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lunes, 25 de enero de 2016

“Leviatán o la ballena” de Philip Hoare

Éste es el segundo libro que me leo de Philip Hoare, aunque está escrito antes que el otro que me leí, “El mar interior”. Al igual que aquel, Hoare muestra claramente su amor por la naturaleza, en especial su fascinación sobre las ballenas, pero también por la literatura, con Herman Melville y su “Moby Dick” como parte muy importante de la historia.

Todo lo que cuenta sobre la biología de estos cetáceos me ha parecido muy interesante (deformación profesional, supongo), pero toda la parte de la historia de la caza de ballenas me ha encantado, porque desconocía muchas cosas. Me ha recordado en cierto modo al libro sobre la historia del bacalao que también leí hace tiempo, me ha parecido igual de fascinante, aunque más cruel y dolorosa. Al fin y al cabo, es inevitable sentirse más cerca de las ballenas, mamíferos como nosotros, que de los peces, supongo que por eso creo entender tan bien a Hoare y su fascinación por las ballenas (“Las ballenas sabían utilizar la libertad que les brindaba prescindir de la Tierra”). Y, por supuesto, la parte de Moby Dick, la historia de Melville, la historia detrás de la novela de la ballena blanca (que por cierto, voy leyendo poco a poco), la descripción de los lugares por los que pasó. Ay, qué ganas de visitarlos me han entrado.

Por ponerle un pero, me ha parecido un libro más frío que “El mar interior”. Hoare es un gran conocedor de lo que ama (las ballenas y todo, todo lo que las rodea) y sabe comunicarlo muy bien. Pero en este libro me ha parecido más contenido, más ceñido a lo que quiere contar, manteniendo al margen sus sentimientos, excepto en el último capítulo, donde se atisba ese componente más personalizado que es mucho más profundo y marcado en “El mar interior”. Me gusta esa faceta de Hoare. Y me gusta como escribe.

“Si el pasado es una contracción de lo que ya ha acontecido, entonces el futuro sólo existe si sabemos imaginarlo”.

miércoles, 6 de enero de 2016

Concurso de Reyes

Ya que hoy es el día de Reyes, he decidido haceros un regalo. Es algo que tenía planeado desde hace mucho (mucho) tiempo pero que, por unas cosas y otras, lo he ido dejando pasar.

Hoy es el día. Hoy esto va de concurso.

Todo empezó con otro concurso de Quercus Books en el que gané una copia autografiada de “Runaway” de Peter May, unos meses antes de que el libro saliera a la venta. Como ya conté aquí, también gané un libro sobre las islas Hébridas y cinco copias de un libro suyo que yo escogí, “The Blackhouse”. Y después de repartir algunos de estos libros (y quedarme yo uno, porque sólo lo tenía en castellano), voy a sortear una de las copias. Así que, niños y niñas, el premio de este concurso es un libro. Un libro en inglés.

“The Blackhouse” es casualmente el primer libro sobre el que escribí en este blog, “La isla de los cazadores de pájaros” se llamó aquí. Si queréis leer lo que escribí en su momento podéis pinchar en este enlace. “The Blackhouse” es además el primer libro de una trilogía, la Trilogía de Lewis. Del segundo libro “The Lewis Man” (“El hombre sin pasado”) podéis leer la reseña que hice aquí. Y el tercero “The Chessmen” (“El último peón”) lo estoy leyendo ahora mismo, así que estoy casi despidiéndome ya de un personaje que me encanta, Fin Macleod.

¿Qué dice sobre “The Blackhouse” su contraportada? Esto:

A brutal killing takes place on the Isle of Lewis, Scotland: a land of harsh beauty and inhabitants of deep-rooted faith. Detective Inspector Fin Macleod is sent from Edinburgh to investigate. For Lewis-born Macleod, the case represents a journey both home and into his past. Somethiing lurks within the close-knit island community. Something sinister. As Fin investigates, old skeletons begin to surface and soon he, the hunter, becomes the hunted.
No lo voy a traducir, porque si no lo entendéis, ¿para qué querríais el libro? Insisto, está en inglés.

¿Qué hay que hacer para participar?
Muy fácil. Simplemente comentar esta entrada. Eso sí, dejad claro quién sois, porque si firmáis todos como “Anónimo” vamos a tener lío.

Y para hacerlo más divertido, voy a dar puntos extras a quien siga el blog, me siga en twitter y en instagram. Es decir, cada concursante tendrá una participación en el sorteo por comentar, pero puede llegar a tener hasta cuatro participaciones si además sigue el blog (+1), me sigue en twitter (+1) y me sigue en instagram (+1).

¿Queda claro?

¿He dicho ya que el libro es en inglés? Que luego no quiero reclamaciones.

Tenéis para participar hasta el 31 de Enero. Anunciaré el ganador la primera semana de Febrero en esta misma entrada –tanto en la entrada como en un comentario, por lo que os recomiendo pinchar en “seguimiento” al comentar.

Así que si queréis participar, comentad, comentad, malditos.

Actualización 12/02, habemus ganador! El ganador es...

  • Consuelo

miércoles, 9 de diciembre de 2015

"Ubik" de Philip K. Dick

Sentía curiosidad por leer otro libro del autor de “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, libro interesante que ya comenté aquí. El universo de este autor es fascinante y bastante perturbador. Y eso es lo que me ha parecido “Ubik”, un libro que mientras leía me parecía extraño e inquietante pero cuyo último capítulo en general y su final en particular me ha encantado. Me dejó buen sabor de boca cuando lo acabé, hace ya unas semanas. Raro pero grato.

La historia se desarrolla en un futuro en el que se pueden mantener a los muertos con un cierto nivel de vida (o, mejor dicho, mantenerlos conectados con los vivos). Personajes con poderes especiales (como la telepatía), espionaje y extraños acontecimientos, lugares y universos paralelos se suceden en una historia que empieza con una emboscada en la luna y que tiene el extraño protagonismo de Ubik, el producto comercial que da nombre a la novela.

