viernes, 21 de marzo de 2014

¡Hola, primavera!

Quería escribir esta entrada anoche, pero tuve un pequeño incidente con la tostadora (quemé el pan) y otro con una olla (quemé las palomitas) y decidí que no tenía el alma para dar la bienvenida a la primavera.

Pero hoy sí.

Primavera, viernes y de día libre.

Ah, nublado y bajando las temperaturas pero, ¿qué más da?

A lo que iba, es primavera. Y mi huerto urbano está feliz, muy feliz. Me ha recibido en todo su esplendor a mi vuelta de Namibia.

Las zanahorias están empezando a crecer (¡esta vez sí!).

Hay guisantes, muchos guisantes por todas partes.

Mi fresal ya no sólo da flores, ahora las flores se están convirtiendo en fresas.

La flor del aloe empieza a crecer.

Unas tímidas florecillas se asoman en una planta que muchos daban por muerta y creo recordar que eran mini-claveles.

Y el bosque de ginkgos… ay, ¡el bosque de ginkgos! Decenas de sus preciosas hojas están creciendo como locas a lo largo de sus ramas.

Ya es primavera, ¿no lo notáis?







4 comentarios:

  1. Tú déjalas a mi cuidado un par de días y ya verás lo que pasa... jijijijiji.

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  2. A mí la primavera me parece una horterada. Pero me encanta el optimismo de tu post. Magnífico.

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    1. A mí me hace estornudar, pero es que ver a las plantas revivir me llena de energía.
      ¡Gracias!

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