicho.
    Ay, el mercat. Ya no me acordaba. ¡Qué buena pinta tenía todo!

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    1. Fue un gran día, rematado con unas pizzas maravillosas. ¡Qué ganas de volver a comer pizza de verdad!

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  2. No he estado nunca en Florencia pero viendo tus fotos impresionantes me aptece irme ya =)

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    1. Vale la pena, te la recomiendo y mejor con más tiempo que nuestro viaje relámpago.

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