Es una historia curiosa y compleja, un poco paranoica. Me cuesta mucho meterme en la mente de este autor, debía tener un coco brillante para parir historias como ésta, crear sus universos tan peculiares y personales. Pero no sé qué tienen sus personajes que se hacen querer. Ya me pasó con el Rick Deckard de “¿Sueñan las ovejas…?” (aunque en ese caso ya tenía en mente al maravilloso Harrison Ford como protagonista de “Blade Runner”) y ahora con Joe Chip. Un tipo curioso este Joe. Una mente fascinante la de Philip K. Dick.

lunes, 19 de octubre de 2015

"This is not a flowerpot" de Amy Schoeman

Compré este libro en Swakopmund, en uno de mis viajes a Namibia. Me llamó la atención el título, que creo que mal traduje como “No soy un florero”. Leyendo el libro, descubrí que realmente significaba “Esto no es un florero”, aunque no descarto que realmente significara las dos cosas. Quiero pensar que sí.

Según leí en la contraportada, era la historia de una chica que pasa de no tener claro qué quiere hacer con su vida a alguien que escoge la libertad personal y controlar su vida. Así que me imaginé que sería eso: alguien que decide tomar las riendas de su vida, cambiar, dejar de ser el florero del título y empezar una nueva vida. Y sí, bueno, es algo así, pero la protagonista tarda toda la novela en tomar esa decisión. Toda la novela. Enterita.

Lizelle, su protagonista es una chica sudafricana que, en un viaje a Europa, conoce a un tipo con el que al principio no congenia nada pero del que se acaba enamorando y con el que se acaba casando. En seguida, su relación entra en una espiral de abusos y malos tratos que pone los pelos de punta. Ella es una persona con la autoestima por los suelos, nunca ha tomado las riendas de su vida, ha estudiado lo que sus padres han querido y tiene una madre bastante insoportable, más preocupada del qué dirán que de la felicidad de su hija. La relación con su marido es, para mí, totalmente incomprensible, en todas y cada una de sus fases. Sí, entiendo que te puedas llegar a casar con alguien que no es lo que parecía, pero los intentos que hace ella por salvar su matrimonio con un maltratador me parecen terroríficos. Me acabé de leer el libro esperanzada de que sí, al final tomara las riendas de su vida (¡eso prometía la contraportada!), pero se me ha hecho muy largo y terrible. Y me ha costado mucho entender a Lizelle: por un lado aguantando todo el maltrato físico y psicológico con tal de no romper su matrimonio, pero por otro lado no tiene reparos en tener algunas relaciones extramatrimoniales, como si fuera lo más normal del mundo.

Lo más flipante es que, según la contraportada, es una historia “a veces chocante, a menudo divertida”. Totalmente en desacuerdo. No es divertida en absoluto. Una historia de una relación basada en los malos tratos y los abusos no tiene nada de divertida, pero nada. Y los intentos de humor que tiene son totalmente grotescos. De poner los pelos de punta.

No me ha gustado nada esta historia, no he podido sentirme identificada con su protagonista en ningún momento, no he podido entender cómo aguanta todo lo que aguanta y cómo no corta esa relación antes. Pero no es sólo que la historia sea dura (¿cómo lo va a ser una historia de malos tratos?) es que la venden como lo que no es. Y eso me cabrea.

martes, 6 de octubre de 2015

“El mar interior” de Philip Hoare

No sé muy bien cómo ha ocurrido, pero tengo pendiente de reseñar tres libros que he leído recientemente. Bueno, sí lo sé. Uno lo acabé hace más de un mes (o igual dos) pero no había encontrado el momento de escribir sobre él. Y los otros dos los acabé hace sólo dos días. Cosas que pasan cuando lees simultáneamente.

El que lleva más tiempo esperando en la recámara es éste libro de Philip Hoare, “El mar interior”, una mezcla de ensayo, novela de viajes y divulgación científica. Un tipo curioso, este Hoare. Antes de dedicarse a escribir, trabajó en el mundo de la música, música punk para más señas. Después, su amor por el mar le ha llevado a viajar por todos los mares de la tierra y a escribir sobre ello. Hoare es un amante de la naturaleza en general, del mundo marino en particular y de los cetáceos más concretamente. Y ese amor se refleja claramente en este libro, con una sutileza casi poética pero a la vez con infinidad de datos interesantes sobre los mares que ha surcado, las gentes que se ha encontrado y los animales que ha tenido la suerte de ver. Datos históricos, conocimientos sobre biología y reflexiones personales se mezclan en un libro que, cuando lo empecé, no sabía muy bien de qué iba y, según avanzaba, me impacientaba por saber qué nueva sorpresa traería el siguiente capítulo.

Me resulta difícil destacar algo que me haya llamado la atención, porque han sido muchas cosas: desde las historias de zifios que llegan al Támesis, leyendas maoríes, reflexiones personales, detalladas descripciones de animales que creo que no tendré oportunidad de ver en mi vida o historias de animales extintos y las dudas razonables sobre si realmente están extintos o no. Como el tigre de Tasmania, un animal que me resulta fascinante creo que desde que vi uno disecado en el Museo de Historia Natural de Bruselas, junto a la grabación del último ejemplar vivo. Leer este libro me ha llevado a lanzarme a internet a buscar información después de leer casi cada capítulo: intentando saber más de estos animales casi extintos, ver fotos de las especies de las que habla y hasta comprobar la existencia de sitios fantásticos que ha visitado. Es un libro lleno de información pero que, al menos a mí, incita a conocer más del mar. Igual es porque a mí ya me fascinaba el mar antes de leer el libro, qué se yo. También tiene un punto casi triste, melancólico, con algunos trozos que me han encogido un poco el corazón, como éste:

“Pero tener una playa en casa es imposible, por muchos montones de guijarros que se acumulen en los estantes, como si de una morrena de recuerdos se tratara, acumulando un polvo que se nutre de la propia descomposición de mi ser”.

Efectivamente, es un libro en el que se habla de mucho y del que se aprende mucho, pero como él mismo dice en esta entrevista, al final "de lo que se acaba hablando es del hogar de cada uno de nosotros, de lo que cada uno considera su casa". Del mar interior, ni más ni menos. Y como dice aquí, “El mar, igual que la imaginación del escritor, arrastra todo tipo de obsesiones, historias y ambiciones. Escribir tiene mucho que ver con sumergirse sin saber qué ocurrirá”.

Ya lo digo yo todo lo que puedo. El mar, siempre el mar.

Lo dicho, un tipo fascinante este Hoare. Yo no lo conocía, me lo descubrió un amigo prestándome este libro y ahora me leeré su libro anterior (también prestado), “Leviatán o la ballena”. El siguiente paso será leer “Moby Dick” que no, a pesar de mi amor por el mar, nunca he leído. Tengo en casa una versión inglesa en papel, que nunca me he atrevido a empezar. Igual me atrevo este invierno.

jueves, 1 de octubre de 2015

Cosas jurásicas

Descubrí a Michael Crichton hace más de veinte años, con la fiebre de “Parque Jurásico”. Me compré el libro cuando la película de Steven Spielberg ya se estaba gestando y me flipó. A partir de entonces, leí muchas de sus novelas, aunque mi favorita sobre todas las demás es “Esfera”. La manera de escribir de Crichton me parecía fascinante: además de enganchar, dotaba a sus historias de un trasfondo científico que me atraía muchísimo. Y eso que yo entonces no era ni un proyecto de científica. O igual sí y aún no lo sabía.
 
Cuando estrenaron este verano “Jurassic World”, sabía que la quería ver. En su día, vi “Parque Jurásico” con la superioridad moral que me daba el conocer previamente la historia y la pedantería de mi yo cinéfila adolescente dispuesta a decir aquello de “prefiero el libro”. La verdad es que la película me impresionó por sus efectos especiales y espectacularidad, pero me decepcionó por cómo muchas cosas del libro ni siquiera aparecían (como la secuencia que más ganas tenía de ver, con dinosaurios voladores o el elefante en miniatura que tenía Hammond), cómo muchos personajes habían cambiado (incluyendo la muerte o no de algunos personajes) y cómo la parte científica quedaba relegada a unas cuantas explicaciones al principio. Eso sí, la banda sonora de John Williams es de lo mejorcito que se ha escrito de música de cine. Qué maravilla. Sentía mucha curiosidad por “Jurassic World”, por cómo seguía la historia veinte años después y por cómo los efectos especiales permitirían ahora ver los dinosaurios. He de admitir que, en su momento, ni vi ni leí las secuelas del “Jurassic Park” original pero ahora, veinte años después, sentía curiosidad, mucha.

Cuando vi “Jurassic World” hace un par de meses, me pareció todo un espectáculo. Me lo pasé en grande, debo admitirlo, aunque es cierto que también me pasé gran parte de la película con los ojos cerrados: soy muy miedica, odio los sustos y aguanto fatal los momentos esos de tensión en los que sabes que va a pasar algo. Yo fliparía con una peli como ésta, pero en la que no pasara nada, sólo viendo cómo sería el parque y qué animales habría. Pero claro, eso no sería espectáculo, eso no es lo que quiere el público mayoritario. La historia es la misma: una isla, dinosaurios, un par de niños y las cosas que se descontrolan. Después de verla, tuve necesidad de ver la peli original. Y es alucinante ver cómo han cambiado las cosas, no sólo las técnicas de efectos especiales, sino mucho más que eso. Por ejemplo, en “Jurassic Park”, hay un técnico del parque que se pasa la peli fumando en la sala de control. ¡Fumar en el lugar de trabajo! ¡Mostrar gente fumando en una peli! ¡Impensable! La peli original en su día fue el no va a más de efectos especiales; obviamente, la actual la supera con creces. También me llamó la atención una cosa igual un poco tonta: en la original, un número muy limitado de personas se encuentran en la isla, mientras que en la actual, la isla está llena de visitantes. Está claro que hoy en día lo de las multitudes llama más la atención, el miedo colectivo está más a la orden del día que nunca y es más espectacular. En la primera peli, el espectáculo eran los dinosaurios. En ésta, ellos son importantes sí, pero todos los demás aspectos se han cuidado muchísimo, intentando ser mucho más espectacular en todo.

Y luego están los homenajes. Es divertido identificar cosas de la peli original, planos similares, recuerdos, curiosidades. Recuerdo que en su día hubo bastantes comentarios por el hecho de que Spielberg había tenido el coraje (o la valentía o el morro) de incluir la mercadotecnia de la película dentro de la propia película y hasta eso se recuerda en ésta, con uno de los personajes vistiendo una camiseta de “Jurassic Park”.

Después de ver la primera película, me entraron ganas de volver a leer la novela de Michael Crichton. Dicho y hecho. La verdad es que no me ha entusiasmado tanto como la primera vez que la leí (soy veinte años más vieja), pero sí que conserva toda la frescura y la diversión que recordaba. Lo primero que me ha sorprendido es que el nombre de isla, en la versión española que yo tengo, la han cambiado de “Isla Nublar” a “Isla Nubla”, lo que me ha perturbado bastante. Pero bueno, me ha servido para revisar todas las diferencias entre la cinta y el libro (más de las que recordaba) y todos los homenajes que la nueva película ha hecho a la novela original (¡por fin dinosaurios voladores!). Ha sido divertido volver a leerla, he pasado muchos ratos buenos este verano con dinosaurios, pero también me quedé un poco saturada. Igual ahora es buen momento de ver las secuelas de la peli original. O no, ya veré.

sábado, 19 de septiembre de 2015

"With Every Letter" de Sarah Sundin

Una de las cosas maravillosas de internet es que te permite conocer gente que comparte aficiones contigo y compartir momentos con ello. Lo de hacer cosas conjuntamente es el paso siguiente y, aunque ya había participado en movimientos de tejer en compañía, nunca había participado en una lectura conjunta.

A través de Lady Boheme, descubrí que Isi organizaba una lectura conjunta en inglés, así que me apunté a lo loco, como suelo hacer yo las cosas. Me gusta leer en inglés, pero lo de hacerlo en compañía me pareció una motivación más.

No sabía de qué iba la novela ni lo que me encontraría, pero poco antes de empezarla, descubrí que su autora pertenece a varias asociaciones cristianas de escritores. No tengo nada en contra la religión en especial ni el cristianismo en particular (bueno, igual algunas cosas, pero trato de no prejuzgar nunca a nada ni a nadie sólo por ser etiquetada de esa manera), pero nunca había leído un libro calificado como “cristiano” (al menos desde que dejé el colegio de monjas en el que estudié), así que me esperaba cualquier cosa. Pero me lancé a leerlo con total alegría.

La historia se enmarca en la Segunda Guerra Mundial. Su protagonista es Mellie Blake, una enfermera de vuelo que nunca ha tenido amigos y se ha sentido sola. Casi contra su voluntad, decide comenzar una relación epistolar anónima con un oficial, dentro de un programa para elevar la moral a las tropas. El oficial, Tom MacGilliver, a pesar de ser un hombre aparentemente alegre, oculta su interior un pasado doloroso. Para ambos, el intercambio de cartas será una manera de abrirse a los demás evitando ser heridos por sus propias inseguridades y medios.

No nos engañemos, el libro es una historia de amor. Yo no soy muy fan de las historias de amor y admito que la parte religiosa me ha molestado un poco a ratos, se nota a leguas que es una novela cristiana y hay momentos que es un poco exagerado. Pero cuando conseguí asumir esa parte, he disfrutado la novela más de lo que creí al principio. Al fin y al cabo, las mujeres que trabajaron como enfermeras de vuelo en la guerra fueron unas pioneras, mujeres fuertes que ¡hasta llevaban pantalones!, trabajando en un entorno hostil, a menudo teniendo que enfrentarse a los hombres de su mismo bando. A pesar de su aparente fragilidad e inseguridad, Mellie es una tía fuerte, con un par de ovarios y me ha caído bien. Y Tom me ha parecido un tipo majo, seguro que muy atractivo, con ese toque de inseguridad que le da su pasado tormentoso.

El tema religioso, como digo, marca mucho la historia. Lo de rezar para que Dios les haga decidir mejor su camino, si deben conocerse o no (entre otras cosas), es probablemente lo que más me ha molestado. Pedir a Dios ayuda para tomar una decisión es una excusa muy poco sutil para creer que las decisiones que toma la gente que lo hace son las correctas. Creo que se han hecho muchas maldades en la Historia basadas en la premisa de “si rezo a Dios y hago X, significa que X es lo correcto, porque el Señor me ha iluminado”. Aparte de eso, el componente religioso está ahí, pero la historia más allá de él es mona, a ratos un pelín ñoña, pero mona.

Éste es el primer de tres libros de una trilogía, los otros dos con protagonistas que son secundarias en esta historia. No descarto leerlos en algún momento, como entretenimiento veraniego o para leer en inglés algo que sé que no me agobiará demasiado.

Y el lunes 21, en el blog de Isi, tendréis el enlace de todas las reseñas de los que nos hemos animado a leerlo y opinar sobre el libro. (Actualización: aquí tenéis el enlace a la entrada del blog de Isi).

lunes, 10 de agosto de 2015

"Cod. A Biography of the Fish That Changed the World" de Mark Kurlansky

Hacía mucho, mucho que quería leer este libro. Había oído hablar muy bien de él y, aunque en un principio la biografía del bacalao no es un tema que me atrajera especialmente, había oído tantas cosas buenas que me parecía inevitable leerlo. Tenía, además, ganas de conseguir la versión española del mismo por un motivo tan absurdo como trivial: el pez que ilustra la portada no es un bacalao (Gadus morhua) sino un salmonete de roca (Mullus surmuletus). ¿Por qué en la ilustración de portada de un libro sobre el bacalao aparece un salmonete en vez de un bacalao? Ni idea, pero me parecía algo lo suficientemente curioso como para tener intentar conseguirlo. Pero no fui capaz de encontrar el libro por ningún lado, así que al final opté por comprarme la versión original en inglés. Y sí, en este caso el pez de la portada es un bacalao.

El libro es todo lo interesante que me habían contado e incluso más. Es, ni más ni menos, lo que promete el título: la historia del bacalao, los orígenes de su explotación, el seguimiento científico de su evolución y los problemas que trajo su sobrepesca y muchas otras cosas relacionas con esta especie, desde su biología y etimología hasta su importancia en diferentes culturas, incluyendo muchas recetas de distintos estilos y países.

Además de interesante, es un libro muy ameno. No se me ha hecho pesado en ningún momento, ni siquiera leyéndolo en inglés, aunque admito que la parte final de las recetas me la he saltado alegremente. No sé por qué, me cuesta mucho seguir recetas en inglés. La cuestión es que el libro engancha, entretiene, enseña y hasta divierte. La historia de discretos pescadores vascos e ingleses, capturando bacalao en magníficos caladores en el Atlántico occidental, y trayendo el pescado a Europa ya seco (¿dónde lo secaban? No se puede secar pescado en un barco), insinuando que habían llegado a América antes que Colón es, cuanto menos, encantadora.

Yo soy muy fan del bacalao. Me gusta mucho. Me resulta fascinante que en países como Portugal sea un pez más que deseado y que forme parte de recetas tradicionales en casi todo el Mediterráneo, cuando no hay bacalaos en el Mediterráneo (excepto uno despistado que llegó una vez a mi isla). Después de leer este libro, me declaro aún más fan.

miércoles, 15 de julio de 2015

"The Last Dance and Other Stories" de Victoria Hislop

Hace ya un par de meses que me leí este libro pero, no sé por qué, no lo había referenciado hasta ahora. Soy muy fan de Victoria Hislop (como ya conté aquí), sus novelas me parece que tienen el punto justo para engancharme: entre el culebrón y la historia, normalmente griega, aunque también tiene una novela ambientada en España y, la última (que aún no tengo), en Chipre.

Compré este libro de relatos en Dublín, en mi librería favorita de esa ciudad. Recuerdo perfectamente la conversación que tuve con el tipo que me la vendió, muy amable a pesar de que sólo quedaran unos minutos para cerrar (pasamos mucho tiempo en ésta y otras librerías dublinesas). Me pregunté de dónde venía, le contesté que de Mallorca y me empezó a enumerar varios (muchos) de los lugares que conocía, lugares totalmente atípicos de conocer para un turista. Entonces me contó que visitaba la isla cada primavera, para practicar ciclismo.

Anécdotas dublinesas aparte, éste es un libro de relatos que se desarrollan en Grecia, variados y diferentes, aunque la mayoría se desarrollan en pueblos griegos, también hay alguno ambientado en Atenas. Admito que las historias me han gustado de manera desigual, unas me han parecido muy logradas y otras no me han llegado a enganchar, pero esta autora nunca me llega a defraudar, así que tengo que conseguir ya su libro sobre Chipre.

Hoy, actualizo desde el sur de Francia, desde Sète. Iba a escribir algo rápido sobre esta ciudad hoy, pero me he dado cuenta de que no he contado nunca nada de ella. Así que se merece una entrada más tranquila y reposada.

martes, 2 de junio de 2015

"Cambio mis tacones por las ruedas de un tractor" de Ree Drummond

Compré esta novela en un día del libro, creo que el del año pasado. Me parecía que sería el típico libro sencillo, simple, un poco superficial y entretenido que, de tanto en tanto, me gusta leer. Luego ya leí que se basaba en una historia real y, lo admito, eso me tiraba un poco para atrás. Nunca dejes que la realidad estropee una buena historia. El caso es que pensaba que el toque real le quitaría frescura y superficialidad al libro, pero bueno, me lo conté de todos modos.

Es, efectivamente, la historia real de Ree Drummond, una bloguera por lo visto muy famosa en Estados Unidos, que no sólo escribe novelas, libros infantiles y libros de cocina, sino que también tiene un programa en la televisión que, más que de cocina, yo creo que es casi un reality show. Esta novela narra la historia de cómo conoció al que después sería su marido. Tras vivir varios años en Los Ángeles, decide cambiar de vida, deja a su novio y, antes de mudarse a Chicago, pasa unos días en su pueblo natal. Allí es donde conoce a un vaquero que le trastoca totalmente su vida.

La historia está bien, es entretenida, tiene momentos graciosos, pero me ha parecido muy superficial y bastante tonta. A ver, no esperaba una gran novela, pero hay algunas cosas que me han dado un poco (bastante) de vergüenza ajena, la verdad. Aparte de ser bastante empalagosa a ratos. Y la última parte se nota que está metida con calzador, para añadir algunos capítulos de cómo es su vida en el campo. Porque ésta no es la historia de una chica de ciudad que se muda al campo, es la historia de una chica de ciudad que se enamora de un chico del campo (con el que, por cierto, no se acuesta hasta que no se casa. ¡Tenía que contarlo!) y de su noviazgo. La última parte del libro, que podría ser la más interesante, es demasiado corta.

Después de leer el libro, he paseado un poco por la web de la autora y es bastante curiosa, con un montón de recetas con buena pinta. Ah, en el libro también vienen unas cuantas.

Lo dicho: entretiene y poco más. No me ha cambiado la vida ni me he desternillado de risa.

lunes, 20 de abril de 2015

"Delicioso suicidio en grupo" de Arto Paasilinna

Oí hablar por primera vez de este libro hace aproximadamente un año, durante el Primer Festival de primavera. Fue un día en el puente, estábamos charlando sobre libros y el capitán me lo recomendó. La historia me parecía curiosa: un grupo de finlandeses con inquietudes suicidas deciden formar una asociación y recorrer Europa buscando el lugar idóneo para cometer un suicidio colectivo. El toque de humor negro y un tanto absurdo parecía perfectamente adecuado para una historia que, de otra manera, sería un auténtico drama.

Algunas semanas después, encontré el libro de casualidad, creo que fue en la Feria del Libro y ahora, por fin, lo he leído.

La historia es exactamente como me la habían contado. Se inicia con el encuentro entre un empresario que quiere suicidarse y un coronel con las mismas intenciones, de forma casual, en un granero donde el primero pretende pegarse un tiro y el segundo ahorcarse. De ahí surge una curiosa amistad y una idea: fundar una asociación de gente como ellos, aspirantes a suicidas. Las expectativas de interesados superan sus expectativas, y así se forma un numeroso grupo cuyo único objetivo es morir. Desde las frías tierras nórdicas hasta el cabo del fin del mundo en Portugal, los esforzados pro-suicidas viven una serie de aventuras y situaciones entre cómicas y absurdas, incluyendo incidentes internacionales, encuentros con skin heads y alteraciones de pacíficos pueblos vinícolas. Por no hablar de los protagonistas y secundarios, todo un catálogo de personajes variopintos, con problemas y motivos varios para acabar con sus vidas.

Me ha gustado mucho el libro, lo he leído con una sonrisa permanente en los labios. A pesar de hablar de un tema tan serio y tan duro como el suicido (por lo visto, casi deporte nacional en Finlandia), el tono cómico se agradece y el estilo de road movie le da un tono muy dinámico a la historia. Me lo he pasado muy bien leyéndolo.

jueves, 26 de marzo de 2015

Dos de Agatha Christie

Sigo con mi racha de libros de Agatha Christie. Y como llevo un poco de retraso reseñando libros, esta vez tocan dos de golpe, “Asesinato en el campo de golf” y “El secreto de Chimmeys”.

El primero lo protagoniza Poirot y es una historia sí, de un asesinato en un campo de golf, de esas que se van enrevesado de manera que crees que no se llegará a resolver… Pero Poirot es mucho Poirot y es capaz de resolver un crimen más complicado de lo que en principio parece. Me gustó mucho, lo disfruté y de verdad que en algún momento pensé que no se resolvería. Inocente yo, Agatha Christie sí que es mucha Agatha Christie.

Creo que “El secreto de Chimmeys” es el libro de esta autora que menos me ha gustado de momento, lo que no quiere decir que no me haya gustado. Es una historia que se inicia en África y en la que aparecen países imaginarios como Herzoslovaquia y en la que se entremezclan nobles, políticos y personajes variopintos. En realidad me costó un poco arrancarlo, cuando ya llevaba bastantes páginas sí que me animé más y al final lo disfruté mucho. Pero tampoco es cuestión de escribir maravillas de todos sus libros. Bueno, igual sí.

Ahora estoy en un receso de novelas de Agatha Christie. Bueno, estoy en un receso lector, a medias con dos libros que debería acabar y lanzarme a otras cosas. Serán cosas de la primavera.


miércoles, 4 de marzo de 2015

"La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey" de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows

Siguiendo la estela de “libros que llegan a mí de manera poco habitual” que inicié el otro día con “Runaway”, la última novela de Peter May, llega hoy otro libro que llegó a mis manos gracias a la porra de Hacienda de Bichejo. He debido haber sido muy buena en los últimos tiempos, porque he ganado dos concursos con libro de premio. Y esta vez fue ¡premio doble! Dos libros sorpresa, cortesía de Bich.

El primero que me he leído ha sido éste. Mi hermana la gafapasta me dijo que me encantaría y me ha encantado. Lo leí en dos días y ya se lo he dejado a mi madre para que se lo lea. Me encantó, creo que me lo podría leer ahora mismo sin problema. Es, además, de esas historias que según las lees te gustan más y más y más.

La protagonista, Juliet, es una escritora en busca de argumento para su próximo libro. Gracias a un libro que perteneció a Juliet, empieza un intercambio de cartas con un habitante de la isla de Guernsey que le lleva a descubrir la existencia del club de lectura que da nombre al título, su curiosa creación y a sus integrantes, con los que también empezará una interesante correspondencia. Todo con el trasfondo de la II Guerra Mundial, incluyendo la ocupación nazi en Guernsey.

Ya lo he dicho, me ha encantado el libro, me ha gustado mucho. Me ha parecido sencillo, fresco y alegre, pero con ese trasfondo realista y gris que una guerra siempre da. Su protagonista, Juliet, es simpática, decidida, irónica y aventurera. Por no hablar de los secundarios, maravillosos todos, unos amables y simpáticos, otros patosos y tranquilos, otros ligeramente retorcidos. Genial todo.

Me ha hecho muy feliz leer este libro.

¡Gracias Bichejo por ponerlo en mi vida!

Por cierto, quiero ir a Guersney.

sábado, 28 de febrero de 2015

"Runaway" de Peter May

Los libros llegan a ti de mil y una forma diferentes. Algunos los compras porque te atrae el título, te gusta el autor o alguien te lo ha recomendado. Otros te los regalan o te los prestan. Éste llegó a mí a través de un concurso. Como ya conté aquí, fui seleccionada como súperfan de Peter May y, entre los regalos que recibí, uno fue una copia de esta novela, varias semanas antes de que se publicara. Todo un lujo, la verdad.

Me costó empezar a leer este libro. No creo que fuera por temor a que no me gustara (aunque igual sí), sino porque creía difícil olvidar a Fin Macleod, el protagonista de la trilogía de Lewis (de la que, por cierto, aún tengo que leerme el último tomo), un personaje al que adoro. Me encanta Fin y creo que estoy posponiendo leerme el último libro de la trilogía porque no quiero despedirme de él. Así que empecé leyendo este libro con cierta reticencia. Pensaba que iba a añorar a Fin, pero desde el capítulo tres, ya adoraba a Jack, su protagonista. Jack es un anciano que vive en Glasgow y que 50 años atrás formó parte de un grupo de música junto con otros cuatro amigos, con los que huyó a Londres en busca de fama. De aquellos cinco muchachos, sólo tres volvieron a su ciudad natal, no mucho después. Y ahora, los tres, junto al nieto de Jack reemprenden de nuevo el camino hacia Londres, para enfrentarse a la parte más oscura de lo que pasó durante aquella huída.

El libro, como los de la trilogía de Lewis, está contado a dos voces y a dos tiempos: el presente en tercera persona, desde el punto de vista de Jack y los eventos de 50 años atrás en primera persona, por el propio Jack. Me ha gustado mucho, muchísimo, a pesar de mis reticencias iniciales o tal vez precisamente por ellas. Aunque se suelen etiquetar las novelas de Peter May como novela negra, yo diría que son siempre mucho más que eso, especialmente ésta. De hecho, la parte criminal de la historia es bastante secundaria; aunque es la desencadenante de mucho de lo que acontece en la novela, no tiene un papel tan fundamental como por ejemplo en los libros de la trilogía de Lewis. De cualquier forma, a mí eso no me ha parecido nada negativo, al contrario: la historia de la huída de los muchachos, de lo que ocurrió en Londres y, sobre todo, sus historias ya de adultos, con sus frustraciones, con esa visión de la vida que sólo la gente que tiene una edad y ha vivido mucho, es más que suficiente para enganchar. Casi, casi, la intriga de una muerte (o más de una) es lo de menos. Jack es un tipo cansado, frustrado, pero con una vitalidad y un pasado fascinante, como va descubriendo poco a poco su nieto, Ricky, un personaje al que odias cuando aparece por primera vez, pero que evoluciona maravillosamente a lo largo de la novela.

Una novela muy recomendable, como me parecen a mí todas las de este autor. Al menos las que he leído hasta ahora. Y basada en la propia huída de su autor a Londres cuando era jovencito, como él mismo cuenta aquí.

sábado, 14 de febrero de 2015

"Problema en Pollensa" de Agatha Christie

Hacía tiempo que quería leer a Agatha Christie y hacía también tiempo que llevaba estos relatos en mi libro electrónico. No los había escogido al azar: por algún lado tenía que empezar a leer a Agatha y hacerlo con un libro en cuyo título aparece un pueblo de mi isla me parecía un comienzo tan bueno como cualquier otro. Además, la irrupción en el mundo blogueril del Proyecto Agatha me animó aún más.

El libro está formado por nueve cuentos, protagonizados por algunos de los famosos personajes de Agatha Christie: Parker Pyne, Hércules Poirot y Miss Marple. Son historias variadas, no sólo crímenes, sino también algunos problemas que el protagonista de turno acaba, cómo no, resolviendo.

Me lo he pasado pipa leyéndolos. Los he disfrutado mucho, los he devorado y he descubierto que quiero seguir leyendo a Agatha. Y eso estoy haciendo. No voy a descubrir la pólvora diciendo que son historias que enganchan, pero para mí sí que ha sido un delicioso descubrimiento. Me parece mi mejor acompañamiento para mis lecturas de libro electrónico durante el desayuno. Estoy encantada de la vida.

martes, 3 de febrero de 2015

"Battle Royale" de Koushun Takami

El año pasado, en el primer Festival de Primavera, estaba en el puente con el capitán y otros científicos charlando. No sé cómo, salió el tema de “Los juegos del hambre”. Un compañero preguntó qué era y, cuando le empecé a contar la trama me dijo “Ah, ¡eso es Battle Royale!”. Yo le dije que no, que eso era “Los juegos del hambre” y él insistió que era la misma trama que una película japonesa que había visto hacía tiempo, “Battle Royale”. Buscándolo por internet (estábamos cerca de costa y nuestros móviles tenían cobertura) descubrimos que la susodicha película estaba basada en una novela del mismo nombre. En ese momento decidí que tenía que leerla.

No sé si, como dicen, la autora de “Los juegos del hambre” se inspiró en este libro para escribir su trilogía o, como afirma ella, no lo conocía de nada, pero lo cierto es que las tramas no pueden ser más parecidas. En un Japón con un gobierno totalitario, existe un programa que selecciona a una clase de 50 institutos de todo el país para participar en un programa. Los protagonistas del libro, son 42 estudiantes cuya clase es seleccionada y son enviados a una isla, donde les estregan un mapa, algo de comida y un arma a cada uno de ellos. El objetivo del programa es que se maten entre ellos y quede un único superviviente.

Las similitudes entre ambas historias son más que claras. También hay diferencias, claro que sí. A mí me ha costado mucho más leer esta historia que “Los juegos del hambre”. Ésta última, a pesar de la temática, es mucho más ligera, manejable, más para todos los públicos. “Battle Royale” es mucho más dura, sanguinaria, casi gore. He tardado mucho en leerme este libro. Me resultaba agotador tanta muerte y más muerte. Cuarenta y dos estudiantes matándose entre ellos. Hubo un momento que dejé el libro en barbecho y casi abandoné. Luego lo retomé y lo he conseguido acabar. Me alegro de haberlo hecho, la verdad. Al fin y al cabo, es un libro sobre el miedo a lo desconocido, sobre el miedo a perder lo que queremos y, también, claro, sobre la maldad que algunos de nosotros llevamos dentro. Es sorprendente la barbaridad de cosas que somos capaces de hacer cuando tenemos miedo, cuando nos sentimos atacados, cuando nuestra integridad se ve amenazada.

No sé si recomendaría este libro. Repito, no es un libro agradable, pero sí que me gusta cómo te hace pensar en la naturaleza de las personas, en lo que somos capaces. En lo bueno y en lo malo. No creo que vea la película que hay basada en él. Pero quién sabe.

martes, 30 de diciembre de 2014

"Las cinco personas que encontrarás en el cielo" de Mitch Albom

Hace tiempo que rondaba este libro por casa. Es un libro cortito, sencillo, aunque he tardado más en leerlo de lo que pensaba porque en los últimos meses he bajado mi ritmo lector de forma considerable. Cuenta la historia de Eddie, un anciano que trabaja en el mantenimiento de un parque de atracciones situado cerca del mar. El día de su cumpleaños, muere en un accidente intentando salvar a una niña en el parque. Y de allí va al cielo, donde se irá encontrando con cinco personas que, en algún momento y aunque él ni tan sólo recuerde, han marcado algo importante en su vida. Gracias a estas personas y a recuerdos de cumpleaños anteriores, repasamos la historia de su vida y de la vida de las personas que le han rodeado, y de cómo todas las historias están, en algún modo, interconectadas.

Ya he dicho que es un libro corto, sencillo de leer, agradable aunque trate de la muerte, aunque en realidad habla de la vida, de nuestras vidas, de cómo unas personas influyen a otras, de cómo todo está interconectado, aunque ni siquiera nos demos cuenta. No es un libro que me haya cambiado la vida ni que me haya entusiasmado, pero sí que me ha gustado bastante. Y lo recomendaría.

Hay una película basada en el libro, pero ahora mismo no me atrae especialmente, la verdad.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Peter May superfan

Soy una superfan de Peter May. Y vosotros no.
 
No sólo lo digo yo (que también), sino que lo dicen los de Quercus Books.
 
Y no sólo eso. También tengo una copia de “Runaway”, el último libro de Peter May que aún no está publicado. Y aún más: tengo una copia de “Runaway” firmada por el mismísimo Peter May. ¡Toma ya!
 
Todo empezó con un concurso en el que no podía participar, por vivir fuera del Reino Unido. Pero participé. Y me seleccionaron (junto a otras 99 personas, no nos vamos a engañar) como superfan de Peter May. Toma y toma.
 
Como consecuencia, he recibido cinco copias de una de sus novelas, su libro sobre las islas Hébricas y una copia firmada de su última novela (¿os lo había dicho ya?), que sale a la venta en enero.
 
¿A que mola?
 
Sobre las cinco copias del libro, escogí “The Blackhouse” porque (aunque lo tengo ya en español y es, curiosamente, el primer libro del que hablé en este blog, “La isla de los cazadores de pájaros”), me hacía ilusión tenerlo en inglés, para que haga juego con el resto de libros de la trilogía, que sí que compré en inglés (en dos viajes a Namibia, en lo que ya se había convertido en una tradición “Vuelvo a Namibia. A ver si encuentro algún otro libro de Peter May allí”). ¿Qué haré con los otros cuatro? Bueno, en el texto que escribí para el concurso, ya definí quiénes serían sus dueños. Pero, cosas que pasan, he cambiado un poco de idea, y aunque el destino de tres de sus dueños sí que es el previsto, aún estoy acabando de definir lo que hago con uno de ellos. Pero eso ya os lo contaré otro día.
 
Yo me voy a mirar un poco más mi libro autografiado. (En la foto, aparece un poco retocado mi nombre, para salvaguardar mi intimidad y esas cosas).
 
Y a ver si mañana me llega otro libro porque yo, que nunca gano nada, también he ganado la porra de Hacienda de Bichejo.
 
Estoy en racha.



miércoles, 3 de diciembre de 2014

"Siddharta" de Hermann Hesse

Éste es uno de esos libros de los que has oído hablar siempre y, cuando por casualidad caen en tus manos, no puedes evitar hacerte con ellos. Eso hice yo, sin saber muy bien de qué iba o qué iba a encontrar.

El libro narra la vida de Siddharta, una vida dedicada a la búsqueda de la verdad, de la perfección, de la sabiduría, del sentido de la misma vida. En su búsqueda, pasa por varias etapas muy diferentes entre sí, de una vida acomodada a una vida de meditación, de una vida de lujo y hedonismo a una vida asceta.

Me cuesta un poco escribir sobre este libro, la verdad, porque es un libro sencillo pero a la vez complejo, con un trasfondo filosófico importante, que te hace pensar y reflexionar, del que puedes aprender muchas cosas. A mí me ha gustado mucho, me ha parecido una historia amena e interesante, pero también con una marcada profundidad, sin ser pretenciosamente sesudo. Me ha gustado la manera en la que se plantea la búsqueda del sentido de todo, del conocimiento. Y me ha gustado mucho el trasfondo que a mí me ha dejado: por mucho que te digan, por mucho que te cuenten, por mucho que te expliquen, el sentido de la vida lo debes descubrir tú mismo. El camino que debes seguir lo debes decidir tú y por muchos maestros que busques, por mucha sabiduría que te transmiten, cada uno debe encontrar el sentido de su propia vida, sea éste el que sea. Porque al final, cada vida es única y cada uno debe observar su propia historia, su propia interior para encontrar el sentido de todo esto.

Libro muy recomendable. Creo que todo el mundo lo debería leer al menos una vez en su vida.

jueves, 20 de noviembre de 2014

"Cometas en el cielo" de Khaled Hosseini

Los libros de Khaled Hosseini me han perseguido por medio planeta.

En mi costumbre de visitar librerías en los lugares a los que viajo, siempre me encontraba sus libros. En idiomas que sé leer y en idiomas desconocidos. En lugares destacados de las librerías o en rincones escondidos. Pero siempre estaba ahí, siempre. Y nunca lo compraba. Son los típicos libros que si los veía estando fuera pensaba: (i) que los encontraría en cualquier otro lugar y (ii) que no debería lanzarme a leer en inglés un autor que, aunque muy reconocido, yo no conozco. Así que iba dejando pasar el tiempo, sin llegar a comprarlo nunca.

Y entonces, apareció mi hermana la gafapasta con un regalo en forma de “Cometas en el cielo”. Se lo trajo de un viaje a Barcelona (creo) al que yo no fui. Y me lo leí hace ya algunas semanas. Lo he leído rápido (no como los libros que he leído después, ejem, ejem, que ni acabo ni dejo de leer, ejem, ejem) y con ganas. Me ha gustado mucho, mucho. Es la historia de una amistad entre dos niños de clases sociales muy distintas pero criados juntos, en el Afganistán anterior a la llegada de los talibanes, cómo algunos acontecimientos de aquellos días marcan aquellos días y sus vidas para siempre. Es la historia también del amor paterno-filial y del cariño hacia un país cambiante y no necesariamente hacia mejor.

Después de leer este libro, sé que leeré más del mismo autor. Porque, aunque es una historia bastante dura y triste, con situaciones muy dramáticas, está contada con una gran sensibilidad, sencillez y casi ternura. Y tengo pendiente ver la película basada en esta novela.

Pues ya está. Hicieron bien en perseguirme los libros de Khaled Hosseini por medio planeta. Y me alegro de que, al fin, me hayan encontrado.